Un vecino de Villavicencio abre hoy un museo con más de 300 modelos de teléfonos
Raúl Asensio lega a su pueblo una colección que ha recopilado en sus 41 años de trabajo en una empresa de telecomunicaciones
Lorena Sancho Yuste
Viernes, 14 de agosto 2015, 09:46
De los teléfonos de estilo sobremesa, aquellos que formaban parte de la decoración en cualquier película de mediados del siglo pasado, a los Alcatel que se hacían hueco en las mochilas de los jóvenes universitarios de los años 90. Varias décadas de historia narradas a través de la telefonía, primero fija y después móvil, a través de más de 300 aparatos de telefonía que forman parte de una colección de más de medio millar que Raúl Asensio, vecino de Villavicencio, alberga como un tesoro laboral. Desde mañana, auténticas reliquias de la telefonía entrarán en la historia turística y patrimonial de esta localidad de Tierra de Campos, donde el sexagenario Raúl Alonso inaugurará la exposición permanente etnográfica El Corralón. Años, muchos, por conseguir un sueño que por fin se hará realidad en los bajos de esta vivienda, donde ayudado por su familia ha conseguido instaurar una colección elaborada a lo largo de sus 41 años de vida profesional en una empresa de telecomunicaciones. «Cada vez que hacía un desmontaje los iba apilando en cajas o bolsas para coleccionarlos, porque mi idea siempre ha sido tener el máximo material posible sobre mi vida laboral», comenta Raúl Asensio.
Desde que se jubiló hace tres años, su objetivo ha sido poder exponer estos aparatos y darlos a conocer a sus vecinos. Su intención es abrirlo en determinadas épocas del año, pues él reside en Madrid de forma habitual, pero promocionarlo a su vez fuera de la localidad para dar a conocer a Villavicencio. El más antiguo de la colección data de 1921, uno que adquirió en el museo del ferrocarril de Las Delicias, pero la interminable colección recorre prácticamente todas las épocas del teléfono con unidades dignas de coleccionista. Aquí se puede ver por ejemplo el primer teléfono móvil para un vehículo, del año 1977; los primeros móviles, que pesaban hasta 1,8 kilos; el primer manos libres para un teléfono de sobremesa, del año 1989; y distintos intercomunicadores para hospitales. «Los más emblemáticos y los que más años han estado funcionando en España son los heraldo de sobremesa, que sustituyeron a los de baquelita», señala el coleccionista. De este tipo hay una gran colección. También de los más modernos, de los años 2000.
La colección se completa con las herramientas, proyectores, videoconferencias, reproductor de CD múltiple y cañón para diapositivas que él mismo utilizaba en su trabajo. También con cámaras de fotos propias, los clásicos casetes de cinta, contestadores de teléfonos y los inalámbricos. «Las emisoras, las linternas de cámara, la guillotina para cortar cables, todo lo que se me iba ocurriendo lo iba coleccionando», añade el villavicentino, quien insiste en que la colección ha nacido sin ánimo de lucro y que por tanto tendrá entrada libre. «Quiero mucho y he querido siempre a mi pueblo. Por eso quiero extenderlo fuera de sus límites y hacer cosas que logren que cada vez haya más gente», concluye este vecino.
La inauguración de la muestra permanente tendrá lugar mañana viernes a las 18:30 horas con la presencia de vecinos y autoridades. Después, estará abierta hasta septiembre, mientras que sus periodos de apertura irán variando en función de los días que el coleccionista esté en la localidad.