Pádel, sol y fiesta

«¿Qué es el pádel?», preguntaba ayer un niño mientras miraba el gentío que esperaba para entrar en el recinto de la Plaza Mayor. «Un deporte parecido al tenis», le respondió su hermano mayor con aires de suficiencia.

Es el tercer año consecutivo en el que la Plaza Mayor se convierte en el singular escenario de la cita vallisoletana -los V Internacionales Ciudad de Valladolid-, que se enmarca dentro del circuito de pádel Pro Tour. El pádel, que podría parecer el hermano pequeño del tenis, tiene cada vez más tirón en la capital vallisoletana, como asegura Luis García, director de Telecyl, una de las empresas organizadoras de eventos que crearon Pro Tour y que es la encargada de organizarlo en Valladolid. Los hechos lo avalan. Ayer, a pesar del tremendo calor, todos los asientos acabaron ocupados de espectadores de todas las edades, armados con gorros de paja y abanicándose con la publicidad que les daba la organización. Más de 5.500 personas, de las que en torno al 35% provenían de otras provincias, han disfrutado de alguno de los cuatro días de competición.

Pero, por supuesto, el día clave de los Internacionales era ayer, y muchos, además de aguantar el calor, terminaron viendo de pie la final masculina, que finalizó pasadas las 14.30.

Los más madrugadores encontraron sitio facilmente, a las 10.30, cuando empezaba la final femenina. Entre ellos estaba el alcalde, Francisco Javier León de la Riva, y también los pequeños Álvaro y Carlos, quienes a su corta edad son entusiastas del pádel y que ya habían asistido a la edición del año pasado. Carlos lleva una cámara réflex y toma imágenes de vez en cuando porque le gusta mucho la fotografía. Ambos coinciden en sus favoritas para la final femenina. «Quiero que gane Carolina (Navarro) porque es la mejor», contesta Álvaro. La número uno del 'ranking' no pudo ganar, pero Carlos y Álvaro la animaron hasta el final.

El resto del público animó especialmente a la otra pareja, en concreto a la jugadora Patricia Llaguno, ya que en el primer set no le dieron un punto dudoso y su garra para superar ese contratiempo cosechó simpatías entre los asistentes.

En el descanso entre las dos finales, las terrazas de los alrededores recibieron muchas visitas de espectadores ansiosos de refrescarse antes del encuentro masculino. A pesar del calor, los servicios de la Cruz Roja no tuvieron que atender ningún desmayo, sólo una quemadura producida por el sol.

La final masculina supuso el culmen de la cita y es la categoría en la que más se vuelcan los organizadores cada año. La próxima cita del circuito tendrá lugar en los aledaños del Santiago Bernabéu en Madrid. El año que viene más. Y, sin duda, mejor.