Argüello pide a las cofradías de Valladolid más unión y participación en las procesiones
El arzobispo inaugura las Jornadas de Religiosidad Popular para afrontar nuevos tiempos en la Semana Santa de la ciudad
Restan cinco meses para las procesiones de la Semana Santa de 2023, pero el arzobispo ya se reunió este lunes con todas las cofradías para ... ir preparándola en común, a lo que hizo un insistente llamamiento al compromiso de las cofradías con la sociedad y a la participación de los cofrades con sus hermandades. Luis Argüello marcó las pautas para afrontar un nuevo ciclo en la Semana Santa de Valladolid pidiendo a las cofradías una mayor unidad tanto en su seno como con el resto de sus homólogas, la búsqueda «de realizar actos coherentes en las calles para el cultivo de la devoción y de la emoción» e incluso una mayor vivencia e intensidad en la vida social y religiosa de la ciudad para llegar a todos.
También mostró su orgullo y enarboló «la labor de los fieles más incondicionales de las procesiones en el anonimato de sus propias penitenciales y también de los cofrades de acera». A todos, les solicitó que «consideremos nuestra Semana Santa como un proyecto común desde todas las dimensiones como la religiosa, la estética, la económica…».
El prelado estrenó así la VII Semana de Religiosidad Popular en un auditorio lleno donde expuso su intención de impulsar conjuntamente un libro de estilo de la Semana Santa de Valladolid, «donde se vea la importancia de cada acto, de cada día, de cada momento… Con nuestra forma de procesionar, nuestro estilo, nuestro silencio o nuestra estética». Pero para confeccionarlo, previamente, Luis Argüello quiso analizar la situación en que, a su parecer, se encuentra esta tradición partiendo de que esos días santos culminan con la celebración del Triduo Pascual, un misterio cumbre de la Iglesia que se repite en la eucaristía de todos los domingos haciendo un llamamiento a todos los cofrades: «No me canso de pedir que, como católicos, participemos el domingo en el misterio pascual».
Y en este sentido, ante esta «comunión indispensable» de las vivencias más populares y de las más espirituales, Argüello requirió a las cofradías con insistencia «a que hagan jóvenes cofrades» mostrando su disconformidad en que exista una asociación de jóvenes cofrades en paralelo a las cofradías, «aún con la mejor voluntad», por lo que animó a las hermandades a convocar a jóvenes cofrades.
El arzobispo también dio un toque de atención a algunas cofradías por diferentes circunstancias. Pidió «generosidad» al recordar la participación indisoluble de los niños y de los colegios en la procesión de la Borriquilla y también sugirió que «la participación de todas las cofradías debe ser fundamental en el Sermón de las Siete Palabras del Viernes Santo». Junto a esto, animó «a participar más» en la Misa Crismal del Jueves Santo. Y, junto a estas llamadas, también hubo mensajes para los presbíteros para que participen más en la actividad de las cofradías e hizo público su deseo de que exista formación para las directivas de las cofradías.
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