Al rescate de la bandera

Las rachas de gélido viento del nordeste que ayer azotaron la capital soltaron una de las banderas de las provincias de la comunidad, precisamente la vallisoletana, que decoran la glorieta del Paseo de Zorrilla, frente al antiguo matadero, lo que puso a prueba, en principio, la pericia de los Bomberos a la hora de asegurarla y, justo después de hacerlo, su paciencia.

No en vano, una de las obsoletas escalas con las que trabaja este servicio municipal volvió a sufrir una avería, la enésima, al fallar el sistema de plegado automático del brazo una vez finalizada la intervención. Y eso que se trataba de la autoescala más moderna de la flota, pese a contar con 16 años de antigüedad, de las dos que tienen disponibles en la actualidad la otra tiene 27.

Pero de vuelta al incidente inicial, este se produjo pasadas las once de la mañana, cuando el viento hizo que se soltara la enseña provincial del mosquetón de la parte inferior que la sujeta al mástil de la glorieta de Zorrilla, donde ondean los símbolos de las nueve provincias y de la comunidad autónoma. Así que tuvieron que intervenir los Bomberos para amarrar la bandera ante el temor de que acabara volando por los aires en un momento en el que las rachas de viento rondaban los cuarenta kilómetros por hora el pico, de 42, se alcanzó a las una de la tarde.

De manera que allí, a caballo entre el antiguo matadero y el Cuatro de Marzo, desplegaron su veterana escala Mercedes Metz (de 1999) los efectivos del Servicio de Extinción de Incendios a las 11:25 horas para llevar a cabo la sencilla operación bandera. La cesta subió con normalidad, dos bomberos lograron asegurar enseguida la enseña provincial en lo alto del mástil y lograron bajar sin incidencias a tierra firme. Fue justo después, al intentar plegar la escalera sobre el techo del camión, cuando el sistema falló. Otra vez.

«Reiniciar el sistema»

«Es una máquina que tiene unos años y a veces pasan estas cosas», reconocían después fuentes del servicio antes de aclarar que ayer, en concreto, «falló la electrónica y fue imposible ajustar bien la escala a las pestañas situadas sobre la cabina». Así que tocó llevarla al parque central y allí, al igual que en ocasiones anteriores, la arreglaron ellos mismos. «Tiene mucha electrónica, pero es antigua, y en cuanto realizas una maniobra falla», añaden. La solución habitual, como ocurrió ayer, pasa por «reiniciar el sistema». Apagar y encender, vamos.

«Se reseteó, se ajustó y enseguida volvió a estar operativa la escala», confirmaron los bomberos consultados, quienes indicaron que este vehículo falla más, incluso, que el que lleva 28 años operativo, desde 1988 una Iveco Magirus, cuyo brazo es «mecánico».

La veterana escala de 1999 volvió a estar en servicio por la tarde y la enseña vallisoletana, por cierto, ondea también con normalidad en el mástil de la glorieta. Fin de la operación bandera.