Bomberos y agentes forestales claman en Valladolid «contra la precariedad» de los operativos contra incendios
La manifestación convocada por UGT y CC OO reúne ante las Cortes a 3.000 personas, según la Policía, con momentos de tensión que han llevado a un conato de carga de los antidisturbios
Bomberos y agentes forestales y medioambientales llegados desde distintos puntos de España, muchos de ellos con su ropa de trabajo y las herramientas que usan ... para combatir las llamas, han clamado este miércoles en Valladolid «por unas condiciones laborales dignas». Ha sido durante la manifestación de carácter nacional organizada por UGT y CC OO «contra la precariedad» de los operativos de lucha contra incendios, que según la Policía Nacional ha reunido a 3.000 personas.
Tras concentrarse junto a la Cúpula del Milenio, en torno a las 12:30 horas los participantes en la convocatoria han emprendido la marcha por la avenida de Miguel Ángel Blanco. Desde allí han encarado la avenida de Salamanca –cortada al tráfico para facilitar su paso– en dirección a las Cortes regionales, elegidas como destino aprovechando que esta mañana había pleno. Por el camino han hecho notar su presencia ondeando cientos de banderas y con un despliegue de humo, silbatos, bocinas, bombos y petardos, pero por encima de todos los sonidos ha destacado el ruido ensordecedor de un buen número de motosierras.
Encabezaba la manifestación una pancarta con el lema 'Condiciones profesionales dignas. El fuego no es un negocio', puesto que la principal reclamación de quienes se encargan de extinguirlo es que las administraciones articulen un dispositivo público que funcione durante todo el año. Más atrás había otras con frases como 'Nuestro futuro es el vuestro' y un resumen de las peticiones del colectivo (categoría, estabilidad laboral y formación) o 'Bomberos en lucha', así como carteles y cartones escritos a mano y otros más elaborados que incluían una imagen del consejero de Medio Ambiente de la Junta, Juan Carlos Suárez-Quiñones, en los que se leía '¡A la hoguera! Dimisión ya'.
La multitud ha llegado hacia las 13:15 horas a la explanada exterior del Parlamento autonómico, donde se habían dispuesto vallas amarillas para impedir el acceso a la Cámara y donde además estaban desplegados en torno a 40 efectivos de la Unidad de Intervención Policial (UIP). Allí los portavoces sindicales han leído un manifiesto con sus reivindicaciones –entre ellas un Pacto de Estado en la lucha contra los incendios forestales– que ha sido recibido con aplausos, a los que ha seguido una oleada de gritos de protesta que han tenido como blanco principal al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, y al citado consejero Quiñones.
Las consignas más coreadas han sido «Mañueco, da la cara», «Da la cara, Mañueco, si no es por nosotros, que sea por los muertos», «Mañueco, cabrón, trabaja de peón», esto mismo pero poniendo el apellido del responsable de Medio Ambiente y «Mañueco, Quiñones, dimisión», mientras un grupo de manifestantes quemaba dos monigotes con el traje de bombero en la plaza. La tensión ha ido en aumento y algunos han empujado una parte de las vallas hasta derribarlas, lo que ha llevado a los agentes antidisturbios a usar las porras y el spray para impedir que sobrepasaran el cordón. La reacción de la masa ha sido el lanzamiento de objetos de todo tipo, desde pintura roja –que ha manchado la fachada de las Cortes– a barras de metal, plásticos y potentes petardos a los pies de los efectivos de seguridad. Tras un conato de carga policial que finalmente no se ha producido, las voces han tornado a «Manos arriba, esto es un atraco» y «Menos porras y más batefuegos», los mismos con los que han golpeado reiteradamente el suelo para hacer patente su descontento.
Nueve muertos este año
Los encargados de poner palabras a las exigencias del sector han sido cuatro representantes de las centrales que han promovido la movilización. «Estamos aquí por una cuestión muy sencilla, y es que tenemos que empezar a visualizar que los incendios matan, la precariedad mata y la falta de inversión mata», ha sentenciado Francisco Javier García, coordinador federal de bomberos forestales de la Unión General de Trabajadores, quien ha lamentado que en lo que va de 2025 se han producido «nueve víctimas mortales, tres de ellas bomberos forestales y el resto personal voluntario». García ha recordado que «las competencias están transferidas a las comunidades autónomas, y si quieren las competencias también tienen la responsabilidad», y al hilo de esto ha puesto de relieve la «enorme desigualdad» entre unas y otras. En esta comparativa la región sale mal, puesto que según ha dicho el de Castilla y León «es uno de los colectivos peor y más maltratado de todo el territorio nacional». Prueba de ello es que «aquí un bombero forestal gana alrededor de 18.000 euros brutos anuales, cuando en otras se llega incluso hasta los 30.000 por hacer la misma labor».
En la misma línea se ha expresado Jorge Nieto, coordinador estatal de agentes forestales y medioambientales de Comisiones Obreras, quien ha asegurado que la convocatoria se ha realizado en Valladolid «porque el dispositivo de Castilla y León es uno de los peores implementados a nivel nacional», y que si han salido a la calle «es por necesidad, para demandar un operativo público 100% de gestión de incendios». Junto a esto, ha explicado que se ha elegido como lugar de partida la Delegación del Gobierno porque el Ejecutivo central todavía tiene pendiente desarrollar la Ley 4/2024 que regula su actividad en lo relativo a los coeficientes reductores, además de unas directrices de prevención de riesgos laborales, y a la Junta le ha afeado que esté «poniendo otro parche» con las medidas que ha anunciado y que «no hayan sido capaces de preguntar nada a los que realmente nos implicamos en ello».
Carlos Martín, coordinador estatal de bomberos forestales del mismo sindicato, ha señalado por su parte que es necesario «cambiar la realidad de los dispositivos de vigilancia, prevención y extinción de incendios», puesto que «en pleno verano» están integrados por «en torno a 24.000» profesionales como él en el conjunto del país «que bajan a menos de 14.000 en noviembre y diciembre». «No se puede seguir improvisando, no se puede seguir poniendo el foco cuando las emergencias se producen, cuando los incendios están llegando a las puertas de los pueblos, cuando ya amenazan los hogares y las vidas de las personas», ha añadido. Por eso ha abogado por «mantener plantillas estables todo el año» para realizar labores de prevención y auxiliares, de modo que los fuegos «no se hagan tan grandes y tan destructivos», algo que a su juicio «solo se puede conseguir con dispositivos públicos, sin que las empresas privadas puedan hacer negocio» y «con quemas controladas, prescritas, que pueden servir como vacuna» al eliminar el exceso de material combustible.
Por último Francisco José Comuñas, portavoz del Sindicato de Agentes Forestales y Medioambientales de UGT, ha apostillado que la concentración apelaba directamente «a todos nuestros políticos a nivel nacional», para que tomen conciencia de que «basta ya de no tomarnos en serio los incendios forestales» y de que son precisos «unos operativos profesionales, que puedan defender nuestros bosques y nuestras poblaciones». Pero no solo se ha dirigido a ellos, sino también «a la sociedad española y a los medios de comunicación, para que les exijamos a nuestros políticos que no vuelva a suceder que se nos quemen los pueblos, que tengamos víctimas mortales todos los años».
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