La Brigada Zoonosis atiende cinco alertas al día para exterminar roedores e insectos en Valladolid

Desde que en 1993 se cerrase el matadero municipal, el Ayuntamiento de Valladolid cuenta con un cuerpo formado por diez personas, dos de ellas mujeres, que se encargan de controlar y eliminar plagas, así como de la recogida, cuidado y puesta en adopción de animales abandonados con el fin de evitar el contagio de enfermedades o infecciones que se dan en los animales y que son transmisibles a las personas en condiciones naturales.

Organizados en equipos de tres miembros con turnos rotativos, debido al desgaste de la actividad, la brigada planifica el despliegue de su campaña en relación a las denuncias recogidas por el teléfono de atención al ciudadano 010 y la observación directa de sus operarios. De las más de mil alertas recibidas, el servicio ha intervenido en 390 por ratas y más de 600 por cucarachas.

Además, el tratamiento, programado por barrios, presta especial atención a las zonas en las que se ha registrado una mayor infestación durante la campaña del año anterior..

Las distintas plagas tienen un marcado carácter estacional, centrándose la mayoría de las quejas en los meses de primavera, verano y otoño. Por ello, el proceso de desratización es un tratamiento continuado, mientras que el periodo de control de plagas se extiende desde el 24 de julio hasta el final del año..

Durante la temporada inicial, la de otoño e invierno, la Brigada Zoonosis centra sus esfuerzos en la desratización de los distintos barrios del término municipal de Valladolid y los márgenes de los ríos Pisuerga y Esgueva. Para ello, se han colocado 24 cajas portacebos con rodenticida en el alcantarillado de la ciudad, a orillas de los ríos y en otras dependencias municipales. Una medida a medio y largo plazo en la que el mayor triunfo es que los cebos sigan intactos en el momento de la revisión.

No obstante, el tratamiento para la rata de alcantarilla está pautado, el aumento de la frondosa vegetación en espacios públicos y privados invita a la proliferación de la rata negra o de árbol, la más difícil de controlar. En la actualidad se está testando, en colaboración con los Servicios de Parques y Jardines, con portacebos subterráneos en la zona de la Plaza de Poniente.

En el 2018, el servicio de desratización se prolongo durante 28 jornadas laborales. Este tratamiento integral de los barrios se complementa con las acciones individuales motivadas por las quejas recibidas..

Este largo proceso se compagina con la desblatización: el control de plagas de cucarachas, realizado en los meses de calor y mayor humedad. Con el fin de evitar el aumento de comunidades de este indeseado inquilino se llevan a cabo medidas activas que consisten en la realización de tratamientos con insecticidas, piretroides sintéticos, que generan un efecto expulsión, en las alcantarillas. A lo largo de una jornada laboral, la Brigada Zoonosis repite este procedimiento en 80 arquetas.

Así, cuando se habla del servicio de control de plagas, se puede hablar de eficacia ya que, a pesar de que en los protocolos establecidos por la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental se fija el tratamiento mínimo del 30% de las zonas, en Valladolid la brigada fumiga el 70%. En el 2018, el proceso de desblatización duró más de 80 jornadas. En ocasiones es necesario un refuerzo del tratamiento de los barrios debido a una mayor infestación. En las zonas más afectadas por la proliferación de cucarachas, las labores se prolongaron durante cinco días.

Las tareas de desratización y de control de plagas se complementan con una serie de medidas realizadas por los veterinarios municipales. Inspecciones dirigidas a la identificación de las especies-plaga y a determinar los factores ambientales y estructurales determinantes en su presencia y proliferación.

A consecuencia de su actividad, la Brigada Zoonosis ha recorrido más de nueve mil kilómetros para paliar la aparición de plagas y roedores. El gasto en rodenticida supera los 400 kilos y la utilización de biocida los 18 litros.

Para que esta labor, que en muchas ocasiones pasa desapercibida, sea más sencilla, es imprescindible la colaboración ciudadana, un esfuerzo de todos para mantener el entorno. Acciones como depositar la basura en sus respectivos contenedores o evitar la acumulación de agua estancada puede reducir o evitar el desarrollo de plagas y roedores.

Desde el año 1995 se hace de forma continuada una campaña de control de mosquitos en el río Pisuerga con buenos resultados ya que apenas hay incidencias . Asimismo, la Brigada Zoonosis atiende todas aquellas quejas puntuales relacionadas con avispas que estén a su alcance. Un problema de mayores proporciones compete al cuerpo de bomberos de Valladolid.

A pesar de que actualmente es un servicio externo a la Brigada Zoonosis, el tema de las palomas urbanas merece una mención especial ya que desde el Área de Sanidad Pública, dirigida por Antonio Otero, afirman que han alcanzado una densidad tal que constituye ya un problema en el bienestar de la ciudad. El aumento de las denuncias se debe fundamentalmente al problema de la paloma bravía, que se suele refugiar en edificios vacíos, cornisas y tejados.

Respecto a la paloma torcaz, la cual anida en los árboles, es prácticamente imposible de capturar con los sistemas tradicionales, las jaulas trampa no son eficaces para controlar esta población; el método más efectivo para realizar este control seria la captura directa, utilizando aves rapaces para la dispersión y expulsión en la zona de nidificación.

Desde el Ayuntamiento de Valladolid también se realizan actuaciones frente a la plaga de conejos. Con la autorización del Servicio Territorial de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León se realiza, con cuadrillas autorizadas, el descaste o captura de ejemplares con hurones en distintas zonas de Valladolid. Asimismo, desde finales del mes de agosto hasta el final del año, se lleva a cabo el control de estorninos en las distintas plazas y zonas arboladas de la ciudad.