Valladolid
Adiós a Salce, la mujer «bondadosa, alegre y familiar» a la que todos querían cercaLa fallecida en el accidente de tráfico de Cantabria, hija del fundador de Indal, viajaba junto a su marido, el médico Jesús Abia
«Bondadosa, generosa y muy familiar». «Siempre dispuesta a echar una mano». De esas personas a las que «todos quieren tener cerca», porque «contagiaba su ... alegría» y «todo le parecía bien». Así era María Salceda Arias Tobalina, la vallisoletana fallecida este sábado en un accidente de tráfico múltiple en la autovía A-67 en Cantabria, a la altura de Bárcena de Pie de Concha en sentido Santander. El siniestro causó además ocho heridos, entre ellos una mujer de 42 años que continúa ingresada en la UCI del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla.
Salce, la cariñosa abreviatura con la que se dirigían a ella en su entorno, deja un vacío imposible de llenar en el corazón de los que la querían. Y son muchos, porque como destacan sus allegados uno de los principales rasgos de su carácter era que «se preocupaba por todo el mundo». «Se desvivía, se entregaba. Era una persona buena por naturaleza, con un punto de inocencia, a la que jamás le oías decir una cosa mala de alguien», recuerdan con inmensa pena los que la conocían bien. Madre de tres hijos «a los que adoraba», Jesús, Andrés y Ester, era también una tía muy querida para sus sobrinos, «a los que se comía a besos». Siendo como era «muy niñera», una de sus grandes satisfacciones era poder disfrutar de sus seis nietos, «tres de ellos nacidos en el último año».
Alumna de Las Francesas hasta la adolescencia y formada posteriormente como maestra en la Escuela Universitaria de Magisterio Ausiàs March, «aunque nunca ejerció», Salceda pertenecía a una familia muy conocida y querida en Valladolid. Era hija del fundador de Industrias Derivadas del Aluminio (Indal), Héctor Arias San Vicente, que como ella murió a una edad temprana –en su caso a los 56 años, víctima de un infarto– cuando estaba en lo más alto de su exitosa trayectoria empresarial. No solo abrió en el barrio de Delicias en 1950 la compañía que se convertiría en un referente en la fabricación de luminarias, a la que se sumaría al poco tiempo su hermano Leopoldo, sino que fue presidente de la Cámara Oficial de Comercio e Industria, catedrático de Tecnología de la Escuela de Ingeniería Técnica Industrial y consejero de la Caja de Ahorros Provincial, entre otros cargos relevantes.
El funeral por su alma tendrá lugar este lunes, a partir de las 13:00 horas, en la iglesia parroquial de San Miguel de la ciudad
Salce tenía siete hermanos, entre ellos su melliza Fernanda y Sebastián, quien se hizo cargo de Indal en 1980 con motivo del fallecimiento de su padre. Con él a los mandos, en calidad de presidente y consejero delegado, se negoció la compra de la compañía por Philips en 2011. La multinacional holandesa se había fijado en las innovaciones de la firma vallisoletana en materia de lámparas led, con la que competía de tú a tú. En 2016 la división de alumbrado se desgajó del grupo y pasó a ser Signify, marca bajo la que siguen operando las instalaciones del polígono de Argales, que exportan el 85% de su producción y donde el pasado noviembre se presentó una nueva línea de iluminación solar.
Coincidiendo con la venta de la empresa, la familia Arias y dentro de ella Salce, que figura como una de las firmantes de la escritura de constitución, decidió crear la Fundación Indal con el objetivo de «agradecer a la plantilla el trabajo de muchos años y los éxitos conseguidos, lo que ha contribuido de una manera significativa a la materialización de la operación corporativa con Philips». En virtud de esa iniciativa, desde 2012 la entidad financia subvenciones a fondo perdido, becas y otras ayudas de estudios, préstamos y avales a los antiguos trabajadores y sus descendientes.
Fruto de la fatalidad
La fallecida viajaba junto a su marido, el también vallisoletano y médico de Atención Primaria Jesús Abia González, que en la actualidad ejerce como coordinador del centro de salud Centro-Gamazo (Campo Grande) pero que a lo largo de su vida profesional no solo se ha dedicado a la asistencia sino también a la gestión. De hecho, durante una década fue director médico de la Gerencia Oeste de Salud de Valladolid y justo después, en 2012, fue nombrado director gerente de Emergencias Sanitarias. Ejerció esta responsabilidad hasta finales de 2019, unos meses después del desembarco de Ciudadanos en la Consejería de Sanidad de la Junta.
El accidente que ha llevado el luto a la familia Arias Tobalina ha estado marcado por la fatalidad. Una «fuerte granizada» convirtió el asfalto en una «pista de hielo» poco antes del mediodía del 25 de enero, provocando que los vehículos fueran chocando unos con otros. «Han empezado a patinar, perdiendo los conductores por completo el control», según comunicaron fuentes del operativo de asistencia, que cifraron en siete los turismos implicados.
Uno de ellos volcó lateralmente y sufrió un golpe frontal «fortísimo», quedando contra la dirección de la marcha, pero el que se llevó la peor parte fue el del matrimonio vallisoletano, que se dirigía por la A-67 a su segunda residencia en una localidad cántabra y se quedó asimismo en contradirección debido al siniestro. «Los dos ocupantes se han bajado del vehículo con tan mala suerte que otro que venía dando vueltas les ha golpeado su coche y la mujer ha salido despedida y ha perdido la vida», informa El Diario Montañés.
La despedida de Salceda Arias Tobalina, a quien se vela en el tanatorio El Salvador, será este lunes a las 13:00 horas. El funeral tendrá lugar en la parroquia de San Miguel de la capital vallisoletana, en la calle San Ignacio, 8, y acto seguido se procederá a su incineración. Descanse en paz.
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