Jorge Pérez: «El 14% de los jóvenes han quedado con un desconocido por Internet y el 10% han acudido a esas citas»
El guardia civil Jorge Pérez expone los peligros de las redes sociales y alerta sobre los datos que se ofrecen en ellas
Jorge Pérez es guardia civil y vivía una estancia tranquila en su destino en Aguilar de Campoo hasta que las Redes Sociales volvieron su vida del revés. Experimentar en primera persona el impacto que podía suponer en el día a día de cualquier persona la actividad en Internet le animó a especializarse en labores de seguridad ciudadana y compartir su propia experiencia. Pérez se subió al escenario del Teatro Calderón para exponer los peligros del nuevo estilo de vida adquirido a través de las redes sociales.
«En el mundo actual, las redes sociales es el lugar donde más se interactúa», expresaba. «Internet es una gran base de información, pero a cambio te exige también una gran información. En las redes sociales entregamos datos conscientemente e inconscientemente», añadía.
Jorge Pérez quiso poner el foco en la entrega de datos que se realizan en estas redes, datos como dónde vivimos, trabajamos o dónde hemos estudiado, hasta nuestra orientación sexual o nuestra inclinación religiosa.
Una información que de manera individual no supone un gran valor, pero que cuando se convierte en sociedad supone un gran conocimiento.
El principal problema del uso de estas redes sociales llega cuando los usuarios son menores de edad, como exponía Pérez: «Las nuevas generaciones saben más de cómo usarlas, de navegar, pero no de quién puede estar detrás de la pantalla. No podemos controlar quién está la otro lado, tanto en páginas de contacto como Tinder o páginas como Facebook o Instagram. no sabemos si con quien hablamos es quien dice ser. Ya no estamos cara a cara sino pantalla a pantalla».
«Hay datos preocupantes, el 30% de jóvenes ha dado su número de teléfono por internet, el 14% ha quedado con un desconocido, el 6% ha dado la dirección de su domicilio y un 10% ha acudido a esas citas», mostraba preocupado.
Pérez contó también su experiencia personal con el robo de datos e imágenes: «En Argentina mi nombre es Bryan, a mí no me provoca problemas, quien quede conmigo ya verá que yo no soy pero, ¿y con menores?» La pregunta quedó flotando en el ambiente del Teatro Calderón. Las palabras pedófilos y pederastas y su manera de conseguir fotografías y vídeos comprometidos mediante engaños, haciéndose pasar por otras personas y sus chantajes para quedar con ellos hicieron que el phishing, el ciberbulling o el sextting quedaran silenciados ante la gravedad del asunto. Ahí Jorge Pérez fue inflexible: «Es necesario que los padres no nieguen el problema y vayan a las Fuerzas de Seguridad del Estado, estamos para eso».