Despliegue de la Guardia Civil tras el doble crimen de Santovenia en verano de 2022. Rodrigo Jiménez
Valladolid

Uno de los cómplices del jefe de Estupefacientes detenido fue el rehén de El Chiqui en el doble crimen de Santovenia

Asuntos Internos arresta en la operación antidroga de este jueves a Iván V., quien en el verano de 2022 fue «secuestrado» por su entonces suegro tras matar a dos personas y atrincherarse durante horas

Álvaro Muñoz

Valladolid

Viernes, 5 de diciembre 2025, 13:23

La gran operación antidroga del grupo de Asuntos Internos desplegada este jueves en Valladolid, en la que ha caído el jefe de Estupefacientes de la Policía Nacional ... , ha devuelto a la actualidad el doble crimen en Santovenia en el verano de 2022, cuando Pablo Antonio Santamaría, alias El Chiqui, mató a dos personas, entre ellas un guardia civil, en la calle Alfredo Martín de la localidad del alfoz. Tras los hechos se atrincheró en su casa y cogió de rehén al que era su yerno por aquel entonces, Iván V., para utilizarle como escudo y evitar ser arrestado.

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Casi tres años y medio después de esos hechos, Iván V. también ha sido detenido este jueves al ser considerado cómplice del que era el mayor responsable de la lucha contra el narcotráfico en Valladolid (Luis Fernández Rafael). Se le atribuyen, en una investigación que sigue abierta y bajo secreto de sumario, ser colaborador del mando policial para, al parecer, dar salida a la droga en el mercado ilícito. Junto a estos dos implicados, Asuntos Internos ha arrestado también a otras tres personas, al menos dos de ellas de origen dominicano.

Doce horas de secuestro

Iván V. estuvo secuestrado durante doce horas después de que El Chiqui acabara con la vida de Dionisio Martín en el número 8 de la calle Alfredo Martín. Tras disparar su fusil, se atrincheró en su vivienda y cogió al que era le novio de su hija para hacer frente a la Guardia Civil. Eso propició que se desplegara un grupo de élite del instituto armado, con Pedro Alfonso Casado al frente. Al llegar, y desplegarse en los aledaños de la vivienda, El Chiqui disparó contra la puerta, cuyo impacto fue directo a la cabeza del guardia civil. Fue el segundo muerto de una jornada negra en Santovenia.

Todos esos hechos los contempló el ahora arrestado Iván V. Durante las doce horas de privación de libertad, Iván estuvo atado de manos y tobillos con bridas, además de encañonado y utilizado como 'baza' por su 'suegro' para negociar exigencias con los agentes, como que le quitaran el papel pegado en la mirilla de la puerta de la vivienda o le facilitaran sustancias estupefacientes, dinero o un coche.

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Con ventanas y puertas selladas, El Chiqui, durante esa noche de pavor, anunciaba a gritos que cortaría los dedos de la mano a Iván si no se cumplían sus demandas, lo que llegó a intentar, pero desistió. Esa era la realidad, porque lo que escuchaban los agentes al otro lado de la puerta eran las voces de Iván asegurando que le habían cortado los dedos con un machete.

Amedrentado por lo que estaba viviendo y mientras el autor del doble crimen esgrimía una maza de madera maciza, el rehén se vio obligado a tragar también la tarjeta SIM de su teléfono móvil para que no usara su terminal de ninguna de las maneras. Y todo esto sentado de espaldas a la puerta principal del domicilio para ser un escudo por si la Guardia Civil irrumpía en la vivienda. Hasta que finalmente El Chiqui se entregó.

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Durante el juicio, Iván V. testificó detrás de un biombo para evitar cruzar miradas con el acusado en ese momento de asesinato. «Tuve lloros, pánico y ataques de ansiedad», recalcó ante el jurado popular tras personarse en la causa como víctima. Un relato de «miedo» que Iván lo continuó con la voz entrecortada y por momentos con lloros. «Tenía el móvil, no me lo quitó porque no se dio cuenta. Intenté avisar a mi madre y mandé algún mensaje, pero no podía escapar», añadió Iván, a quien según él, su suegro le obligó a tragarse la tarjeta SIM.

Tras poner punto y final al episodio, semanas después, Iván mantuvo algún encuentro con la que era su novia y su familia. Incluso se fueron a Andalucía para poner punto y final a la relación. Eso sí, El Chiqui quedó absuelto de retención ilegal. Para el jurado popular nuca fue rehén.

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Ahora tres años y medio después, Iván ha vuelto al radar de la Policía al ser considerado cómplice del jefe de Estupefacientes de Valladolid.

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