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Carnero: «La reforma de la estación de buses y la obra de Arco de Ladrillo transformarán esta zona»Son algo más de cinco millones de pasajeros los que pasan anualmente por la estación de buses de Valladolid. Una instalación vetusta y con fecha ... de caducidad, si se cumple el convenio de integración ferroviaria, y que ha comenzado días atrás con la reforma que le otorgará un nuevo aspecto. «Son 5 millones de euros los que se van a invertir, con un plazo de ejecución de 18 meses», anunció el consejero de Movilidad de la Junta, José Luis Sanz Merino. Estará lista, por tanto, en otoño del año que viene, 2026, y ello obligará a dividir la obra en fases para que se pueda utilizar sin restricciones, aunque con las molestias lógicas. Al año son doscientos mil viajes los que parten o llegan de estas instalaciones, según los datos de la Junta.
A escasos metros de la estación empieza a rematarse la obra del viaducto de Arco de Ladrillo y muy cerca, también, el nuevo edificio de la ONCE. Actuaciones que llevan al alcalde, Jesús Julio Carnero, a presumir de una zona que «tendrá una nueva configuración». «[La reforma de la estación supondrá, sin lugar a dudas, junto con la actuación que estamos acometiendo en Arco de Ladrillo o las propias actuaciones que estamos acometiendo aquí en Puente Colgante en relación a la plaza en torno al edificio de la ONCE, que dé una nueva configuración, una nueva remodelación desde el punto de vista de todos y cada uno de los ciudadanos en esta zona», señaló.
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La gran dificultad de la obra, como es obvio, estriba en mantener los servicios durante los trabajos. El arquitecto al mando, Fernando Liébana (Urbaq Arquitectos) explicó que se hará en tres fases. En la primera, ya en marcha, se van a demoler los locales que dividen ahora el vestíbulo de la zona de taquillas. Eso obligará a reubicar provisionalmente a los dos negocios que ocupan ese espacio. También se actuará en primer lugar en las siete últimas dársenas, las más alejadas. «Y se comenzará a trabajar en las instalaciones en la zona de cubierta para colocar la aerotermia que está al lado del núcleo de aseos actual de las dársenas», añadió.
La segunda fase incluirá la mejora del acceso desde la calle San José. En ese momento se intervendrá en las 14 dársenas centrales, lo que obligará a funcionar, con pasillos provisionales, en las siete que ya se habrán reformado y en las más cercanas a la puerta del vestíbulo. Será en este momento en el que se intervendrá en los ruinosos aseos de la estación «y se completarán los nuevos cuartos de instalaciones». Durante esta fase solo se podrá acceder a la estación por la calle Puente Colgante, con lo que habrá que ver qué ocurre en ese momento con la parada de taxis, que se encuentra anexa a la otra entrada. En la última fase se rehabilitarán las dársenas más próximas al vestíbulo, aunque habrá 21 operativas. «Se procederá a la demolición del cuerpo añadido al local de la charcutería, aquí en la calle Puente Colgante, se adecuarán todos los locales comerciales para proceder al realojo definitivo de los negocios que van a permanecer en la estación, se adecúa la zona de taquillas, se ejecuta el ascensor para acceder a la planta primera y hacer la estación completamente accesible y se finalizan las instalaciones de climatización, automatización del tráfico de vehículos y el sistema de información al viajero. Se pavimenta el patio de coches y se realizan las canalizaciones», explicó el arquitecto.
El consejero de Movilidad, José Luis Sanz Merino, considera que esta construcción por fases, aunque puede ser más lenta, «es la que menos va a perjudicar a todos los que transitan u ocupan espacios en esta estación, es decir, sin paralizar la actividad de la propia estación». Sanz Merino aclaró que «previamente al diseño de las fases» se habló con los comerciantes «y con la información que han trasladado» se ha intentado planificar la obra del modo menos intrusivo posible. «Aunque esto no deja de ser como una obra en casa, y si la haces cuando estás conviviendo pues evidentemente hay incomodidades».
Es la estación de «puerta de entrada» a la comunidad, por expediciones y por viajeros, aclaró Sanz Merino, pero el estado de la infraestructura es crítico desde hace muchos años, sin que se hubieran acometido reformas importantes más allá de parcheos que se han demostrado insuficientes. ¿Por qué se actúa ahora, cuando está previsto el proyecto de una nueva estación de buses en la zona de Talleres? No hay una respuesta directa a esa cuestión, más allá de la explicación del consejero sobre que la rehabilitación de la estación «no se ha podido abordar por otra serie de circunstancias anteriormente».
«Queremos adecuarla a los estándares de modernidad y de comodidad que necesitan los viajeros en el siglo XXI», dijo, y recordó que «hace ya más de un año la Junta de Castilla y León, de común acuerdo con el propio Ayuntamiento de Valladolid, que es quien tiene en la cabeza la idea de ciudad que tiene, decidió no posponer más esta actuación y que acompañara al resto de actuaciones que estamos desarrollando en todas las ciudades importantes de la comunidad. Hemos actuado en Salamanca, León, Palencia, Soria... Valladolid, siendo la estación que por volumen de transporte de viajeros y de expediciones es la más importante, también tenía la necesidad de ser abordada», resumió el consejero de Movilidad.
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