Las residencias notifican el mayor número de muertos desde febrero
Los centros de mayores registran 151 fallecidos por covid-19 en una semana mientras los contagios se mantienen estables en 1.300
La situación no mejora en las residencias de mayores, en las que continúa creciendo el número de fallecidos. Esta semana han contabilizado 151 decesos más y para encontrar una cifra similar hay que remontarse seis meses, hasta el periodo entre el 11 y el 15 de febrero, cuando la vacunación en estas instalaciones apenas había comenzado y la tercera ola arreciaba con la mayor fuerza. Entonces murieron 180 personas en estos centros.
El incremento de los fallecidos en las residencias ha sido constante desde que en la semana del 5 de julio se registró únicamente un muerto. Desde entonces, los geriátricos han notificado siete, 36, 73, 105 y 151, según los balances que realiza semanalmente el Imserso.
La única buena noticia es que los contagios, que se dispararon durante julio, ya no suben, sino que se mantienen estables. Desde hace un mes se mueven en el entorno de los 1.300 y esta semana se han sumado otros 1.293 positivos, aunque esa cifra multiplica casi por 50 el mínimo de positivos computados en los geriátricos durante la pandemia, 25 en la semana del 14 de junio.
Aunque muy lejos de los niveles de contagios y fallecimientos de la primera ola, en la primavera del año pasado, y también de la tercera ola, después de la última Navidad, con semanas en las que se alcanzaron hasta los 800 muertos, el Ministerio de Sanidad estableció en el Consejo Interterritorial del 11 de agosto nuevas medidas para estos centros, sobre todo dirigidas a los trabajadores que no quieren vacunarse: ahora deben pasar por lo menos dos pruebas de detección de covid a la semana, controles diarios de temperatura e incluso pueden ser cambiados de puesto si sus superiores lo consideran oportuno para no poner en riesgo a los residentes. Medidas que, sin embargo, las patronales de los centros de mayores, partidarias de la vacunación obligatoria de todos sus empleados, consideraron «insuficientes» e «inaplicables».
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Según el balance del Imserso, desde que comenzó la pandemia, han fallecido 30.635 personas en los centros de mayores; a 20.089 se les realizó una prueba positiva de covid-19 y los otros 10.546 tenían síntomas compatibles con la enfermedad, aunque no se les pudo realizar PCR por la falta de disponibilidad de test, principalmente durante la primera ola.
Un positivo
Desde marzo del año pasado, 101.384 residentes se han contagiado de la covid-19. Actualmente, 250 residencias tienen por lo menos un caso positivo y en todas las comunidades autónomas hay por lo menos dos centros de mayores con contagiados.
En cualquier caso, el informe del Imserso constata el impacto positivo de la vacunación en las residencias. La letalidad global en centros residenciales desde el inicio de la pandemia se sitúa en el 19,8%, pero desde que se inició la campaña de inmunización ha descendido hasta el 7,7%.
