Sinuhé Arroyo: «Las máquinas nunca tendrán nuestra capacidad innata para la supervivencia»
El empresario segoviano afincado en Singapur, fundador de una exitosa empresa de inteligencia artificial, dice que la pérdida de talento se frena creando empresas e invirtiendo en educación
Nacido en la ciudad del Acueducto en 1975, Sinuhé Arroyo mueve desde Singapur los hilos de la empresa de inteligencia artificial que fundara en 2009. ... En esta entrevista habla de sus proyectos y de la fuga de talento que tanto daño está haciendo a Segovia.
–El pasado 9 de julio, su empresa, Taiger, cerró una ronda de financiación de la Serie B por valor de 25 millones. ¿Qué significa esto para su compañía?
–Un gran paso. Queremos convertirnos en la compañía de inteligencia artificial híbrida por excelencia, y disponer de más recursos significa poder tener un equipo más fuerte para hacer realidad todas nuestras ideas. Nuestro valor diferencial está en nuestro talento y en nuestra tecnología, por lo que invertiremos más en personas y en I+D+i.
–¿Qué es Taiger?
–Estrictamente hablando, Taiger es una compañía fundada en 2009 que emplea inteligencia artificial híbrida para hacer que las máquinas entiendan el lenguaje como lo haría una mente humana. Es decir, enseñamos al software a leer y a entender la información como lo haría una persona. No obstante, Taiger sigue siendo para mí una solución a uno de los problemas más importantes en la Era de la Información, la infoxicación. Extraemos, procesamos y optimizamos todo tipo de datos. Hacemos que tareas arduas que suelen tardar meses puedan ejecutarse en segundos.
–¿Es el futuro la inteligencia artificial? ¿Hasta dónde puede llegar? ¿Cómo influirá en el mercado laboral. ¿Las máquinas reemplazarán a los hombres? ¿Podría írsenos de las manos?
–No solo la inteligencia artificial. Hay tecnologías como el blockchain, la realidad virtual o Iot que serán parte de nuestro futuro. De hecho, ya lo está siendo en mucho lugares del mundo como Singapur, donde está la sede de Taiger. Los límites están en nuestra imaginación. El volar también salió de nuestra imaginación y dentro de nada podremos viajar a Marte. Ojalá pudiera predecir el futuro, pero, viendo las tendencias, seguramente hay muchas cosas del mercado laboral que van a cambiar. No creo que sea peor ni mejor. Será diferente. Se emplea inteligencia artificial en el proceso de selección de personal de grandes compañías en Silicon Valley y esto nos permite evaluar a muchísimo más talento a la vez. Con ello, estamos equilibrando cada vez más la balanza de oportunidades del mercado laboral y llegar a personas que antes no podíamos. De hecho, gracias a que las páginas webs de selección están buscando y encontrando perfiles cualificados de forma eficiente, estamos viviendo una de nuestras mejores épocas de empleo y la tecnología, sin duda, ha contribuido a ello. Pero entiendo el temor de la sociedad. Inevitablemente, habrá puestos de trabajo que desaparezcan, al igual que desapareció el oficio de aguador o el de sereno o el de colchonero. En paralelo, aparecerán nuevos tipos de empleo. Hace apenas unos años, la figura de Social Media Manager (responsable de redes sociales) no existía y ahora es un oficio de lo más común entre las nuevas generaciones. La historia demuestra que sabemos adaptarnos muy bien a los cambios. Tenemos una capacidad innata para la supervivencia que infravaloramos muy a menudo. Las máquinas nunca tendrán eso. La inteligencia artificial es una herramienta más a nuestra disposición.
–¿Adónde llegará la expansión de su empresa que le permite esta financiación?
–Queremos estar en Corea del Sur y Japón a finales del próximo año, además de expandir nuestras oficinas en Estados Unidos y México. Latinoamérica es un continente en el que queremos invertir mucho esfuerzo para asentarnos bien allí.
–¿Qué hitos alcanzados desde el año 2009 destacaría?
–El primer gran hito es lanzarse al emprendimiento. Es el proceso de descubrimiento personal más intenso que puede existir. En el camino, hemos tenido la bendición de ganar premios tan prestigiosos como el Global New Venture Challenge de la Universidad de Chicago, en dónde me seguí formando, o el Cool Vendor de Gartner en 2017. Sin embargo, el mejor de todos los hitos es cada uno de nuestros clientes que confían en el propósito de Taiger. Santander, Citibank, Vodafone, Endesa, Sony y el mismo Gobierno de Singapur son algunos de nuestros clientes. Cada una de las personas que han confiado en nosotros es un hito logrado.
–¿Dónde está el secreto del éxito?
–No hay secreto. No sé si considerarme una persona de éxito, pero a quienes quieran emprender con éxito, les recomiendo que sean perseverantes, que sean positivos y que se apasionen por lo que hagan. Tendrán que salir de su zona de confort todos los días, así que les recomiendo que tengan el menor miedo posible al fracaso. Es un tópico pero a mí me ha funcionado.
–¿Qué le diría a alguien que esté pensando poner en marcha algún nuevo proyecto en un momento como este?
–Resumiendo, que se ponga manos a la obra. Una idea no es nada sin su ejecución posterior y solo haciendo y probando sabrás si el proyecto tiene tirón. Le diría que se prepare para el fracaso y el sacrificio. Tendrá que equivocarse muchas veces para aprender a acertar. Tendrá que pasar noches trabajando sin poder estar con la familia o los amigos. Que pida ayuda y aprenda a pedirla, que hay mucha más gente de lo que uno piensa dispuesta a ayudar. Que no se rinda a la primera, ni a la segunda ni a la tercera. Y, muy importante, que no se olvide de escuchar.
–Reside en Singapur, ¿cómo es la vida allí?
–Intensa. Singapur es de los países más tecnológicos del mundo y fue un orgullo para Taiger poder trabajar con varios proyectos en el Gobierno de Singapur, como para ImDA (Infocomm Development Authority of Singapore). La vida es mucho más ágil en este lugar que en cualquier otro que haya vivido antes.
– ¿Echa de menos Segovia? ¿La visita con frecuencia? ¿Tiene contacto con su familia y amigos?
–¡Claro! Es donde nací y me crié y donde tengo a mis padres, a quienes visito con frecuencia. Intento pasar todas las fiestas con ellos, además de alguna semana en vacaciones de verano.
–A raíz de la crisis, Segovia ha perdido población a raudales. Aquí se lamenta mucho la fuga de talento. ¿Es usted uno de esos talentos al que no le ha quedado más remedio que hacer las maletas?
–No creo que sea mi caso. Desde siempre he sido una persona inquieta y ya me encontraba en Austria estudiando cuando pasó todo lo de la crisis. Trasladamos la sede de Taiger a Singapur por cuestiones logísticas con nuestro primer gran cliente, pero siempre hemos mantenido oficinas en España. Sin embargo, es cierto que hay una fuga de talento importante no solo en Segovia, sino en toda España. Muchos segovianos se han marchado a Madrid o a otras ciudades europeas para seguir creciendo profesionalmente. En Taiger Madrid, un cuarto del equipo es segoviano y siempre tendré un cariño especial a la idea de volver a Segovia.
–¿Cómo puede frenar Segovia esa pérdida de talento?
–Facilitando la creación de empresas, atrayendo a las existentes e invirtiendo en educación.
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