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Plaza Mayor de Piñel de Abajo, uno de los municipios con actualización del valor catastral. A. O.
La actualización del valor catastral afectará en 2019 a 21 municipios vallisoletanos

La actualización del valor catastral afectará en 2019 a 21 municipios vallisoletanos

Tudela de Duero rebaja el IBI y deja de ingresar 80.000 euros para que la medida no repercuta en el bolsillo de los ciudadanos

Lorena sancho

Sábado, 3 de noviembre 2018, 21:13

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El valor catastral de los inmuebles urbanos de 21 localidades variará en 2019 para ajustarse al precio real del mercado. Lo hará en aquellos municipios que antes del 31 de mayo solicitaron al Ministerio de Hacienda que aplicara en sus edificios los coeficientes de actualización para equiparar el valor del inmueble al real del mercado, una vez que la última revisión general del catastro se había realizado hacía varios años (en algunos casos, décadas).

Estos 21 ayuntamientos han recibido hace unos días la notificación del Ministerio de Hacienda de que desde enero de 2019 se aplicarán los coeficientes de actualización de los valores catastrales que establezca la Ley de Presupuestos Generales. Si bien, todos ellos debían haber cumplido previamente tres requisitos; que hayan transcurrido al menos cinco años desde la anterior valoración general, que haya diferencias sustanciales entre los valores del mercado y los que sirvieron de base para la determinación catastral vigente y que la solicitud se hubiera formulado antes del 31 de mayo.

El valor de cientos de inmuebles se verá así ligeramente modificado el próximo año en esta veintena de localidades. Y la consecuencia más directa será el cambio en el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), que toma el catastro como referencia para calcular esta tasa en las localidades. En algunos casos, la revisión catastral databa del año 1988, por lo que desde el año 2015 la actualización, vía progresiva con coeficientes o inmediata, es obligatoria.

Aumento del IBI

¿Esto significa un incremento en el precio del IBI del próximo año? No necesariamente. En municipios como Piñel de Abajo, su Ayuntamiento ha solicitado al Ministerio de Hacienda que la base imponible de los coeficientes que aplicará para la actualización se mantenga fija y similar a la de este año. «Que no suba, que se mantenga así hasta que nos hagan otra revisión catastral general», precisa el alcalde, Fernando Sanz. Y no es la única demanda, pues tiene constancia de que otros municipios de su entorno también se han acogido a esa petición para que al final no se traduzca en un incremento en el IBI que anualmente pagan los vecinos.

En otros ayuntamientos, en cambio, la aplicación de esos coeficientes de actualización sí se traducen en un incremento a la hora de recalcular el IBI que deberán pagar los vecinos. Ocurriría, por ejemplo, en el caso de Tudela de Duero si el Ayuntamiento no hubiera actuado para compensar eses incremento. Pero el año pasado, y en previsión de lo que podría ocurrir, aprobó una rebaja en el gravamen que se traduce en una disminución en el impuesto. «En 2015, cuando llegamos al Gobierno, el gravamen era del 0,77 sobre el valor catastral. Ahora está en 0,63», explica el alcalde, Luis Javier Gómez. Esto se traduce en una rebaja en el recibo del IBI, de tal forma que los vecinos este año pagarán de media 15 euros menos en este impuesto. «Merma la recaudación del Ayuntamiento en 80.000 euros, pero nos lo podemos permitir porque hemos amortizado 1,5 millones de euros en deuda», añade el regidor.

La posibilidad de rebajar el gravamen también se lo está planteando la localidad de Castrejón de Trabancos, que será otro de los municipios a los que se aplicarán los coeficientes de actualización. «Estamos batallando para ver si lo podemos bajar», señala el alcalde, Moisés Santana, quien admite que esa medida supondría una merma en los ingresos y, por tanto, en los servicios.

La explicación a la solicitud de la aplicación de estos coeficientes la tienen desde la Secretaría del Ayuntamiento, cuya titular asegura que se trata de ajustar el valor al del mercado, pues desde la última revisión catastral general a la actualidad hay una gran variación con respecto al precio real «y supone una merma en los ingresos del Ayuntamiento». «Esto significa también que cuando una persona quiera vender su inmueble, el precio también estará más ajustado a la realidad», añade.

En Villalbarba, otro de los municipios que aparecen en el listado admitido de Hacienda, llevan desde el año 1988 sin actualizar su catastro. De tal forma que con la medida aprobada en 2015 por parte del entonces ministro Cristóbal Montoro, el Ayuntamiento optó por aplicar esos coeficientes de forma progresiva. «Lo normal es que si sube el valor catastral suba el IBI», señala su alcalde, Carlos Martínez, aunque recuerda que en estos pueblos pequeños el valor «siempre será inferior al de una ciudad».

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