El año menos luctuoso de la historia deja nueve muertes en las carreteras de Valladolid
El último siniestro mortal en la provincia ocurrió en octubre y en la capital solo se ha producido un fallecido en un atropello en enero
J. Sanz
Domingo, 4 de enero 2015, 09:54
Resulta imposible encontrar un año como el que acaba de terminar en el que se concentren dos rachas consecutivas de más de cinco meses sin víctimas mortales en las carreteras de la provincia. La primer tuvo lugar entre enero y abril y la segunda, en el último trimestre del año. Todo ello para cerrar un 2014 que se ha perfilado como el menos luctuoso de la historia con nueve fallecidos sobre el asfalto, seis menos que durante 2013, lo que confirma la acusada tendencia a la baja de la violencia vial de los últimos decenios.
El último accidente mortal registrados en las vías vallisoletanas tuvo lugar el 13 de octubre en la carretera de León. Allí, a la altura de Berrueces, se produjo una colisión frontolateral entre un turismo y un todoterreno, que le costó la vida 24 horas después a un hombre de 68 años, José Luis de Castro, el padre del torero César Manrique.
Ninguna familia ha vuelto a verse azotada desde entonces por una tragedia ocurrida en las carreteras de la provincia. El siniestro de Berrueces ocurrió en una vía convencional de doble sentido, la Nacional 601, al igual que seis de los otros ocho accidentes mortales del año. Los nueve se repartieron entre vías autonómicas (3), nacionales (2) y provinciales (2) y en las autovías (2).
Distracciones y salidas de vía
Las distracciones estuvieron detrás de más de la mitad de los siniestros (cinco) mientras que en el capítulo de las causas, cuatro de ellos se produjeron fruto de salidas de la vía. Los demás se produjeron fruto de colisiones y de atropellos a peatones (así perdieron la vida dos personas), según los datos facilitados por la Dirección General de Tráfico (DGT).
La baja siniestralidad no oculta, sin embargo, tragedias como la registrada al filo de la medianoche del 28 de agosto en la carretera autonómica que une Puente Duero, el barrio más alejado de la capital, con Villanueva de Duero (Cl-610). Allí murió un chico de 12 años al ser arrollado por un coche cuando caminaba en solitario por el arcén empujando un ciclomotor averiado. La víctima, que residía en Simancas, carecía de la edad suficiente para pilotarla (16 años), si bien en ese momento, y en plena noche, iba a pie.
El atropello se produjo, al igual que el resto de siniestros mortales, entre los meses de marzo y octubre, cuando se produjeron las nueve defunciones. La primera, que cortó tres meses y medio sin víctimas, desde diciembre de 2013 hasta el 30 de marzo, cuando murió un jubilado de 55 años al impactar su furgoneta contra una acequia en Cabezón.
El año, pese a todo, se sitúa como el menos luctuoso de la historia y desbanca al 2011, cuando se registraron 12 fallecimientos. Lejos quedan las terribles listas negras del primer lustro del siglo XXI, con más de 90 muertes al año e, incluso, 111 en 2001.
El día de Reyes en la avenida de Salamanca
Por otra parte, y en la misma línea que en la provincia, el único accidente mortal registrado este año en las calles de la capital tuvo lugar en la madrugada del día de Reyes y le costó la vida a un viandante palentino, de 45 años y natural de Guardo, que fue arrollado por un turismo cuando atravesaba la calzada de la avenida de Salamanca, a la altura de la Feria, en un punto que carecía de paso de peatones. La víctima murió dos horas después en el Río Hortega. Aquel siniestro, registrado a las 0:30 horas del 6 de enero, fue el último con fallecidos registrado en la ciudad. 2014 se cerró así como el año menos luctuoso de la historia después de un 2013 con siete defunciones. También 2012 se cerró con una muerte frente a las nueve de 2011.