Segovia

El verano recorta en un mes la demora para sacarse el carné pero sigue el «tapón»

«Hemos notado cierto desahogo», confirma el recién nombrado presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas de Segovia, Juan Carlos Sánchez. La lista de espera apenas se ha reducido desde principios de verano, pero la entidad celebra que las cifras de aspirantes pendientes de examinarse al menos se hayan mantenido y no hayan repuntado. Alrededor de 1.600 personas todavía aguardan a tener una oportunidad para ponerse al volante en el examen práctico cuando llega la recta final del periodo vacacional. No obstante, el tiempo necesario para presentarse a la prueba ha disminuido de forma significativa en apenas unos meses.

Las autoescuelas celebran no haber dado un paso atrás. Antes del inicio de la época estival cada alumno debía esperar un promedio de cuatro meses para poder someterse al examen de circulación. Es un dato preocupante, ya que los negocios arrastraban esta dilación desde hace años. Muchos de ellos temían cerrar sus puertas para siempre, lo que llevó a la convocatoria de una huelga y la organización de sendas protestas a mediados de abril. Sánchez agradece la labor en este sentido a su predecesora, Irene Herranz. Afortunadamente, el límite temporal ha disminuido «mínimamente». «Ahora estaremos más próximos a los tres meses», detalla el portavoz del sector.

La parálisis provincial continúa, aunque los esfuerzos realizados por la asociación en busca de combatir esta situación cada día son más visibles. Los maratones de exámenes extraordinarios llevados a cabo los sábados 25 de mayo y 1 de junio, que contaron con la participación de evaluadores procedentes de Madrid, consiguieron descongestionar la bolsa de aspirantes. «Lo notamos mucho», subraya. Esta acción estuvo seguida de sucesivos envíos de examinadores itinerantes, que se han desplazado a Segovia para desarrollar su labor en la provincia hasta este mismo jueves. «Han sido refuerzos muy valiosos y hemos notado una relativa mejoría de la situación», añade.

A ello se sumó la suspensión de cualquier tipo de examen, tanto práctico como teórico, durante las tres primeras semanas de julio con motivo de las vacaciones de los tres funcionarios segovianos. El objetivo era garantizar que, después de consumir los días estipulados, la plantilla permaneciese al completo en agosto, uno de los meses más fuertes en el negocio de las autoescuelas. «Esta decisión nos ha permitido organizar a su vez el descanso de los profesores; hemos tenido una previsión, ya que otros veranos no sabíamos ni cómo hacerlo ni si íbamos a poder sacar el servicio adelante», manifiesta Sánchez.

El receso de los examinadores es una práctica que ya se había llevado a cabo con anterioridad en Segovia y que es una propuesta habitual en otras jefaturas. No obstante, esto no ha impedido que los vehículos destinados al aprendizaje hayan recorrido de forma continua las calles de la ciudad y la provincia. «La gente quiere y necesita sacarse el carné», defiende el presidente, lo que se ha traducido en la consecutivas pruebas celebradas en la capital y en Cuéllar.

Muchos de los candidatos a conductor no obtienen los resultados esperados a la primera. Solo dos de cada diez aspirantes logran este hito. El 11% de los alumnos aprueban a la segunda y hasta un 4% requiere cinco o más oportunidades, según la última estadística publicada por la Dirección General de Tráfico (DGT). A lo largo de 2023 se realizaron cerca de 24.000 exámenes de conducir en relación al carné de coche (B) en el conjunto provincial, de los cuales 10.306 fueron calificados con un 'apto'.

Este es el dato que hay que analizar a la hora de analizar la evolución de bolsas de alumnos pendientes. Hay aspirantes que esperan meses para presentarse por primera vez y, si suspenden, vuelven a ponerse al final de la cola. «Hay que dar una oportunidad también a aquellos que no la han tenido», señala el representante del gremio en Segovia. Este hecho supone una «tensión añadida» que lleva a los candidatos a sentirse «sobrepresionados». «Se ponen muy nerviosos en el examen, suspenden y lo pasan muy mal porque tienen que esperar nuevamente», subraya. Es un daño colateral, un círculo vicioso que no acaba nunca, que llega a afectar incluso a los propios profesionales de las autoescuelas.

Por este motivo, la lucha no cesa, sobre todo cuando se prevé un mes de septiembre «muy difícil». «Nos hemos vuelto a quedar solo con tres funcionarios: dos examinadores y el coordinador, que tiene que compaginar otras funciones, como es la realización de trámites», explica el presidente de las autoescuelas. A uno de los evaluadores todavía le quedan días de vacaciones, por lo que vaticinan cierto parón en los próximos días. «Estamos esperando de que a partir de octubre nos envíen un nuevo examinador temporal», confiesa.

Las mejoras se han hecho más visibles en el seno de la Jefatura Provincial de Tráfico de Segovia. Una de las peticiones más urgentes emitidas tanto por las autoescuelas como por la Agrupación Segoviana de Empresarios de Transporte (Asetra) era la dotación de personal para cubrir bajas laborales y vacantes por jubilación. «No había personal para la tramitación de los expedientes, uno de los examinadores tenía que subirse a las oficinas para que sus compañeros pudieran trabajar», critica Sánchez.

Pero al fin ha llegado el primer atisbo de solución. A principios del verano se incorporó una funcionaria que se encargó de sacar adelante los trámites necesarios hasta finales de agosto. En ese intervalo, según explica el presidente provincial, «se han adjudicado dos nuevas plazas de personal administrativo, por lo que una persona se dedicará en exclusiva a la gestión de documentación de las autoescuelas». «Hacía una falta impresionante y ya se ha empezado a notar la ayuda», concluye.