Conociendo la fauna de Castrodeza

Crear conciencia medioambiental, a la vez que dinamizar la vida de su pueblo. Ese ese el objetivo de un grupo de padres y madres de Castrodeza, que el pasado jueves organizaron una jornada medioambiental y educativa dirigida a los más pequeños. Capitaneados por Elena Carbajosa y Mónica González, los castrodezanos lograron crear conciencia sobre la importancia de las aves y murciélagos para mantener un ecosistema saludable.

Han sido meses de trabajo, recopilando información, organizando un plan de las actividades a desarrollar y buscando materiales específicos para los niños. Un trabajo en el que ha sido fundamental la colaboración del naturalista Jesús María (Mili) Mañoso y del animador y cuentacuentos David Olalla y de otros muchos profesionales que han querido sumar esfuerzos de forma totalmente desinteresada.

A primera hora de la mañana, 35 niños, de entre 4 y 12 años se reunieron en las antiguas escuelas para asistir a la proyección de un vídeo divulgativo sobre los murciélagos para conocer las diferentes especies de quirópteros que habitan en el entorno, así como las amenazas más comunes que inciden sobre ellos en esta zona concreta. A continuación, hubo juegos, pintacaras y cuentacuentos, antes de celebrar un taller de construcción de refugios para estos quirópteros, algunos de los cuales, luego fueron colocados en puntos estratégicos del municipio y en la arboleda, junto a la ribera del río.

La tarde la dedicaron a una clase didáctica en la que pudieron conocer en vivo, los aspectos y costumbres más destacados de la fauna avícola que en encuentra en Castrodeza su alimentación y refugio. «Para los niños ha sido muy especial poder aprender in situ sobre las especies autóctonas de nuestro pueblo y así aprender lo que ocurre en nuestro ecosistema más cercano. Hemos tratado de despertar el interés por el medio ambiente y de concienciarles sobre su cuidado y respeto, y lo hemos conseguido», explicaron los organizadores. Así, cerca de 80 niños y grandes aprendieron a distinguir el pico picapinos, el autillo, el mochuelo, el estornino o el cernícalo, entre otras especies. Lo hicieron con un recorrido por el casco histórico del municipio donde se habían colocado paneles informativos, con ilustraciones sobre las diferentes especies, y también en la arboleda que recientemente ha recuperado el ayuntamiento de la localidad. «Hemos colocado cajas nido para aves insectívoras y también una para un autillo. También hemos podido escuchar los sonidos de las diferentes especies», explica Carbajosa.

Ésta actividad se ha conseguido con la suma de muchos esfuerzos individuales. «Han sido muchos los meses de intenso trabajo para que este proyecto saliera adelante, todo de forma desinteresada. El resultado ha sido brillante, muchísimo mejor de lo que esperábamos. Todo gracias a la ayuda de Mili Mañoso y David Olalla. Con ellos, tanto los niños, como los grandes hemos disfrutado y aprendido. Estamos muy satisfechos y creemos que es una forma muy efectiva de contribuir con el desarrollo y la calidad de vida en Castrodeza», ha dicho Elena Carbajosa. «Nos gustaría que esto no quedara aquí y poder seguir organizando actividades de este tipo, incluso trasladar la experiencia a otros municipios, pero para ello, necesitaremos ayuda por parte de la administración», ha concluido.