Los colegios vallisoletanos educan en solidaridad tras la tragedia en Valencia

El colegio Las Huelgas Reales fue uno de los primeros en brindar apoyo. Pilar Fernández, su jefa de estudios, ha movilizado a niños, profesores y familias para apoyar a los valencianos que han visto sus escuelas y hogares afectados por las inundaciones. «Es importante que los niños puedan retomar su vida diaria para que no queden tan marcados por el dolor de lo ocurrido. Muchos colegios están devastados y en los domicilios no tienen ni pinturas para entretenerse. Por eso empezamos a recaudar material escolar», relata esta profesora. Así comenzó una campaña de solidaridad que pronto ganó fuerza en el colegio Las Huelgas. La respuesta de las familias fue inmediata y entusiasta. Aportaron mochilas, cuadernos, pinturas, folios, plastilina, rotuladores y otros materiales. El primer envío salió el miércoles, gracias a la cofradía de la Piedad, que les ofreció un espacio en su camión. No han parado ahí y siguen recogiendo material animados por el AMPA. Este viernes, además, dos bomberos de la Diputación de Valladolid, Ángel González y Jesús Ordax, que están recién llegados de la zona cero, ofrecieron una charla a los estudiantes de 3º y 4º de ESO y sus familias, en la que compartieron su experiencia y la importancia de la solidaridad en situaciones de emergencia. «Hay caravanas de gente que acude a ayudar con un cepillo y un recogedor de casa. Todo el mundo se ha arremangado para ayudar. Esa solidaridad, chicos, no la abandonéis jamás», animaron los bomberos.

La Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Centros Concertados de Castilla y León FECAMPA organiza todos los años una recogida masiva de juguetes a través de sus 20 AMPAS asociadas. Este año, la han adelantado para recoger todo tipo de material escolar, excepto libros de texto. Desde nuestra federación en Alicante se entregará a la Concejalía de Educación y Centro de Coordinación de Valencia, y ellos lo repartirán en función de las necesidades de los centros afectados», indica Carmen Gómez, presidenta de esta federación. «Lo trasladaremos el día 18 en un tráiler fletado de forma desinteresada por Juan Antonio Orduña y Rubén Herrador. El VRAC se ha sumado a la causa», añade.

En el IES Ribera de Castilla también quieren apoyar a los damnificados a la vez que educan en el valor de la solidaridad y el compromiso social. Así, para el día 18 de diciembre, el departamento de Educación Física ha organizado una carrera solidaria cuya recaudación irá destinada a Cáritas. También para el 20 de diciembre tienen programado un desayuno comunitario en beneficio de Cruz Roja y los afectados de Valencia. «Es importante que los chavales aprendan valores como el compromiso, la empatía y la ayuda hacia los demás», indica Roberto Sánchez, su director. Lo mismo opina Roberto Vaquero, del colegio San Agustín. Allí se ha adelantado la tradicional 'Operación kilo' navideña para llevar la ayuda lo antes posible. «La solidaridad puede salvar el mundo y queremos que los alumnos valoren lo que tienen y se den cuenta de lo gratificante que es ayudar a los demás», comenta Vaquero.

El claustro del colegio San Fernando está en comunicación con dos profesoras valencianas que se han visto afectadas y han perdido sus colegios con las riadas. «Nos han propuesto apadrinar uno de los colegios afectados, pero tenemos que esperar a que se retome la actividad porque ahora mismo no sabemos cuáles son sus necesidades más básicas. Por otro lado, nuestros niños van a empezar a cartearse con niños valencianos para intercambiar experiencias y dar apoyo», cuenta la directora Sara Casillas.

En Teresianas, el Equipo de Pastoral y la Comisión de Acción Social, en coordinación con el AMPA, conmovidos por la situación, han organizado una marcha solidaria en favor de los pueblos afectados. Será el domingo 17 de noviembre a las 11.00 horas, con salida desde el colegio y llegada a la desembocadura del Esgueva. Por su parte, en Jesuitinas se ha enviado un comunicado a las familias animando a colaborar con la ONG FASFI, que pertenece al propio centro educativo, porque «cada gesto, por pequeño que parezca, dejará huella en la vida de quienes hoy lo están pasando mal».

En el colegio Nuestra Señora del Carmen se ha llevado a cabo una recogida de alimentos no perecederos y productos de higiene y limpieza. También han animado a las familias a realizar aportaciones económicas a través de Cáritas de la parroquia de El Carmen. «El próximo miércoles, Francisco Casas, capellán del colegio, trasladará el material a Valencia en una furgoneta que nos han prestado desde nuestra comunidad educativa», informa Carlos Díez, director general. «En la zona afectada hay ocho colegios diocesanos, la mitad de los cuales han resultado gravemente dañados. En cuanto puedan iniciar su actividad, haremos una nueva recogida», añade Díez.

Desde 2013, los profesores del colegio La Enseñanza se dejan bigote cada mes de noviembre para dar visibilidad y concienciar sobre la importancia de investigar los cánceres masculinos. Este año la iniciativa regresa, aunque de una forma especial. Donarán el 10% de lo recaudado a la fundación Movember y el 90% restante a las víctimas de la DANA.

El CRA Campos Góticos de Rioseco se ha unido a la plataforma nacional Maestros y Pedagogos por la DANA puesta en marcha por un grupo de profesionales de educación de toda España, que colaboran con Nueva Escuela y el Colegio de Pedagogos y Psicopedagogos de Valencia. Están recogiendo todo tipo de material escolar, excepto libros de texto, que se llevará hasta la nave que tiene la Diputación de Valladolid, para cuando se necesite. «Las familias se están volcando», comenta la directora Noelia García.

Los profesores y alumnos del CCV Maristas, se han puesto en la piel de todo el alumnado valenciano y en especial de los del colegio Maristas Algemesí cuyas instalaciones están muy afectadas. «Enviamos un comunicado a las familias indicando que desde la Provincia Mediterránea Marista se encargarían de centralizar las ayudas de los coles maristas de España», indica Roberto González, su director. «Además, como gesto educativo y siguiendo la propuesta de Escuelas Católicas, el jueves en todas las aulas se leyó un manifiesto y guardamos un minuto de silencio», completa.