Auvasa comprará 57 buses para bajar a ocho años la edad media de la flota

En este momento, la antigüedad media del parque móvil de Auvasa, con un total 150 coches con 15.786 plazas, es 12,7 años, que se rebaja hasta los 9,7 en el caso de los trayectos habituales. A diario salen a la calle los más jóvenes. «Aunque un autobús puede tener una vida media de veinte años, en una explotación intensiva como la nuestra esta se reduce a entre once y doce; a partir de ese momento los gastos de mantenimiento no compensan», explica el gerente de Auvasa, quien destaca el «alto nivel de competencia» del medio centenar de empleados del taller de la compañía para sacar adelante una flota que ha sufrido muchos achaques debido a su vejez. El 59% del parque móvil tiene más de diez años de antigüedad y de este montante el 35% acumula más de tres lustros de servicio continuo.

Y es que la última compra importante se remonta al periodo de 1997 a 1999, cuando se sumaron a la flota de la compañía 70 autobuses. Desde entonces, la renovación fue a menos hasta el punto de que de 2013 a 2015, años duros tras la crisis del ladrillo, no se adquirió ninguno. Ya con el nuevo gobierno municipal, desde 2016 hasta el pasado ejercicio, se han incorporado 36, los últimos: cuatro Mercedes Citaro impulsados por gas.

El empujón previsto ahora quiere rejuvenecer el servicio y sumar algunas novedades. La más llamativa será que los futuros 57 coches de Auvasa –irán rotulados también en blanco y verde, color corporativo de la empresa– contarán con tres puertas. Ahora solo tienen esas aperturas los articulados, popularmente conocidos como 'oruga'. Pues bien, los rígidos, también contarán con ellas. Explica el gerente que este diseño reduce «los tiempos de salida del autobús» y, sobre todo, «mejora los niveles de ventilación y renovación del aire interior, aspecto clave en el contexto actual de la pandemia, pero que se mantendrá en el futuro como uno de los indicadores de calidad en el servicio». Los sistemas de climatización y de aire acondicionado dispondrán de filtros HEPA o equivalentes antivirales activos de máxima eficacia, además de contar con un diseño con aportación de aire exterior y sistemas de medición de la calidad del mismo.

En cuanto a los requerimientos técnicos de los autobuses, deberán disponer de motores de acuerdo con la normativa Euro VI/D, con bajas emisiones contaminantes y reducidos niveles de ruido. Todos estarán accionados por GNC, una tecnología que en Auvasa se considera «muy solvente» tanto en el funcionamiento de los vehículos como para rebajar las emisiones.

Además, la configuración interior de los vehículos seguirá la línea marcada tras el estreno de los últimos coches. Así, está previsto que cuenten con una doble plataforma central enfrentada, que permitirá que en vez de una silla de ruedas y dos carritos de niños puedan subirse a un mismo vehículo dos sillas y cuatro cochecitos infantiles.

Se pierden entre dos y cuatro plazas sentadas, pero es una petición recurrente a la compañía por parte de los usuarios con problemas de movilidad y también de las familias con hijos pequeños que no tienen otro medio de transporte para desplazarse más que el autobús.

Los futuros vehículos deberán contar con pantallas panorámicas en el interior para ofrecer información a los pasajeros, así como con 'router' de comunicaciones que posibilitarán la integración de las nuevas tecnologías de explotación, pago y videovigilancia a bordo. Este dispositivo abre la vía también a instalar wifi gratuita en la flota. Se ha estudiado, pero ahora «no es una prioridad», según acota el gerente de la empresa.

A la par que se gestiona este acuerdo marco de adquisición, Auvasa, dentro del marco de los fondos europeos Next Generation, ha presentado sendas propuestas para la incorporación de cinco autobuses eléctricos y otros cinco de hidrógeno al año en asociación con importantes empresas del sector privado y otros ayuntamientos.