Las cofradías de Valladolid y el obispo Argüello rechazan aplazar las procesiones a septiembre
El Descendimiento plantea retrasarlas hasta mediados de octubre, para que coincidan con el Encuentro Nacional de Jóvenes de hermandades
El Vaticano sugirió el viernes que las procesiones de Semana Santa sean a mediados de septiembre. Las 20 cofradías de Valladolid han acogido la noticia ... con sorpresa, y se muestran reticentes. Los responsables de las hermandades consultadas rechazan celebrarlas en esa fecha de forma unánime, unas de forma más contundente que otras. Y también ha expresado su oposición Luis Argüello, el obispo auxiliar, que ha sentenciado que «la Semana Santa es cuando es», descartando por tanto un evento similar el 14 y el 15 de septiembre por la crisis del coronavirus.
El anuncio desde Roma lo realizó el cardenal Robert Sarah, prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos. El responsable vaticano de la liturgia envió un escrito a los obispos diocesanos de todo el mundo de los países afectados por el coronavirus. Esto supone que tanto Ricardo Blázquez y Luis Argüello lo han recibido.
Según la misiva, ese lunes y martes de septiembre se celebrarían las procesiones equivalentes a Jueves y Viernes Santo. De prosperar la iniciativa, en Valladolid tendrían lugar pocos días después de las fiestas de la Virgen de San Lorenzo. El texto añade que pueden posponerse la misa crismal del Jueves Santo y las expresiones de piedad popular, y será el obispo diocesano el que decida. En cambio la fecha de la Pascua no puede cambiarse, por lo que las ceremonias del triduo pascual tendrán lugar las jornadas previstas, aunque sin fieles.
El obispo auxiliar de Valladolid rechazó ayer el traslado de la Semana Santa a septiembre, aunque se mostró abierto a celebrar un acto «común, significativo y expresivo» en conmemoración de la Exaltación de la Cruz y recuerdo de la Virgen de los Dolores. Luis Argüello fue entrevistado este lunes por Cope Valladolid, según informa Efe, y preguntado por la posibilidad de trasladar las celebraciones a otras fechas manifestó que «la Semana Santa es cuando es» y aclaró que «la devoción popular» podría mostrarse en ese acto de septiembre –para lo que habrán con las cofradías–, pero «no van a ser procesiones de Semana Santa».
Inoportuno en esa fecha
El alcalde mayor de la Hermandad Universitaria del Santísimo Cristo de la Luz, Francisco Javier Sánchez Tabernero, sostiene que «la Semana Santa tiene sentido en el tiempo litúrgico de la Iglesia». Se muestra convencido de que habrá quien esté «deseando organizar procesiones y les parecerá oportuno con tal de salir, pero en dos días laborables, nada más terminar las ferias, la gente estará para pocas fiestas después del año que se avecina en lo laboral y económico. Sería inoportuno».
La cofradía acataría «lo que diga el arzobispo y la Junta de Cofradías. Igual que hace días decidimos suspender las procesiones y se ha visto que era lo lógico y coherente, si se decidiera salir lo acataríamos, pero no sería más que dar capricho a alguna gente y hacer un gesto popular de cara a la galería fuera de tiempo», apunta.
La presidenta de la hermandad del Descendimiento, Montserrat Aguado, ofrece una alternativa: hacer coincidir el aplazamiento con el Encuentro Nacional de Jóvenes Cofrades del 15 al 18 de octubre. «Una procesión de Semana Santa tras las ferias no sería ni medio lógico. Creo que debemos aprovechar e impulsar el encuentro, porque serviría para resaltar y dar grandeza al encuentro y nuestra Semana Santa», señala.
A Jesús Arroyo, veterano presidente de la cofradía de La Oración del Huerto, tampoco le gusta la opción de septiembre. «La Semana Santa se celebra hasta la Pascua de Resurrección y tras la Cuaresma. Sacar dos misterios en septiembre no pega ni con cola, y si lo hacen por el turismo no lo veo oportuno», sentencia. Añade que se trata de «nuestra Semana Santa, que es mucho más seria que cualquier fiesta popular».
Miguel Santos Romón, hermano ministro de la Orden Franciscana Seglar La Santa Cruz Desnuda, califica la noticia de «peculiar», hasta el punto de que le resulta «difícil de valorar». «Mientras el arzobispo de Valladolid no se pronuncie no queremos ni pensarlo. Cuando se dé el caso, decidiremos, pero es algo tan abierto, extraño y peculiar que carece de fundamento, tanto para bien como para mal. Acataremos lo que decida el arzobispado», concluye.
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