Vendedores ambulantes en Valladolid
«Conozco el nombre y gustos de mis clientes. Son mi familia»Begoña Vidal regenta desde 2017 una frutería en Peñaflor de Hornija, para ella sus clientes son su familia
Begoña Vidal es natural de Barcial de la Loma y para ella no hay nada más gratificante que trabajar en un pueblo. Por eso, en ... 2017, cuando se quedó sin empleo y se enteró de que traspasaban una pequeña tienda en Peñaflor de Hornija, no se lo pensó dos veces. Conocía el sector de la venta detallista, el pueblo estaba cerca de Villanubla, donde vive con su familia y el trabajo le permitiría conciliar y poder cuidar a su hijo. Todo eran ventajas para ella, y también para los peñaflorinos, que la recibieron con los brazos abiertos.
'Frutas y Verduras Begoña', cobra vida especialmente en los meses de verano. Esta tendera nota claramente cómo la temporada estival trae consigo un aumento significativo en la clientela. «En verano el trabajo se triplica», explica. «Es en estos meses, de mayo a septiembre, cuando realmente veo beneficios. El resto del año consigo salvar gastos, por eso, el cómputo que yo hago es anual», añade.
Según el INE, Peñaflor de Hornija tiene una población actualmente de 337 vecinos, que en verano aumenta de forma considerable con la llegada de los hijos del pueblo que viven fuera. «En invierno voy dos veces por semana al mercado y en verano voy tres veces. En temporada alta quizá podría contratar a alguien que me ayudara, pero al final, creo que no me compensaría», comenta esta emprendedora, que abre al público de 09:30 a 14:00 horas.
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«Los meses más fuertes son los de verano, pero hay que estar presentes todo el año»
Más allá de las ventas y las cifras, lo que más aprecia Begoña son las relaciones que ha cultivado entre los peñaflorinos. «Aquí todos nos conocemos. Lo más gratificante es la simpatía de la gente», dice con cariño. «Conozco los nombres de mis clientes y sus gustos. No se trata solo de vender, sino de conectar con ellos. Yo aquí soy muy feliz. Me siento como en familia y no cambio mi tienda rural por nada», prosigue.
Este pequeño establecimiento de frutas y verduras es un punto de encuentro donde los lugareños intercambian noticias, risas y hasta recetas de cocina. «Yo animo a la gente a que compre en el medio rural y que se venga a vivir al pueblo. Aquí hay la misma calidad de vida que en una ciudad. La única diferencia es que necesitas tener un coche para casi todo», comparte Begoña con una sonrisa.
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