Palencia

Nuevos recorridos y acompañamientos musicales para realzar la Semana Santa

La Semana Santa, declarada en Palencia de interés turístico internacional, ya está en marcha. El atardecer se llena de sonidos penitenciales con los ensayos de las bandas y los fines de semana sorprenden a los viandantes con las pruebas de carga de los pasos en los alrededores de las sedes de las cofradías. Son días de limpieza, montaje de carrozas, desembalaje de imágenes, cruces, estandartes y pendones. Son días de trabajo callado, interno, con el fin de que todo luzca con el máximo esplendor en apenas quince días.

Y son también días de negociaciones, acuerdos y contratos, especialmente en este año, dado que todas las cofradías se han afanado por engrandecer sus desfiles procesionales con acompañamientos musicales, en muchos casos procedentes de otras ciudades, al no poder contar con grupos o bandas locales. Así, además de las bandas propias de los Nazarenos, la Vera Cruz y la Misericordia, acompañarán a las cofradías la Banda Municipal; la Banda de la Santísima Trinidad, también de Palencia; la Agrupación Musical del Santo Cristo del Desenclavo de León; la Banda de la Preciosísima Sangre de Nuestro Señor Jesucristo de Valladolid; el Coro Ensamble Piu Moso y Soraya Pérez; los coros Quinta Angustia y Te Deum Chorus; la Banda Música San Nicolás de Pollos; la Banda Sinfónica de Cigales; la Banda Municipal de Villamuriel de Cerrato; el Coro de Capilla de la Catedral; la Agrupación Coral Palentina y la Coral Blanca de Castilla; el Cuarteto de la Cofradía de la Orden Seglar Franciscana de Valladolid y la Agrupación Musical Santísimo Sacramento y Jesús con la Cruz a Cuestas.

Porque el Viernes de Dolores, el próximo 22 de marzo, hará su salida la primera de las procesiones del ciclo palentino, el desfile de Jesús de la Sentencia, el único paso que se porta a costal de cuantos procesionan en Palencia. Se trata del desfile de más reciente incorporación, que ha ido evolucionando desde sus orígenes en los entornos de la parroquia del Ave María, para asentarse en los entornos del convento de las Agustinas Recoletas, en la calle Jorge Manrique, muy próximo a la Catedral. Con el nuevo recorrido, los cofrades celebran el acto central de la procesión en el Casino, en donde se procede a dar lectura de la Sentencia de Jesús.

Este primer desfile da paso, el Sábado de Pasión a una renovada procesión de preparación espiritual, enfocada a la reconciliación y que organizan los hermanos de la Piedad. Tiene la particularidad de que se venera una imagen ajena al ciclo penitencia, como es la de San Francisco de Asís, a cuya advocación se encomienda también esta cofradía palentina.

El Domingo de Ramos abre estrictamente los desfiles de reflejo evangélico, con la Entrada de Jesús a Jerusalén, la popular procesión de la 'borriquilla', en la que se consolida el acto de despedida en la Plaza Mayor, momento de mayor belleza, con el cimbrear de las palmas doradas al paso de la entrada triunfal de Jesús. Pero este día también incluye otro de los momentos de particular atractivo de la Semana Santa de Palencia, la subida hasta la cumbre del cerro del Otero, en el Rosario del Dolor, para que las imágenes del Cristo y de la Virgen se unan bajo la mirada del colosal Sagrado Corazón de Victorio Macho.

El Lunes Santo son los cofrades de Nuestro Padre Jesús Crucificado los que portan en hombros, en la procesión de Las Cinco Llagas, la imagen más antigua de las que desfilan en Palencia, un Cristo tallado por Alejo de Vahía en torno al año 1.500, que se puede venerar en la iglesia de San Francisco. Es una de las más sobrias procesiones, con solo una imagen, a la que precede un curioso acto de vestición, en el que representantes de todas las cofradías se dan cita en San Francisco para mostrar a los fieles cuáles son los símbolos y elementos que conforman el hábito penitencial.

Mientras, el Martes Santo, Palencia vive otro de esos momentos singulares, con el Prendimiento de Jesús de Medinaceli en las puertas de San Miguel, en una procesión organizada de forma conjunta con los Nazarenos. Los cofrades de Medinaceli esperaran en el interior del templo la llegada de sus hermanos, ante la expectación de miles de personas, que se arremolinan ante la iglesia para contemplar los golpes de gallardete en la puerta y la llamada del 'tararú', que preceden la salida de Jesús.

La tarde del Miércoles Santo se abre ya como preludio de la ingente concentración de desfiles procesionales de los próximos días. Primero, el Vía Crucis del Cristo de la Misericordia, que tendrá su acto central en la Plaza Mayor, y una despedida posterior de Jesús y la Virgen ante la iglesia de la Compañía; para dar paso, a continuación, a la procesión de Luz y Tinieblas, la única de cuantas cruzan el Carrión para ofrecer una oración por los difuntos en la iglesia de Allende el Río. Resulta especialmente atractivo el paso por Puentecillas. Estas dos procesiones llegan a estar en la calle al mismo tiempo, aunque sus recorridos no se cruzan, como tampoco ocurre poco después, cuando salga de la capilla del Santo Sepulcro la procesión de la Quinta Angustia, ya en la madrugada del Jueves Santo. Desfile en el que cofrades y asistentes acompañan a la Virgen con velas encendidas y que este año cambia totalmente el recorrido para ofrecer un homenaje a los mayores en Martínez de Azcoitia y otro acto penitencial en San Francisco.

