Borrar

Gerardo Martín, dermatólogo: «La piel no solo transmite estados de ánimo, sino también salud»

El doctor, que ha participado en el Aula de Salud de El Norte, advierte de la necesidad de aplicarse correctamente los protectores solares para evitar problemas en la piel

Andrea Díez

Valladolid

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Martes, 26 de mayo 2020

Necesitas ser suscriptor para acceder a esta funcionalidad.

Compartir

La exfoliación, los aceleradores de bronceado, aceites de zanahoria, coco, almendras, aerosoles de té negro, beber té verde y una larga lista de remedios caseros, algunos sin efectividad probada, ocuparían estos días la agenda de quiénes esperan la llegada del verano para lucir bronceado y disfrutar de la playa. Pero este año, el verano será diferente. No solo porque habrá que reservar espacio para tumbarse en la arena y respetar las distancias si no porque la piel no está preparada. La primavera bajo techo conlleva consecuencias. «Nuestra piel cree que todavía estamos en invierno y por lo tanto no está preparada para una exposición solar». Así lo explicó Gerardo Martín, médico de la universidad nacional de Colombia y dermatólogo del Hospital Clínico Universitario de Valladolid y del Grupo Recoletas, en una nueva sesión virtual del Aula de Salud, bajo el patrocinio de Galletas Gullón y de Grupo Recoletas. Durante la conferencia, '¿Cómo protegerte del sol este verano después del confinamiento?', que se pudo seguir en directo a través de la web elnortedecastilla.es, expuso unas sencillas recomendaciones para evitar quemaduras y cuidar la piel durante los próximos meses de verano.

En primer lugar, explicó los diferentes tipos de radiaciones y qué efectos tienen sobre la piel. Así, los rayos UVA proporcionan pigmentación pero también pueden provocar arrugas y cáncer de piel; los UVB que son los más peligrosos. Además de las consecuencias anteriormente citadas provocan un daño directo en el ADN y quemaduras. Por último, están los rayos UVC que no afectan a la piel porque la capa de ozono los absorbe casi por completo.

A continuación, el dermatólogo, Martín, se centró en detallar las medidas básicas para proteger la piel. En este caso, recordó que se deben evitar las horas centrales del día desde las once de la mañana hasta las cuatro de la tarde y que es recomendable buscar la sombra para caminar, así como de usar sombreros o gorras. En cuanto a la ropa apuntó: «cuanto más vieja más protege del sol porque las fibras se van desordenando en la tela y dejan pasar menos luz». Por otro lado, mencionó el uso de gafas y específicamente en el caso de los más pequeños. «Es muy importante porque el cristalino en los niños es muy transparente. Cuanto mayor es la transparencia, mayor es la radiación ultravioleta que recibe la retina y el resto de la estructura del ojo». Sobre las gafas de cristal oscuro explicó: «tienen que tener filtro porque si no nos hace dilatar mucho la retina y la entrada de luz daña esa zona»

Sensibilidad a flor de piel

El tercer bloque de la conferencia lo dedicó a las cremas. «Es siempre el apartado que más dudas suscita», señaló. Apuntó que «influyen muchos factores a la hora de analizar la efectividad y la elección de la más apropiada. Hay que tener en cuenta el color de la piel, su grosor y su exposición solar previa», enumeró. Según el dermatólogo del Grupo Recoletas, no se deberían aplicar cremas por debajo del factor 50 o 50+ por un motivo: «no sabemos ponernos la crema correctamente» afirmó. La cantidad estándar recomendada son dos miligramos por centímetro cuadrados, «es mucho y la gente no se da esa cantidad». Es decir, que uno para hacerlo correctamente debería llenarse la mano de crema cada vez que se la aplicara. En esta línea, insistió en la necesidad de dedicarle tiempo a este paso tratando de que el reparto sea uniforme y homogéneo «incluso si llevamos unas bermudas, faldas o pantalones cortos hay que repartirla por toda la pierna». Asimismo, hizo mención especial a la zona facial y orejas: «aunque se lleve mascarilla hay que ponerse crema sin olvidarse de ninguna zona». Además, subrayó la importancia de ponerse protección cada dos horas y cada cuarenta y cinco minutos «si sudas mucho o te bañas» aunque puntualizó que se trata de unas indicaciones generales. «La frecuencia varía, depende del color de piel». El doctor Martín insistió en la importancia de su cuidado porque «la piel no solo transmite estados de ánimo sino también salud».

Ropa adecuada

La moda no tiene porque estar reñida con la protección de la piel. Es cuestión de prestar un poco de atención al etiquetado y tener en cuenta, por ejemplo, que el poliéster es el tipo de tejido que más absorbe los rayos ultravioletas y que, por el contrario, el algodón y rayón son los que menos. Otro aspecto a tener en cuenta es no llevar ropa mojada porque aumenta el paso de los rayos UV. En la lista de sugerencias se puede añadir la de aprovechar un año más el vestido, la camiseta o el pantalón del año anterior porque cuantos más lavados tenga la ropa mayor será la protección.

Elección de gafas

La protección de los ojos es vital para conservar una buena visión. La continua y excesiva exposición a pantallas móviles, de ordenador y la televisión acaban repercutiendo en la salud visual. Lo mismo ocurre con los rayos solares. Por este motivo, a la hora de comprar unas gafas protectoras se recomienda asegurarse de que tienen su correspondiente certificado. Durante la conferencia se subrayó la importancia del uso de gafas en el caso de los niños para evitar daños en el cristalino, «en estos casos son muy sensible a los rayos», apuntó el dermatólogo.

Cremas protectoras

Dime como tienes la piel y te diré que edad tienes. El eterno secreto de la juventud, para algunos, se encuentra en una piel sana pero para conseguirlo es necesario atender a una serie de recomendaciones para su cuidado. La piel tiene memoria y las horas de exposición solar y quemaduras quedan registradas. Así que el dermatólogo Gerardo Martín advierte que no es ninguna broma el uso de cremas de protección solar. «Además una buena piel influye también en nuestro estado de ánimo. Si nos vemos mejor, nos sentimos también mejor»

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios