Iconografía de la Procesión de los Pasos

La Pasión de Cristo se viene celebrando desde el momento en que Jesús entregó su cuerpo en el madero, convirtiéndose entonces en la raíz del Árbol de la Vida. Este sentimiento religioso ha movido a los artistas a representarla con belleza. Si algo caracteriza a la iconografía y al rico patrimonio de nuestra Semana Santa es la diversidad de estilos, encontrando en la imagen un vehículo para evangelizar. Los pasos de la Semana Santa de Segovia centran su iconografía en Jesús, en María y en sus amigos familiares más cercanos.

La iconografía de Jesús comienza con 'La Entrada de Jesús en Jerusalén' (1964) como se representa en la obra de José María García Moro. El único evangelista que precisa que se trataba de una borriquilla es San Mateo. Uno de los momentos más íntimos y angustiosos de la Pasión de Cristo es 'La Oración de Jesús en el Huerto de los Olivos' (1907), de José Quixal. En este paso se representa a Jesús confortado por un ángel. Es el momento de gran tensión emotiva que transmite la fuerte angustia de Jesús y su dimensión divina de obediencia.

El rostro de Cristo comienza a reflejar el dolor. Su cuerpo será flagelado y ensangrentado. El conjunto escultórico 'La Flagelación del Señor' (1907), también de Quixal, muestra a Cristo atado a la columna baja y troncocónica. Jesús está desnudo y con la espalda ensangrentada por el dolor. Los sayones vestidos de romanos cierran la composición por la parte de atrás del paso. Avanza en su dolor y la iconografía de Jesús camino del Calvario está representada por la imagen de Quixal 'Nuestro Señor Jesús con la Cruz a Cuestas'. En ella la expresividad y el realismo del rostro de Cristo interpelan al espectador para llegar al corazón de quien le mira. La figura de Jesús parece avanzar con valentía hacia la entrega de su vida, como si la cruz no pesara.

La Cruz es el Árbol de la Vida. Jesús muere en ella sin estética humana, víctima de un error judicial y sin el consuelo del heroísmo. El 'Santo Cristo en su Última Palabra' (1946-1947), de Aniceto Marinas, representa a Cristo vivo en la cruz, en el momento en que está a punto de expirar. Las imágenes del 'Santo Cristo de la Cruz' y el 'Santo Cristo de San Marcos', ambas del siglo XVI, muestran dos estéticas diferentes. Mientras el primero comparte la iconografía de los Cristos dolorosos del gótico, el de San Marcos muestra una influencia manierista. Cuando Jesús es crucificado, está acompañado de María y de San Juan. 'El Calvario' que procesiona en Segovia es un conjunto escultórico perteneciente a la Escuela de Olot (siglo XX). En este paso, el juego de miradas nos habla del amor infinito de Cristo hacia los hombres. Otra iconografía es la de 'María Magdalena', como testigo de la muerte y resurrección de Cristo, que también es representada a los pies de la cruz en la obra de Sebastián Sanabrá (1907).

El Cristo yacente articulado conocido como 'Cristo de los Gascones' (siglo XII) puede ser el paso procesional más antiguo de España. Es un Cristo dormido a la espera de la resurrección, mientras que Gregorio Fernández nos muestra un Cristo muerto en su yacente realista (h. 1636).

Partícipe de la Historia de la Salvación es María, su madre, que rota por el dolor acoge en sus brazos al hijo muerto en 'La Piedad' (1907), de Quixal, y en el desgarro de la 'Virgen de las Angustias' (siglo XVI) que desplomada en la roca, muestra su soledad. Como la Virgen en su 'Soledad al pie de la Cruz' (h. 1930), obra de Marinas. Es una imagen llena de dignidad, rota por el dolor. Y especialmente emotiva es la imagen de vestir de la Soledad Dolorosa (XVII-XVIII). El rostro es de gran belleza, resaltando sus grandes y hermosos ojos. El ciclo Pascual se cierra con la Resurrección. El Cristo triunfante, escultura del siglo XVI, sale al encuentro de su madre, la Virgen del Rocío (J.C. González, 2008).

Este recorrido inconográfico por la Procesión de los Pasos es, para los segovianos, no sólo el encuentro devocional hacia la Pascua, sino un acontecimiento de identidad cultural. Como si se tratara de un dinámico retablo, las cofradías ofrecen la posibilidad de vivir el mensaje cristiano en el espectacular marco urbano de Segovia.