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El buey es conducido por la carretera por varios vehículos y personas a pie.
Apresado en San Miguel del Arroyo un buey escapado hace trece días del encierro de Íscar

Apresado en San Miguel del Arroyo un buey escapado hace trece días del encierro de Íscar

El animal fue capturado a las siete de la mañana tras seis horas de persecución por la antigua carretera C-601

CRUZ CATALINA

Sábado, 20 de agosto 2016, 17:31

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La presencia de un buey deambulando, primero por las afueras del pueblo y después callejeando por el casco urbano al verse acosado por varios vehículos y personas a pie que le seguían tras darse la voz de alarma, ha alterado la normal tranquilidad de la madrugada de este sábado de los vecinos de San Miguel del Arroyo.

El buey en cuestión era un bóvido que participaba como guía de los cinco novillos junto con otros cinco mansos en el encierro campero celebrado durante las fiestas de Íscar el pasado día siete. Durante el festejo se separó de la manada, emprendió la escapada y se le perdió la pista en el cauce del río Cega.

Durante estos trece días el animal ha deambulando sin rumbo fijo, pero sin dejar pistas fiables de por donde había pasado. Las labores de rastreo para su apresamiento no habían cesado en los términos municipales de Íscar, Cogeces de Íscar y Mata de Cuéllar, todo ellos ribereños del citado río Cega. El animal acabó finalmente en San Miguel del Arroyo, siguiendo posiblemente el cauce del arroyo del Henar, donde finalmente gracias a la colaboración ciudadana ha sido apresado.

Su captura tuvo lugar al filo de las siete de la mañana, tras casi seis horas de persecución por la vieja carretera CL-601, varias calles y finalmente una tierra de labor. No hubo que lamentar ningún incidente ya que el animal lejos de acometer contra personas y vehículos solo huía por temor a estos.

En los días previos se habían observado rastros que los situaban entre los términos municipales de Mata de Cuéllar y San Miguel del Arroyo. El regidor de Íscar, Luis María Martín García, manifestó el agradecimiento de los sanmigueleños por su colaboración y la tranquilidad que suponía saber que no había un animal de estas características suelto porque «aunque manso no deja de ser un animal y sus reacciones son difíciles de prevenir. Podía haber producido algún tipo de incidente con personas o algún accidente grave en su deambular».

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