El acusado de agredir a un gay al grito de 'marica de mierda' asegura desconocer su orientación sexual
Gilberto Castañeda, que se enfrenta a 15 meses de cárcel, afirma que solo se acercó a la víctima para que se disculpara tras un encontronazo «con una amiga»
«No le he dado golpes. Cualquiera que me conozca sabe que no haría ni diría nada de eso, pero si eso le pasa con una de mis hijas, hubiera tomado otra estrategia». Es la declaración de Gilberto Castañeda Rivera, acusado de agredir a un joven homosexual al grito de 'marica de mierda' el 2 de mayo de 2021 en el bar Alborada de Valladolid.
Castañeda, arquitecto de profesión, ha declarado este miércoles en la Audiencia de Valladolid que desconocía la orientación sexual de la víctima (Roberto M.S.) y que tan solo se acercó a ella tras un encontronazo que mantuvo Roberto con «una amiga». «Antes de los hechos, me comentaron la situación que vivió mi amiga y él unos días más atrás. El 2 de mayo, el Día de la Madre, coincidimos en el bar y me acerqué a él para que pidiera disculpas a Elena R.V. (su amiga). Tuvimos una breve conversación y todo pasó muy rápido. Tuvo una contestación subida de tono y le debí sujetar. Luego aparecieron por la puerta los camareros y Rubén (hijo de Elena) y me volví a la terraza», ha reiterado Gilberto Castañeda, que no recuerda que pronunciara insultos homófobos.
«Solo sé que todo sucedió en un periodo corto de tiempo», ha respondido el acusado a la pregunta de la fiscal si dijo 'hijo de puta, marica, marica de mierda, hay que matar a los maricas como tú, chupapollas y te voy a enseñar a tratar a las mujeres', expresiones por las que se le acusa de un delito de odio. «En mi intervención no tenía nada que ver que fuera homosexual. Además, no le conozco así que no sabía si lo era», ha añadido.
La propia víctima ha asegurado que «no me escondía» y que en el bar, donde víctima y agresor eran clientes habituales, sabían su orientación sexual. «Llevo nueve años con mi pareja y nos hemos dado besos o vamos de la mano», ha añadido después de describir los hechos en el baño del establecimiento hostelero. «Fui al bar con mi madre y mi novio y solo nos podíamos sentar en la terraza al estar vigentes aún las restricciones por la pandemia. Fui al baño y él (por Gilberto) vino detrás. En el habitáculo del retrete me retorció el brazo derecho, me agarró por el cuello y me intentó asfixiar. Me quedé inmóvil y si no llega a ser porque entraron Rubén y los camareros, no lo cuento», ha declarado Roberto M.S.
Tras separarles, la víctima ha reconocido que «Gilberto intentó agredirme nuevamente con los mismos insultos que me dijo en el interior del baño», ha continuado.
A urgencias
Tras la trifulca, Roberto acudió a urgencias del Sagrado Corazón, donde le diagnosticaron lesiones en la zona cervical y en el codo derecho. «Ahora tengo que tomar pastillas por la ansiedad al recordar los hechos. No puedo dormir», ha proseguido.
Tras atenderle en el Sagrado Corazón, Elena, con quien tuvo el rifirrafe días antes de la agresión, se acercó a ver cómo estaba. «Elena me insultó y me pidió perdón. Además, me dijo que Gilberto tenía problemas con los homosexuales», ha insistido en su declaración.
A esa trifulca también hace referencia la propia Elena, que reconoció el encontronazo con Roberto una tarde en la terraza del mismo bar. «Al pasar golpeó una silla de mi amiga y la dijo que 'si no le daba vergüenza estar borracha a esa edad' a lo que contesté 'marica'. No sabía si lo era, pero lo intuía porque su voz no era 'normal'», ha declarado Elena R.V.
Por su parte, la médica forense ha puntualizado que las heridas producidas han conllevado «20 días de curación y que tiene ansiedad, que se ha atenuado con el tiempo». «Las lesiones son compatibles con un agarre por el cuello», ha concluido.
De esta forma, Gilberto Casteñeda Rivera se enfrenta a penas de entre doce y quince meses, los que solicita la Fiscalía de Valladolid y la acusación particular, respectivamente, por delitos de odio y de lesiones leves. Además, se le piden, en responsabilidad civil, una indemnización de 1.000 euros (Fiscalía) y de 5.050 (acusación particular).