Borrar
Consulta la portada de El Norte de Castilla
:: SUSANA SAURA :: SUSANA SAURA
¡Nos va la marcha!
ARTÍCULOS

¡Nos va la marcha!

RAMÓN GARCÍA

Domingo, 9 de mayo 2010, 03:59

No, no, queridísimo Diario, estos versos no me los he inventado yo, son de un poeta que se llama Lope de Vega. Y a mi abuela Teresa le gustan a rabiar. Fíjate si le gustan, que en el mes de mayo los recita todos los días. Cuando sale por las mañanas de casa, lo primero que hace es respirar hondo y luego decir los versos: «Cantan los ruiseñores, retumba el campo». El último verso dice mi abuela Teresa que es como el final solemne de una sinfonía, así mismo dice. «Retuuuuumba el campo», porque ella lo recita alargando mucho la letra 'u', ¿sabes? Me parece que ya te he contado alguna vez que yo de mayor quiero ser poeta. Veterinaria y poeta. Lo de veterinaria lo vengo pensando desde hace mucho, no te creas, y es que me encantan los animales. A mi papá Alfredo le gustan más los árboles, para eso es director del Centro de Interpretación de la Naturaleza del Duero. Y está más contento que contento,¿sabes por qué? Porque Castilla y León tiene cada vez más árboles, así ponía el otro día en el periódico: que en los últimos cuarenta años, Castilla y León había recuperado un millón de hectáreas de árboles. Yo le pregunté a mi papá Alfredo: si los ha recuperado, ¿quiere decir que antes los había perdido?

-¡Y tanto!- me contestó con rabia -Hace un montón de años, Castilla y León era un inmenso bosque. Fíjate lo que te digo, zurdita: una ardilla podía atravesar nuestra región de punta a punta sin tener que bajarse de los árboles, saltando de rama en rama. No te digo más. Y ahora ya ves, Tesa, nuestra tierra casi parece un desierto. ¡Pero otra vez están volviendo las encinas, los pinos y los rebollos!

Pues todo esto que te cuento, querido Di, me lo explicaba ayer mismo mi papá Alfredo mientras caminábamos por los caminos y campos de las riberas del Duero. Porque ayer, sábado, para que te enteres, mi papá Alfredo, mi mamá Julia, mi superabuela Teresa y yo participamos en la 33 Marcha de Asprona. ¡Los cuatro superhéroes del pincel!, como nos bautizó mi tío Evaristo (que también iba a venir, pero al final se rajó). Aunque de cuatro nada, cinco, que también vino mi superamiguísima Renata. Y fue ella la que, a lo largo del camino, gritaba de cuando en cuando: ¡Nos va la marcha, ¿a que sí? ¡¡Síiii!!, contestábamos los demás a pleno pulmón. Me faltan palabras para explicarte, queridísimo Diario, lo requetesuperguay que nos lo pasamos. Ah, pero escucha: al comenzar a andar, casi todavía amaneciendo, nos enseñó mi abuela Teresa sus famosos versos y todos los recitamos a voz en cuello: «En las mañanitas /del mes de mayo /cantan los ruiseñores / ¡retuuuuumba el campo!». ¡Y anda que si retumbaba con nuestros versos, y con los gritos de Renata, y con las canciones, y con las pisadas de todos los caminantes! (Me salió una ampolla en cada pie pero eso ni lo cuento por ahí.)

En las mañanitas

del mes de mayo,

cantan los ruiseñores,

retumba el campo.

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla ¡Nos va la marcha!