Cuatro consejos para afrontar una 'revolución'
Mosiri Cabezas, directiva de IKEA España habla del necesario equilibrio entre tecnología y humanidad para «evitar impactos negativos en lo que buscamos»
Internet es parte indisociable de nuestras vidas hasta el punto de que muchas personas como Mosiri Cabezas, directora de Desarrollo de Negocio y Transformación de IKEA España, no conciben su día a día sin la Red de redes. Menos aún viniendo de donde venimos; después de que hace seis meses los «extremos dicotómicos» empezaran a confluir por culpa de la pandemia. «Antes teníamos que elegir entre salud y trabajo, entre digital y analógico, entre el desarrollo de la empresa o el cuidado del planeta... Mi mayor balance de estos meses de rareza, que parecen ser un producto de ciencia ficción, es que tenemos que buscar un equilibrio», aseveró en su ponencia en el Congreso R-evolución 5.0.
La situación que nos tocó vivir hizo reflexionar a la directiva de IKEA España y terminar de comprender que «no tiene sentido pensar en la rentabilidad de la empresa sin pensar en la sostenibilidad del planeta, ni trabajar sin pensar en la familia o en nuestros seres queridos». Así, Cabezas considera que «debemos buscar la mesura para evitar impactos negativos en lo que buscamos», para que aquellas cosas del día a día no entren en conflicto con ese equilibrio al que se rfirió. Y para ello, basándose en su propia experiencia, ofreción cuatro consejos como «revolucionaria», como ella misma se definió en el contexto del Congreso.
Estimular el intelecto
En primer lugar, invitó a pensar. «No podemos permitirnos el lujo de dejar de hacerlo. En el entorno en el que nos encontramos está permanentemente conectado, y eso es algo que está minando nuestra capacidad de profundizar, de ir más allá de la superficialidad que nos rodea», indicó. A su juicio, «debemos recuperar la capacidad de leer, de concentrarnos, de estudiar, de abrir puertas y ventanas a lugares nuevos», puesto que ese conocimiento nos enriquece. Dentro de una sociedad en la que el acceso a la formación y a la información es sencilla, instó a «no minar nuestras capacidades intelectuales». «A mí no me dan miedo las máquinas, a mí me da miedo eso», manifestó, convencida de que la tecnología, que ofrece una explicación a golpe de clic, no tiene por qué ser obstáculo para el ejercicio de la mente.
En segundo lugar, habló del hacer como verbo importante. Durante el confinamiento, como concretó, fueron muchas las personas que aprendieron a hacer actividades denostadas o que en otro momento no se les habrían ocurrido. «Eso nos ha servido para curarnos, para concentrarnos, para ocupar nuestro tiempo...», recalcó. El hacer pasteles o aprender a coser, recordó, potencia la conexión mano-cerebro, que hace «que las neuronas se despierten», circunstancia que valoró como importante.
Su tercera recomendación es valorar el contacto físico, ese que tanto se extraña en estos tiempos, y es que «una conversación no termina sin un beso o sin un abrazo», a juicio de Mosiri Cabezas. Si bien «las redes sociales nos han mantenido conectados», hay que hacer lo posible «por sentir» y porque nuestros jóvenes «salgan del entorno de la pantalla, porque nos han salvado, pero pueden volver a convertirnos en presos».
Para terminar, recomendó recuperar «el equilibrio con nuestro cuerpo y nuestro hogar, que es nuestro planeta»; tanto comer bien o descansar como ser rsponsables a la hora de cuidar el planeta, algo que, destacó, en IKEA vienen haciendo de siempre.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.