Caballería cierre el curso con la marcha de 49 futuros tenientes y sargentos
Por las aulas de la academia militar han pasado este año dos oficiales de Perú y Corea del Sur
La Academia de Caballería de Valladolid dio por finalizado este viernes el curso 2017-2018 con un acto en el que como es tradicional sirvió para despedir a los 49 nuevos mandos de este arma, que en las próximas semanas recibirán el despacho de oficiales y suboficiales, así como sus destinos en unidades castrenses.
De ese casi medio centenar, 18 han superado la formación para ser oficiales, y aunque ayer desfilaron con la estrella de alféreces será el próximo 11 de julio cuando en la Academia General Militar de Zaragoza se les entregará el reconocimiento como tenientes.
Al contrario que en cursos anteriores, en la 73 promoción que acaba de finalizar ninguno de los oficiales era mujer, y dos de los dieciocho proceden de los Ejércitos de Perú y Corea del Sur, países con los cuales el Ministerio de Defensa mantiene becas de intercambio para su formación castrense.
Por lo que respecta a los 31 suboficiales de la 43 promoción que han concluido su formación, tres eran mujeres y recibirán también a principios de julio el despacho como sargentos, en un acto que tendrá lugar en la academia básica de esta escala en Talarn (Lérida). Allí completarán el curso con un ejercicio de adiestramiento en la comarca de Pallars Jussá.
El acto en el patio de la Academia vallisoletana sirvió para reconocer el esfuerzo de los dos primeros de cada promoción, José de Meer Cañón (de la de oficiales) y David Álvarez (de la de sargentos).
También se nombró Jinete de Honor, por «su colaboración con las Fuerzas Armadas», al profesor Carlos Belloso Martín, docente de la Universidad Europea Miguel de Cervantes (UEMC).
Durante este curso, que acabará para el resto de alumnos el 6 de julio, se han formado 112 militares para las dos escalas de mandos, de los cuales 6 son mujeres.
Una treintena de profesores (tres de ellos civiles destinados a la formación en idiomas, con inglés obligatorio) imparten a los alumnos materias de topografía, carros de combate, táctica y tiro, instrucción, adiestramiento y maniobras, que se han realizado en Renedo y Zaragoza. Además, docentes de la UVA y la UEMC han colaborado en seminarios.
Adaptación a la vida militar
Para muchos de los jóvenes que ingresan en las academias militares, los primeros meses de adaptación no son fáciles. Si encima proceden de otro país, la adversidad aumenta.
Es el caso de Cheolsoon Park, un joven de Corea del Sur que ha permanecido en Valladolid 2,5 años. Antes pasó por la Academia General de Zaragoza.
A punto de cumplir los 22 años, Cheolsoon se formó en centros castrenses del país asiático, en donde durante el primer curso se apuntó para ser cadete de intercambio en otros ejércitos, entre los que estaban Francia, Turquía, Alemania, Estados Unidos y España.
«Me presenté como voluntario para venir a España y tuve que competir con otros cinco compañeros. Me eligieron por méritos, y llegué a España en 2016», explica con buen acento castellano. Para lograrlo, estuvo unos meses en la Escuela Militar de Idiomas del Ministerio de Defensa antes de trasladarse a Zaragoza.
«Tanto allí, como en Valladolid, la integración con mis compañeros ha sido buena, pese a proceder de un país asiático. Los otros cadetes se esforzaban en querer hablar conmigo para conocer cómo se vive en Corea, un país en el que nuestro ejército está en situación de alarma por guerra con la Corea de Kim Jong, que ahora espero que cambie tras el acuerdo con Donald Trump».
El segundo de los alumnos extranjeros que la Academia de Caballería ha tenido este año procede de Perú. Nacido en Lima hace 23 años, Gustavo Alonso Rodríguez tiene antecedentes familiares castrenses. Por ello optó por esta profesión, y en Perú se formó como oficial año y medio antes de venir a España.
«Salió una beca, al igual que para Rusia, Italia, Estados Unidos o Corea del Sur, y me presenté. Soy el único cadete de mi país que se está formando en España. Mi padre se alegró mucho de que tuviese esta oportunidad, y mi madre estará en la entrega de despachos a comienzos de julio en Zaragoza», explica este oficial que saldrá con el empleo de teniente entonces, y comenzará a percibir un sueldo «que con arreglo al nivel de vida es equiparable al de España».
Gustavo asegura también que la formación en Perú es muy similar a las de las academias españolas «en cuanto a algunas de las asignaturas y en la táctica convencional. España nos supera en medios como los tanques. Nosotros seguimos teniendo los carros T-55, que fueron diseñados en la antigua Unión Soviética. Los Leopardos españoles son más completos», dice.