En la mañana del Jueves Santo es de nuevo la Misericordia quien protagoniza la procesión del Indulto, en la que de forma habitual participa un interno de la prisión de Dueñas, bien indultado por el Gobierno -se ha tramitado la petición- o bien uno de los reclusos en tercer grado propuestos por el centro penitenciario. Procesión con recorridos diferentes para la Virgen y San Juan y para el Cristo, que se funden en la Plaza Mayor para la absolución del reo.

La tarde se reserva para la Oración del Huerto, el primero de los desfiles monumentales de la Semana Santa palentina, con la participación de once pasos pertenecientes a la Cofradía de la Vera Cruz. El Lignum Crucis y la Virgen portados a hombros con andas para las que se necesitan en torno al centenar de cargadores. Y es también en esta procesión en la que se introduce una de las grandes novedades de este año, un cambio en el recorrido, debido a la retransmisión en directo por La 2 de Televisión Española, que obliga a que el paso por la Calle Mayor se adelante. Así, en esta ocasión la procesión avanzará por la principal arteria de Palencia sin desviarse por la Plaza Mayor, para alcanzar los Cuatro Cantones, donde es necesario elevar el trono del Lignum Crucis para salvar los hitos de piedra. La procesión invierte de esta forma el recorrido para ajustarse a las necesidades de la retransmisión televisiva. El desfile girará en Becerro de Bengoa para dirigirse por Colón hacia la Calle Mayor y de nuevo a San Pablo.

La madrugada se torna de color morado, con la procesión del Silencio, un recorrido nocturno, en el que se apaga el alumbrado público de buena parte del barrio de San Pablo y la ciudad se sume en un respetuoso tiempo de meditación y oración. Los Nazarenos escenifican las caídas de Jesús en su camino al Calvario, con una íntima entrada en la Catedral.

La mañana del Viernes Santo sigue siendo nazarena, con la monumental procesión de Los Pasos. Seis imágenes recorren las calles en un largo recorrido que comienza y finaliza en San Pablo, en donde se vive el espectacular acto de despedida de la Virgen y Jesús Nazareno, con las genuflexiones de los cargadores.

Mientras, la tarde cede el protagonismo al Santo Sepulcro, primero con la Función del Descendimiento en la plaza de la Inmaculada y posteriormente con el Santo Entierro, en el que desfilan nueve pasos. Esta procesión estará también marcada por la retransmisión de La 2 de Televisión Española, por lo que el inicio del desfile se modificará, con el fin de que todas las imágenes salgan de la Catedral, a diferencia de años anteriores, en los que las tallas de otras cofradías invitadas se iban incorporando en la plaza de la Inmaculada. Destacará el canto del 'miserere' y el encuentro de la Dolorosa con el yacente en la Plaza Mayor.

El Sábado Santo, la Cofradía de Nuestra Señora de la Soledad ha querido engrandecer su procesión de la Soledad de la Virgen con un nuevo recorrido y un acto de encuentro mariano en la plaza de la Inmaculada minutos antes del comienzo de la Vigilia Pascual en la Catedral. De esta forma, los cofrades palentinos presentarán ante los fieles de toda la ciudad una amplia representación de advocaciones de la Virgen, puesto que a la imagen titular de la Soledad le acompañan otras seis tallas marianas de gran devoción en la ciudad. Este encuentro estará también marcado por la retransmisión de Televisión Española, que tomará imágenes de las imágenes marianas, para después ofrecer a sus espectadores la Vigilia Pascual también en directo.

La procesión de la Soledad volverá un año más a recoger a las cofradías hermanas de la provincia en el palacio de la Diputación, para después dirigirse hacia los Cuatro Cantones y la Calle Mayor, en un recorrido en el que se irán incorporando el resto de las hermandades penitenciales de Palencia. Al alcanzar la plaza de León, la procesión continuará añadiendo nuevas cofradías por las calles Antonio Maura, Juan de Castilla y Jorge Manrique, para hacer su entrada en la plaza de la Inmaculada. Tras el encuentro de las imágenes marianas, las hermandades procederán a la despedida para dirigirse ya por separado a sus respectivas capillas. El cuerpo principal de la procesión, con la Virgen de la Soledad se dirigirá a la Plaza de San Francisco, para su recogida al son de la Marcha Real y el canto de la Salve popular.

Esta jornada incluye también la procesión del Dolor, organizada por la Vera Cruz, que se incorpora en la de la Soledad en la calle Antonio Maura. Después, desde la Inmaculada regresa en solitario a su capilla.

El último desfile penitencial de las cofradías palentinas es el Rompimiento del Velo, en la mañana del Domingo de Resurrección. Dos cortejos diferentes parten en torno a las 9:30 horas de la zona de San Pablo, para celebrar el encuentro de la Virgen cubierta con un velo y el Santísimo en la Plaza Mayor. Los dos recorridos se funden en uno para regresar a San Pablo.