Policía y prensa, una relación de equilibrismo
Medios de comunicación y autoridades oficiales debaten sobre el vínculo diario y de necesidad entre ambos
marina casero
Miércoles, 30 de septiembre 2015, 13:08
«Medios de comunicación y Policía estamos obligados a entendernos», afirma Francisco López, comisario jefe provincial de Valladolid. El objetivo de este encuentro, como bien introduce Antonio Iganacio Cela, brigada provincial de la policía judicial, es compartir experiencias y vivencias personales. Y, si es posible, concluir que ambos tienen mucho en común. A veces, surgen dificultades. Sin embargo, todos los ponentes coinciden en que es necesario un equilibrio entre el derecho a la información y el respeto al transcurso de la investigación, sin interferencias.
Luis Jaramillo, director regional de la Cope, centra su intervención en la importancia de los sucesos para el día a día de los medios de comunicación. Para ello, en su redacción, no solo se sirven de las fuentes oficiales, también recurren a las agencias y los propios oyentes. Los suicidios entran dentro de la sección de sucesos. A pesar de ello, el trato que se les ofrece es bien distinto. Jaramillo aclara que tienen una ley muy asumida para dejar de lado estos temas en su medio.
Por su parte, Eduardo Álvarez, director de RTVCyL, reconoce la fuerte apuesta de la Policía en su relación con los medios de comunicación y su presencia en las redes sociales. En lo que a él le toca, habla de las dificultades de la televisión. «Necesitamos imágenes y sin ellas, no hay noticia».
Eloy de la Pisa, jefe web y de fin de semana de El Norte, expresa la dificultad que él ha vivido, por ejemplo, a la hora de adjuntar una foto a una noticia de sucesos. «Es un tema muy delicado. A veces, se publican las iniciales de una víctima o un presunto delincuente y se adjunta una foto. Es algo incongruente». De la Pisa transmite el mensaje que el director de su medio, Carlos Aganzo, les traslada en lo referente a los incidentes: «pensad en los inocentes». Muchas personas pueden verse implicadas de forma indirecta. El representante de El Norte incide en las dificultades que existen en la comunicación con el Cuerpo Nacional. Lo califica de «bloqueo ventajista». De la Pisa explica que los redactores, a menudo, cuentan con soplos en lo referente a la investigación de un caso. El primer paso es acudir a una fuente oficial de la Policía, en ocasiones se encuentran con negativas. Pero horas después, reciben una nota de prensa con datos sobre el acontecimiento. «Esto provoca malestar y recelos, aunque no influye en la relación directa con los comisarios».
Una pieza importante en la comunicación de ambos profesionales es el gabinete de comunicación de la Policía. Quizá el elemento que ejerce un papel más complicado, al encontrarse en el medio. López compara de forma irónica a los portavoces de la institución con moscas cojoneras. «Nos presionan para ver qué se puede contar a los medios pero nosotros no tenemos la velocidad que ellos nos demandan», dice.
Un suceso polémico como el de Isabel Carrasco, ocurrido en la comunidad, es objeto de debate también. Jaramillo relata su experiencia para intentar informarse. «Desde aquí nos remitían al gabinete de prensa de Madrid y allí, ni tan siquiera nos cogían el teléfono». La jerarquía interna es estricta y en asuntos mediáticos la información se gestiona a nivel nacional. Los redactores reclaman que se ejecute un mecanismo de colaboración para administrar datos a los medios locales.