Carlos Maldonado junto a sus compañeros de Saeta en la protesta de este jueves ante la sede de la matriz Signify. Aida Barrio

Valladolid

Carlos Maldonado, trabajador de Saeta: «Todos tenemos familia y estar sin cobrar nada es muy complicado»

Afirma que en los últimos 15 años la producción ha subido «un 25% o un 30%» y «cada vez hay que hacer más operaciones», «pero el sueldo nunca sube»

Jueves, 17 de julio 2025, 21:35

Carlos Maldonado lleva 15 años de los 49 que tiene vinculado laboralmente a Saeta Die Casting en Valladolid, donde desarrolla «uno de los trabajos más ... duros y más específicos que hay, porque tienes que estar pendiente de una máquina de fundición que tiene robots, tiene prensa y un montón de periféricos y de cosas». En definitiva, que manejarla no es tarea fácil y «no lo hace cualquiera en un día», pero aun así en la filial de Signify «nunca se sube de categoría ni te compensan con nada», lamenta.

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En relación a las movilizaciones que han iniciado es tajante: «Quiero que quede claro que estamos en una huelga indefinida no porque queremos. Esto es el último extremo que puede hacer uno. Todos tenemos familia y estar sin cobrar nada es muy complicado, pero no nos ha quedado más remedio», apunta resignado. Al hilo de esto, detalla que «el Comité lleva dos años o un poco más luchando para que se mejoren las condiciones de trabajo, se transmite a la empresa, la empresa no les contesta y cuando les contesta nunca admiten que haya nada mal».

«Ellos (en referencia a la Dirección) muchas veces les han dicho 'denunciadme', y luego si pones la denuncia se quejan porque les has denunciado», continúa, y añade que «han ido varias veces al Serla» sin resultado. De ahí que considere que «se han reído de mis compañeros, no han querido negociar nada. Todas esas cosas han ido sumando para que estemos así», cuando a su juicio «esto se podría haber solucionado muchísimo antes, no habría habido por qué llegar hasta aquí».

Carlos Maldonado explica que respecto a sus comienzos «las producciones han subido un 25% o un 30%» y «cada vez hay que hacer más operaciones«. «Todo sube, pero el sueldo nunca sube», critica, a lo que añade «la descompensación que hay entre los puestos de la fábrica y otros», en referencia a la estructura. «Aunque en oficinas se crean que son más que nosotros, todos trabajamos en la misma empresa y creo que los derechos y las obligaciones tenían que ser iguales para todos», sentencia, y afea que «ellos han subido muchísimo el sueldo en estos últimos cuatro años» y «nosotros cada vez somos menos y cada vez se nos exige más».

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