Tradición familiar para una nueva era

En el llamado polígono de Alresa, o Acueducto, como mejor se quiera, detrás del recinto que ocupa la hoy deshabitada fábrica de la 'choricera', una nave de reciente factura llama poderosamente la atención. Son las nuevas instalaciones de Casper SL, la empresa familiar que fundara Amando Pérez en 1971, plenamente volcada en los sectores de la fontanería, los sanitarios, la climatización, las tuberías, el riego, las griferías y las bombas, entre otros.

En el vestíbulo de la nave, al inicio de la exposición, nos recibe Fermín Pérez Migueláñez, hijo del fundador y propietario, junto a sus hermanos, de un negocio que ha hecho valer su condición familiar para combatir lo mejor posible una coyuntura económica muy complicada. «El tejido empresarial de Castilla y León se ha mantenido gracias a empresas familiares como la nuestra, porque en estos casos entran en juego aspectos sentimentales que te mueven a echar el resto, a intentar salvar por encima de todo un legado familiar que has recibido», explica Fermín.

Casper es una compañía próspera. Tras casi cuarenta años de experiencia mantiene intacta su filosofía: el trato familiar y cercano que dispensa a su personal, su compromiso con el medio ambiente y la buena utilización de un bien escaso, el agua, y el ofrecimiento de productos de calidad.

La empresa cuenta en la actualidad con 33 trabajadores fijos, repartidos en los departamentos comerciales, de atención al cliente, logística, compras, almacén, administración, exposiciones y técnicos. Cada una de las personas que integran ese equipo humano está técnicamente cualificada para acometer con garantías el trabajo que desempeña y cuenta con una formación interna continuada. Precisamente, este es uno de los aspectos que la compañía quiere potenciar al disponer de más espacio en las nuevas instalaciones de Alresa.

Casper pertenece al grupo Finisterre-Central SA, que posee medio centenar de empresas asociadas, repartidas por toda la geografía española. «Tenemos un mercado que abarca uno cien kilómetros a la redonda tomando como referencia Segovia capital -explica el empresario-. Surtimos a la provincia, a los pueblos de la sierra, el norte de la Comunidad de Madrid y a Ávila, donde tenemos buen mercado». La cartera de clientes alcanza los 2.500, la mayoría procedente de los sectores de la fontanería, la calefacción, las piscinas, el riego, la construcción y el bricolaje, entre otros. «El trato personalizado y profesional que les ofrecemos es fundamental».

Primera calidad

Losproductos que Casper comercializa son de primera calidad y por supuesto, todos están certificados, porque se trabaja con las mejores firmas del mercado. El volumen y la variedad del stock han convertido a esta empresa familiar segoviana en todo un referente dentro del sector. «Tenemos unos almacenes muy bien acondicionados con el fin de poder prestar un servicio rápido, profesional y eficaz. Aun así disponemos de lineales autoservicio muy adaptados a las necesidades del cliente, para que éste se sienta cómodo y pueda encontrar rápidamente aquello que busca», apunta Pérez Migueláñez.

La exposición de muebles y accesorios de baño es otra de las señas de identidad de esta empresa que empezó en la confluencia de la avenida Padre Claret con la calle Soldado Español, en pleno corazón de Segovia. Estos productos destacan por el diseño vanguardista y la incorporación de los últimos avances tecnológicos, los cuales desempeñan un papel clave porque permiten, entre otras muchas cosas, un consumo racional.

Laempresa que dirigen Fermín y sus hermanos está comprometida con la conservación del medio ambiente, el consumo de agua responsable y el ahorro energético. Casper se rige por las normas de Gestión de la Calidad y Gestión del Medio Ambiente. «Nosotros tocamos todo el ciclo del agua, desde las tuberías hasta la grifería. Por tanto, es algo que nos preocupa sobremanera y nos compete. Participamos por compromiso en campañas de sensibilización, porque creemos en la utilización del agua basada en el ahorro».

Fermín Pérez Migueláñez es el director comercial de la empresa, mientras que su hermano Amando asume la coordinación de la misma; su hermana Josefina, la contabilidad; y su cuñado José María Gómez, el departamento de compras. Tradición familiar en toda regla al servicio de una nueva era, la era poscrisis.