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Burrieza y los cofrades, durante la procesión.
Burrieza anima a San Miguel del Arroyo a difundir su nombre y patrimonio por el «eco de los valles»

Burrieza anima a San Miguel del Arroyo a difundir su nombre y patrimonio por el «eco de los valles»

El historiador y colaborador de El Norte pronuncia el pregón de las fiestas de Pentecostés

EL NORTE

Domingo, 24 de mayo 2015, 13:08

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Cuenta el historiador Javier Burrieza que San Miguel del Arroyo entró «con mayúsculas» en la historia de los documentos «en tiempos de Alfonso VIII, allá por el siglo XIII, cuando Castilla está en pleno periodo de expansión y los núcleos de población se reorganizaban». San Miguel del Arroyo, por ejemplo, se asociaba al concejo de la villa de Cuéllar.

Y años después de aquel documento primero, «el amor desafiante de una gubia sobre la madera que después se policroma» dio lugar a la Virgen de Fuenlabradilla, protectora del municipio que ayer escuchó el pregón de Javier Burrieza en el inicio de las fiestas de Pentecostés. El colaborador de El Norte recordó que esta localidad siempre ha sido «tierra de encrucijadas. Hasta de parroquias que pertenecían una a la diócesis de Valladolid y otra a la de Segovia. Encrucijadas de provincias, de devociones, de arroyos, de formas de llamar a María. Iglesia de San Miguel, dedicada al arcángel mayor; iglesia de San Esteban, el primer mártir de los cristianos, donde vive hoy la patrona».

«El apellido familiar de la Virgen Fuenlabradilla se encuentra entre los hombres y mujeres de San Miguel del Arroyo, cuando un sacristán, a finales del siglo XVII, solicitaba a la parroquia de San Esteban que devolviese una campana de Esquilón que era propiedad de la ermita. Llegaron después malos tiempos y el ministro y escritor, bien informado como estaba don Pascual Madoz, confirmaba a mediados del siglo XIXque ya la ermita estaba ruinosa y la Virgen se había trasladado a la parroquia de San Esteban», rememoró Burrieza durante su pregón.

El historiador invitó a los vecinos a «echar las campanas al vuelo para que el nombre de este pueblo se siga escuchando por el eco de los valles, para que encontréis en vuestra patrona la causa, la esencia de vuestra fiesta, que ella os dará la alegría, porque una madre siempre nos quiere ver felices». Yanimó a «construir un futuro para el pueblo, la comarca y Castilla, que se desangra si no cuenta con los hombres que en ella nacen, laboran y crecen donde les plantan, como decía el maestro Delibes». Durante la procesión, el cortejo estuvo presidido por el mayordomo José Luis de Pedro, cargo rotativo entre los 46 integrantes de la cofradía.

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