Aferrados al pincho de 'no feria' de Valladolid pese al desánimo del sector

La pandemia del coronavirus se ha llevado consigo las Fiestas de la Virgen de San Lorenzo de este 2020 y entre los cientos de actividades que ha obligado a cancelar se encuentra la Feria de Día, que llenaba la ciudad con varias decenas de casetas (97 en 2019) y convertía cada mediodía y cada noche en algunos de los momentos de mayor concentración de personas en multitud de calles y plazas.

Por eso, inmersos en la lucha contra los durísimos efectos de la pandemia sobre el sector, algunos hosteleros de la ciudad no han querido renunciar este año al pincho de feria; ese que, por un precio contenido, daba de comer y beber a miles de vallisoletanos y foráneos durante los diez días de celebraciones.

Así lo asegura Julio Ruiz, de La Argolla, que desde el pasado viernes ofrece este 'combo' por 2,80 euros a sus clientes. «Es una tradición a la que no queríamos renunciar porque hemos participado de la Feria de Día durante los últimos 18 años», argumenta este hostelero que ha decidido ofrecer su pincho de 'no feria' en el local para «que no se olvide que son las fiestas».

Supone, además una oportunidad para «llamar la atención» e intentar «vender algo» aunque reconoce que la iniciativa no ha acabado de despegar aún y espera que las condiciones climatológicas mejoren en los próximos días porque el negocio se está viendo resentido ante el viento de las últimas jornadas que hace «que la gente no aguante en las terrazas».

Con todo ello pretende este hostelero paliar la «situación preocupante» en la que se encuentra su negocio después de haberse visto obligado a cerrar durante cien días con motivo del Estado de Alarma. «Esta situación va a sepultar a muchos a no ser que haya más ayudas al sector», pronostica mientras lamenta que la única ayuda que hayan recibido hasta el momento sea la exención del pago de las tasas por instalar sus terrazas. «Es una buena ayuda, pero necesitamos otras y más ahora que nos han quitado las barras», reivindica.

Como él, su compañero de profesión César Burgos ha decidido promocionar su pincho de 'no feria' tanto en su bar de la Plaza San Juan como en el restaurante Pipistrello, a un precio de 3,70 y 3,50 euros, respectivamente. «No molesta a nadie», asegura Burgos, al que le da «penita» ver cómo la afluencia a los bares es muy baja debido a las restricciones por la pandemia y también al mal tiempo.

En su opinión, no hay demasiados negocios que hayan optado por ofrecer esta oferta porque el sector se encuentra «en un momento muy delicado y con un desánimo importante». «Cada acción que llevamos a cabo cuesta mucho esfuerzo y da mucha pena trabajar para no ver resultados. Es horrible», relata. Asegura este hostelero que «entiende» las restricciones impuestas a negocios como el suyo pero lamenta que su sector se vea «perjudicado».

La Feria de Día es una de las iniciativas estrella del programa de las fiestas de la ciudad y está organizada por la Asociación de Hosteleros de Valladolid, que en este caso ha decidido no implicarse en la implantación del pincho de 'no feria' y dar «plena libertad» a aquellos establecimientos que decidan optar por esta promoción, como aseguran fuentes de la asociación. «Es una decisión que responde a los intereses empresariales de cada uno».