

Cartas desde Valladolid para clamar contra los precios de la vivienda: «Vivir solo es imposible»
La Red Europea contra la Pobreza (EAPN) reúne a 70 jóvenes en un encuentro estatal para abordar las dificultades del acceso a un piso
«Comparto piso en Talavera de la Reina. Somos tres. Ahora pagamos 500 euros, pero el casero ya nos ha dicho que el próximo año ... nos subirá la renta 70 euros más», dice Juan Francisco Beral, 28 años, natural de Badajoz. Esos 70 euros son un mundo cuando los ingresos flaquean, los ahorros se acaban, no hay un colchón familiar detrás.
«Vivía con mi familia, somos cuatro, en una sola habitación con dos camas. Compartíamos el baño y la cocina con otras personas. No es algo solo incómodo, sino una experiencia dura porque surgen problemas de convivencia y seguridad», asegura Dalia Bautista, 17 años, logroñesa con raíces en Colombia.
«Pensar en vivir solo es imposible. El dinero no da», cuenta Fede Simón, 34 años, gestor cultural en Oviedo, ciudad en la que comparte piso con otras dos personas. En su caso, no solo por cuestiones económicas, sino porque, entiende, la vivienda comunitaria es una solución habitacional que se debería potenciar.
«Hay un claro problema de vivienda que hay que afrontar también con políticas de empleo y educación», afirma Daniel Mejía, 25 años, residente en Valladolid.
Juan Francisco, Dalia, Fede y Daniel son cuatro de los 70 jóvenes que, llegados de diferentes puntos del país, se reúnen desde este miércoles al viernes en Valladolid para participar en un foro de activismo juvenil, convocado por la red europea contra la pobreza EAPN, y que reivindica una vivienda digna y asequible. En estas jornadas, la organización les ha lanzado una sencilla pregunta. ¿Cómo sería tu casa ideal? «Nos han sorprendido las respuestas», reconoce Jonathan Sánchez, coordinador de EAPN Castilla y León. Porque no se hablado tanto de precios o metros cuadrados (que también) como de otras condiciones.
«Muchos nos han comentado acerca de casas sostenibles, alimentadas con energía solar, y ubicadas en el ámbito rural, en la naturaleza. Su aspiración no es un piso en un barrio, sino una casa en un pueblo donde haya buen acceso al transporte y a Internet». Eso, respecto a la casa ideal. Pero, ¿cuál es la realidad? «La realidad es que hay un importante número de jóvenes que no se puede independizar».

La edad media de emancipación en España está en 30,4 años, según una encuesta del CIS de 2024. El 65,4% de los jóvenes entre 25 y 29 años vive con sus padres, según el Instituto de la Juventud de España. «Si esa es la situación de partida, hay que imaginarse cómo están todos aquellos que parten unos pasos por detrás», dice Sánchez, quien pone el foco en jóvenes migrantes, procedentes de familias desestructuradas, de hogares con pocos recursos. «En esos casos, vemos a familias obligadas a compartir habitaciones, acuerdos sin contrato y no legales por habitaciones, precios cada vez más desorbitados que suben sin apenas garantías». Sueldos que no llegan. Salarios que no dan.
«La crisis actual de los precios de la vivienda en España es un factor de empobrecimiento para el conjunto de la población, pero especialmente grave en el caso de la juventud», aseguran desde EAPN, que este jueves invitó a los jóvenes asistentes al encuentro a participar en una acción comunitaria en la plaza de la Rinconada. Allí, en el edificio de Correos, enviaron postales al Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana y al de Juventud e Infancia. Depositaron en las fauces de león de los buzones las postales con sus mensajes e ideas.
«El precio de la vivienda se ha convertido en un factor de empobrecimiento que urge abordar«
«Por ejemplo, topes al precio de los alquileres. De nada sirven las ayudas al alquiler si no se tocan los precios, porque entonces estamos condenados a una pescadilla que se muerde la cola», escribe Juan Francisco. «Rehabilitación y regeneración de las viviendas vacías», sugiere Fede Simón. «Homologación de estudios y facilidades para la formación de los jóvenes migrantes para facilitar su acceso al mercado laboral», apunta Daniel Mejía, ya que un empleo digno, estable y bien remunerado es clave para acceder a la vivienda. «Es fundamental que exista una equidad entre el nivel de renta y lo que cuestan los alquileres», dice Marta Fernández, 27 años, llegada al encuentro desde Logroño. Y esa correlación no existe. Los sueldos son muy precarios mientras que los precios del alquiler no dejan de crecer.
Y ese es un fenómeno generalizado en toda España. Las grandes ciudades están imposibles. La situación es muy complicada en puntos con gran presión turística. Pero no hay ciudad que se libre de la escalada de los precios del alquiler. Los propietarios han elevado el 10,8% el precio de los nuevos contratos de alquiler entre 2020 y 2023 en Valladolid, de acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. Los portales inmobiliarios dicen que ese porcentaje se ha disparado otro 9,5% entre abril de 2024 y abril de 2025.
«El precio de la vivienda se ha convertido en un factor de empobrecimiento que urge abordar: la población joven en situación de pobreza destina, de media, un 35,1% de sus ingresos a la vivienda», resumen desde EAPN. «Y eso es la media; yo tengo amigos que ponen el 60% de su salario en el alquiler, así que luego casi no les queda dinero para comer, viajar… disfrutar». Durante el encuentro también se incidió en las especiales dificultades que tienen los jóvenes migrantes. «La vivienda absorbe el 47,3% de los ingresos de la juventud en pobreza y de origen extracomunitario», recoge una de las conclusiones del encuentro celebrado en Valladolid.
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Acceder a un piso sin un contrato de trabajo es imposible. Y sin papeles, no te hacen contrato», apunta Daniel Mejía, procedente de Colombia, quien durante un mes vivió en una habitación de Barrio España, «en situación de hacinamiento», junto a varios miembros de su familia. «Hasta que mi madre no obtuvo los permisos, no pudimos alquilar por nuestra cuenta», resume Daniel mientras camina hacia el Ayuntamiento, donde los participantes en el encuentro fueron recibidos por Carolina del Bosque, concejala de Juventud. La cita concluye este viernes con la participación de Rubén Pérez Correa, secretario de Estado de Juventud e Infancia, que mantendrá un debate con los jóvenes participantes que claman en Valladolid por el acceso a una vivienda digna.
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