Los agricultores de Castronuño tasan los daños del último pedrisco

Primero fue el granizo, «cayeron bolas tan grandes como canicas», y después llegó la lluvia, «creemos que rondamos los 70 litros por metro cuadrado». Tras horas y horas de tormenta, los campos, huertas, caminos, tuberías y carreteras comarcales del término municipal de Castronuño quedaron arrasados el pasado viernes cuando la localidad quedó asolada por una gran tormenta de verano.

Según aseguró el alcalde del municipio, Enrique Seoane, «ha tenido consecuencias imaginables», motivo por el que la Junta Agropecuaria Local (JAL) está cuantificando los daños para solicitar las ayudas pertinentes a las diferentes administraciones.

Mientras tanto, Seoane instó ayer a la secretaría general de la Administración local a solicitar de manera urgente la declaración de zona catastrófica de parte del término municipal. Por el momento y hasta que los agricultores cuantifiquen sus daños, varios técnicos de la Delegación de Gobierno visitarán este jueves el municipio.

Asimismo, el regidor espera que los técnicos de Diputación, la Junta de Castilla y León y de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) también visiten el municipio para «cuantificar cuanto antes los daños para poder reparar todas las pérdidas que tenemos, que son cuantiosas y elevadísimas», declaró el primer edil. Los primeros en hacerse eco de esta «tragedia» han sido los miembros de la Diputación de Valladolid, quienes a primera hora de la tarde de ayer enviaron al municipio a sus técnicos. Además de los profesionales, el dispositivo provincial estuvo formado por un vehículo del servicio de extracción de fangos y del servicio de limpieza y mantenimiento de colectores urbanos. El objeto de esta medida es ayudar, en lo que sea posible, a la recuperación de las zonas afectadas por la inclemencia meteorológica acaecida en días pasados.

Viñedos arrasados

Las cebollas, tomates y demás verduras que crecían poco a poco en las diversas huertas del municipio asentadas en las proximidades del Arroyo del Caño han desaparecido debido a la «fuerza con la que el agua venía». Esta misma suerte es la que corrieron los viñedos de la Denominación de Origen Rueda situados en todo el término. Las cepas han quedado sepultadas bajo el lodo por lo que «este año será complicado poder beber vino de esta zona», comentó el regidor, quien espera que los miembros de la JAL tengan lo antes posible la valoración inicial de los daños para «seguir llamando a todas las administraciones para poder conseguir su ayuda».

Como aseguró Seonane, «hace un mes tuvimos otra tormenta y hemos tardado mucho tiempo en limpiar el pueblo y en arreglar los desperfectos como para ver ahora que todo vuelve a estar embarrado». Además de las pérdidas, que el regidor califica de «cuantiosas», el Ayuntamiento lamenta la situación ya que «muchos agricultores han perdido todo, por lo que estamos en una situación crítica».

Una de las infraestructuras más afectadas es la carretera provincial VA-601 que une Castronuño con la localidad de Bóveda de Toro. En esta vía, un gran socavón ha imposibilitado desde el pasado viernes que el tráfico fluya con normalidad ya que la vía está cerrada debido a la posibilidad de un desprendimiento total (dos carriles) de la calzada. «Estamos a la espera de que alguien de la Junta venga a tasar los daños de esta carretera ya que no se puede utilizar desde la tormenta ante el peligro de derrumbe total».

Tubos de riego desaparecidos o casetas de obra destrozadas son algunos otros desperfectos cuantificados por el Ayuntamiento de Castronuño tras la tormenta que sufrió el municipio el pasado viernes.