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PPLL
Jueves, 7 de julio 2011, 10:48
Puede que sorprendiera un poco al principio, pero la verdad es que ya formada parte del panorama hostelero observar las terrazas del Pasaje Gutiérrez llenas a reventar de fumadores. Era el último reducto bajo techo para ellos al entender los dueños de los bares que se trataba de una calle como cualquier otra con ventilación suficiente por sus dos entradas a las calles Castelar y Fray Luis de León. Y si nadie decía lo contrario... Pues bien, los inspectores de Sanidad acaban de tomar cartas en el asunto con sendas propuestas de sanción de 601 euros contra dos bares -los que estaban abiertos en la mañana de su visita- por una infracción grave al permitir fumar en sus terrazas.
La notificación llegó el jueves de la semana pasada y este lunes los cuatro propietarios de los bares del pasaje colocaron en sus mesas pegatinas con el símbolo de prohibido fumar. ¿Adiós al único fumadero a cubierto de la ciudad? La respuesta no está aún clara. Los hosteleros, incluidos los dos que se libraron de la sanción por estar cerrados, trabajan juntos en la elaboración de un recurso contra la sanción con el argumento de que el espacio «es una calle como cualquier otra sin ningún tipo de catalogación como galería comercial y, además, cumple la ley antitabaco al estar abierta por las dos calles».
La última modificación de la normativa, por la que se prohibió fumar en espacios cerrados a partir del 1 de enero, tampoco es que deje muy clara la cuestión. En su artículo segundo recoge expresamente que «se entiende por espacio al aire libre todo espacio no cubierto o todo espacio que estando cubierto -y a esto se agarran los sancionados- esté rodeado lateralmente por un máximo de dos paredes, muros o paramentos».
«Creemos que cumplimos con ese artículo porque aquí solo hay dos paredes y un techo y las dos entradas tienen una reja que siempre está abierta salvo por la noche por motivos de seguridad para proteger el patrimonio», resume Juan Blanco, el dueño del bar Candilejas, uno de los que se libró de la sanción junto a La Tertulia. Los multados (Pigiama y La Negra Flor) prefieren guardar silencio por ahora. Todos reconocen, eso sí, que la prohibición de fumar les «va a matar el negocio» al impedirles competir en igualdad de condiciones con el resto de bares de la capital que sí pueden dejar fumar a sus clientes en sus terrazas de la calle.
Incumplimiento «claro»
¿Y qué opinan los inspectores que abrieron el expediente sancionador? Pues los técnicos de Sanidad que visitaron el Pasaje Gutiérrez a mediados de junio aseguran que es un «caso claro» de incumplimiento de la ley al considerar que «están permitiendo fumar en un espacio prohibido por tratarse de un recinto cerrado que si puede no ser una galería comercial sí es, al menos, un espacio privado». Incluyen para hacer esta valoración las cancelas de los dos accesos, según aclaran fuentes de la Consejería de Sanidad.
Las mismas fuentes anticipan que, en cualquier caso, sus servicios jurídicos estudiarán las alegaciones y elevarán la consulta al ministerio para aclarar las posibles dudas.
Los hosteleros insisten en que sus negocios se encuentran en una «calle como otra cualquiera» porque así figura en el registro municipal e, incluso, recuerdan que dentro del pasaje hay portales de acceso a las viviendas. Tanto es así que el propietario del Candilejas ahonda en que su local tiene la dirección en el «número 2 del Pasaje Gutiérrez», es decir, «en una vía de la ciudad como si fuera la calle Santiago».
Los afectados también lamentan que no hay cartel alguno que prohíba fumar a los viandantes que transitan por el pasaje. «Resulta que no podemos dejar fumar en las terrazas y sí pueden fumar las personas que pasen simplemente por aquí».
Testigo involuntario de la trifulca es el Ayuntamiento. ¿Es o no es una calle el Pasaje Gutiérrez? Fuentes municipales aclaran que no, al menos, por el momento: «Sigue siendo una vía privada de uso público y aunque pueda considerarse como calle lo cierto es que todavía no es de titularidad municipal». Pero lo será. La intención del Consistorio pasa por conseguir la cesión y añadir el pasaje a su lista de vías públicas. Para ello deben cerrar un acuerdo con los propietarios. Y la negociación colea tiempo remotos.
Esta suerte de limbo legal del pasaje la confirma el hecho de que los hosteleros no pagan desde hace cuatro años -por cuestiones legales, ya que sí lo hacían durante los veinte anteriores- las tasas de terraza. Eso y que los barrenderos municipales tampoco se encargan de la limpieza.
Lo que dejan claro las fuentes consultadas es que «en ningún caso se trata de una galería comercial». Sí es, en cambio, un espacio catalogado y protegido desde su declaración como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta en 1998.
¿Eso significa que no se pude fumar en su interior? Los hosteleros entienden que no e insisten en su tesis de la vía pública. Y sobre ella girará el recurso que preparan los bares contra la propuesta de sanción.
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