La fachada de la que cayeron cascotes en Platerías se rehabilitó hace diez años por el Ayuntamiento
Las mujeres heridas tras la caída de pedruscos de gran tamaño sobre una terraza del centro fueron trasladadas al Clínico, aunque recibieron el alta la misma noche del suceso
Aún permanecen en el suelo los «cuatro metros» de cascotes que el domingo por la tarde se desplomaron sobre la terraza del bar de tapas ... La Argolla, en pleno casco histórico de la capital, a escasos metros de la Catedral y de la Plaza Mayor, y que hirieron de levedad a dos mujeres, una española de 39 años y una estadounidense de 22. El entorno también está acordonado, aunque no son pocos los curiosos que aún se agolpan frente al precinto policial y se cuestionan qué ocurrió. A poca distancia, prácticamente al lado, un grupo conformado por tres hombres y dos mujeres intercambian opiniones mientras señalan, con cara de preocupación, hacia los balcones del bloque de viviendas del número 2 de la plaza del Ochavo, de donde se desprendieron los pedruscos de gran tamaño y que, «de milagro», tal y como lo califica el dueño del establecimiento, solo provocaron magulladuras en piernas y brazos a las heridas, clientas «habituales» del local, y que fueron dadas de alta la misma noche del suceso, según confirman fuentes sanitarias.
En el corrillo, conversan durante cerca de media hora técnicos del Ayuntamiento, el gerente del bar, el administrador del edificio y representantes de la comunidad. Hablan de lo que sucedió, del por qué y de quién debe asumir la responsabilidad, una cuestión que aún está por resolver. La fachada del bloque fue rehabilitada hace diez años (entre 2008 y 2009) por el Consistorio vallisoletano a través del Área de Rehabilitación Integral (ARI) de Platerías y los entornos de la Catedral, la primera gran actuación de renovación y adecuación de la zona. Se ejecutó entre los años 1999 y 2004, aunque previamente ya se había realizado un pormenorizado diagnóstico del estado de conservación de cada edificio y de las condiciones de habitabilidad de las viviendas. También se procedió a un análisis de las deficiencias de infraestructuras y espacios libres existentes en la zona.
Casco histórico
El proyecto, para el que se destinó 10,37 millones de euros, permitió no solo la revitalización del conjunto histórico, sino también la restauración de 160 edificios y 515 viviendas, entre las que se encuentra el número 2 de la plaza del Ochavo.
Los vecinos, entre el mutismo de la «incertidumbre», sostienen que los «embellecedores de hormigón» que se cayeron sobre la terraza «estaban dentro del plan». Aseguran estar «muy asustados» con lo sucedido y, por el momento, desconocen si la responsabilidad es suya. Desde el Ayuntamiento tampoco han podido confirmar sobre quién recae la competencia, pues ahora deberán ser los técnicos de Urbanismo los que realicen un estudio.
Los vecinos aseguran estar «muy asustados» y desconocen si la responsabilidad es suya
Al filo de las seis de la tarde del domingo, minutos después del suceso, la Policía Local acordonó la zona y los bomberos retiraron «más cascotes» y aseguraron el entorno, aunque seguirá precintado durante los próximos días y, por tanto, no se permitirá el paso. No obstante, ni transeúntes, ni propietarios ni los propios empleados de los establecimientos de la zona se sienten «seguros». Los bomberos quitaron más de diez metros de macizos de hormigón, si bien consideraron conveniente dejar uno en la segunda planta y en la tercera, desde donde presumiblemente se desplomaron, no retiraron ninguno.
Muy transitada
Los bloques de pisos contiguos también les tienen. Por ello, tras lo sucedido, los vecinos de Platerías son contundentes: quieren que se revisen los embellecedores de las fachadas de toda la calle, pues, además de ser peatonal, es una de las vías más transitadas de la ciudad por su céntrica ubicación.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión