La zona de protección por el foco de gripe aviar en Fuenterrebollo afecta a cuatro granjas y a más de 120.000 aves
Este miércoles está previsto que se sacrifiquen los pavos de la explotación donde se ha detectado la presencia del H5N1
Una granja situada a las afueras de Fuenterrebollo es el primer punto de España en el que se ha detectado un foco de gripe ... aviar en especies domésticas. Los 18.900 pavos que había en su interior o han muerto durante los últimos días por culpa del virus o serán sacrificados durante la jornada de hoy con el objetivo de evitar la propagación de la influenza aviar.
Con la misma intención la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural ha activado el protocolo recogido en las distintas leyes de seguridad animal y que consiste en la intervención de todas las explotaciones (salvo las destinadas a autoconsumo) que se encuentran en un radio de 10 kilómetros de la granja de pavos afectada. En total, y según indican fuentes de la Junta, la medida afecta a 4 granjas de pollos, pavos u ocas con más de 120.000 aves en su interior.
Tras los casos detectados en aves silvestres en la Laguna del Oso (Ávila) y en la Laguna de La Nava de Fuentes (Palencia), la alarma saltó en la provincia de Segovia el pasado viernes cuando el veterinario de la propia granja de pavos de Fuenterrebollo advirtió una elevada mortalidad. Es entonces cuando los veterinarios oficiales de Salud Animal de la zona de Cantalejo acuden a la explotación avícola, procediendo a la inmovilización cautelar de la misma. Los veterinarios tomaron las muestras necesarias y en la tarde del viernes fueron mandadas al Laboratorio Central de Veterinaria de Algete, donde se analizaron. Ayer por la mañana se confirmó la presencia del virus H5N1 de alta patogenicidad.
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Una vez se corroboró la presencia de influenza aviar se activó el siguiente paso del protocolo, según explicó ayer el director general de Producción Agropecuaria, Agustín Álvarez. Se estableció un radio de 10 kilómetros desde el lugar del foco y todas las explotaciones avícolas que se encuentran en su interior han pasado a estar intervenidas cautelarmente.
En concreto, cuatro granjas han pasado a estar intervenidas por Salud Animal. Una en Cantalejo, con 40.000 pollos en su interior; otra en Cabezuela, con otros 57.000 pollos; y dos en Valdesimonte, una con 25.200 pavos y otra con 350 ocas. Además, también figuran dentro del radio de protección de 10 kilómetros otras dos granjas, una en Sebúlcor que ya no tenía pollos y otra en Aldeosancho con tan solo una docena de perdices.
En estas explotaciones se realizará un análisis permanente de las aves durante un mes (a contar desde hoy, que es cuando se sacrificarán los pavos de la granja de Fuenterrebollo) para comprobar que no hay ningún caso más de gripe aviar. Para ello, los veterinarios estarán pendientes de que no se produce un aumento de la mortalidad diaria, un descenso acentuado de la producción de huevos o una disminución de la ingesta diaria de piensos o de agua. Si se cumplen alguna de estas condiciones se realizará una vigilancia serológica de las aves y si su análisis es negativo se repetirá a las dos semanas. Por el contrario, si el análisis serológico resulta positivo la explotación será considerada con aves de corral sospechosas de estar infectadas, por lo que se procederá al sacrificio obligatorio de todos los animales. En ese caso, el protocolo se volvería a activar y la zona de protección se ampliaría a todas las granjas situadas en un radio de 10 kilómetros de esa explotación afectada por influenza aviar.
En una nave
Antes de que se detectase el foco de gripe aviar en Fuenterrebollo, Salud Animal ya mantenía una vigilancia especial sobre todas estas granjas debido a su cercanía con las lagunas de Cantalejo, una zona de especial protección para las aves que invitaba a pensar que el virus podría llegar por este punto. De hecho, la mayor parte de los ayuntamientos de la zona ya habían publicado un bando en el que informaban de esta posibilidad para que los vecinos con explotaciones de autoconsumo mantuvieran a sus aves en lugares interiores y así evitar el contacto con animales silvestres.
«Nosotros estamos vigilando permanentemente estas cuestiones», declaró ayer Agustín Álvarez. «¿Pueden aparecer más casos? No lo creo», añadió el director general de Producción Agropecuaria, quien recordó que el H5N1 es un virus que se puede transmitir por aerosoles pero también a través de los excrementos si hay contacto con ellos. «La explotación afectada cumple con todas las medidas de seguridad. Ha tenido que haber algún fallo», comentó Álvarez, quien considera que alguien ha podido introducir estiércol, heces o residuos que contenían el virus en la explotación. De hecho, los pavos que han muerto por influenza aviar a lo largo del fin de semana son los que estaban en una de las dos naves que forman la granja. En la otra, de similar tamaño, no se han detectado casos. Aún así, serán sacrificados durante la jornada de hoy.
Confirmado el foco en la granja de Fuenterrebollo, la Guardia Civil acudió hasta el lugar y estableció un perímetro a 300 metros de la misma para que nadie sin permiso pudiera acceder a la explotación, donde durante la tarde se retiraron los cadáveres de los pavos. Para ello acudieron dos camiones de una empresa especializada, que tuvieron que ser desinfectados antes de entrar en las instalaciones. Tanto los pavos muertos por la gripe aviar como los sacrificados durante la jornada de hoy serán incinerados. Además, la yacija (la paja o viruta sobre la que están los animales) también tendrá que ser trasladada a un centro de tratamiento de residuos para su destrucción. «Una vez que se realiza el sacrificio se procede a la limpieza y desinfección de la explotación», apuntó Olga Mínguez, jefa del servicio de Sanidad Animal de la Consejería de Agricultura y Ganadería.
Autoconsumo
Mientras se trata de controlar el foco en la granja, en Fuenterrebollo sus vecinos recibieron la noticia con «preocupación e inquietud», según las palabras de su alcalde, Gonzalo Vivancos. Una incertidumbre motivada por el hecho de que buena parte de la población tiene «cuatro o cinco gallinas para su autoconsumo», por lo que piden información sobre cómo se transmite el virus y si es peligroso.
Según el registro de la Junta de Castilla y León, en la zona de protección hay un total de 196 explotaciones de autoconsumo. En su caso, no tienen mayores restricciones que las ya anunciadas hace días, cuando una orden ministerial informaba de la obligación en 21 municipios de la provincia de 'confinar' las aves de corral para tratar de evitar posibles contactos con otras silvestres que pudieran portar el virus.
«No van al matadero, no se procesan... no hay peligro»
El director general de Producción Agropecuaria, Agustín Álvarez, fue tajante cuando fue preguntado por posibles riesgos para la población. «Todos los animales se sacrifican. Son animales que no se consumen, no van a entrar en el circuito, no van al matadero, no se procesan... Ningún peligro», declaró.
A pesar de la alta patogenicidad de los pavos de la explotación avícola afectada, recuerda que el potencial de transmisión al hombre de este virus es bajo y que, desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural «se están llevando a cabo todas las medidas de revisión de bioseguridad y vigilancia para garantizar la detección temprana de cualquier otro caso».
La ley de seguridad animal también establece que en las explotaciones intervenidas por su proximidad al foco de gripe aviar se toman medidas que comprenden la prohibición, con carácter general, de los desplazamientos de aves desde o hacia esa zona, la repoblación de aves de caza, la celebración de ferias, mercados, exposiciones y otras concentraciones de aves. «En toda esa zona se quedan inmovilizados todos los animales (de esas explotaciones). Es una inmovilización cautelar y se prohiben tanto las entradas como las salidas de aves de las granjas», añadió Olga Mínguez.
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