Segovia es la provincia con más población cardioprotegida en la región
Su censo de desfribiladores en espacios públicos no sanitarios arroja cifras superiores a las de Zamora, Ávila o Palencia
La provincia avanza a pasos agigantados para lograr los objetivos de cardioprotección. El registro autonómico de desfibriladores externos semiautomáticos (DESA) eleva a quince los dispositivos ... de reanimación existentes en espacios públicos no sanitarios por cada 10.000 habitantes, la cifra más elevada de toda Castilla y Léon. En términos absolutos, Valladolid y Burgos se colocan a la cabeza, pero la proporción de aparatos de intervención urgente por residente es mucho menor. Segovia llega incluso a superar a Zamora, Ávila y Palencia, de acuerdo con la estadística actualizada hace tan solo unos días por la Junta de Castilla y León.
No hay un número específico de desfibriladores al que los diferentes territorios se tengan que ajustar para garantizar la cardioprotección de sus vecinos. Cuantos más, mejor; ese es el lema. El propósito esencial de contar con estos dispositivos es aumentar las tasas de supervivencia ante la muerte súbita y la parada cardiorrespiratoria, por lo que los municipios no han escatimado en la adquisición e instalación de estos aparatos de reanimación tanto en la vía pública como en centros de alta afluencia de público. En este sentido, Segovia encabeza el listado de provincias cardioprotegidas a escala regional. A día de hoy, hay un desfibrilador para cada 660 personas.
Es un aspecto llamativo, especialmente cuando Castilla y León no contempla la obligatoriedad de instalar estos dispositivos fuera del ámbito hospitalario, sino que se trata de una recomendación. El promedio nacional era en 2021 de siete desfibriladores por cada 10.000 habitantes, de acuerdo con la última estimación realizada por la Sociedad Española de Cardiología. En aquel momento, Segovia ya superaba con creces este umbral, mientras que ahora lo duplica.
Las inversiones realizadas por entidades locales, asociaciones, colectivos particulares o empresas han dado sus frutos. Ya son muchas las vidas que han podido salvarse gracias al uso de estos dispositivos, los cuales se reparten por mutltitud de puntos del mapa provincial hasta contabilizar quince aparatos por cada 10.000 habitantes. Es un número muy superior al que arroja Soria, con trece; Burgos, con doce; o Zamora, con once. El resto de territorios de la región quedan por debajo la decena, siendo Palencia el que presenta un dato más bajo, al rondar los siete. El promedio de Castilla y León es de 9,6 desfibriladores por cada 10.000 habitantes.
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En términos absolutos, el registro de DESA existentes en lugares no sanitarios de Segovia arroja unas cifras muy similares a las que ostenta Salamanca, que cuenta con una población muy superior. Es por ello que la provincia segoviana, con un total de 237 aparatos de reanimación cardiaca, se coloca en quinta posición en la clasificación autonómica. La incorporación de varios pueblos con un padrón reducido en el registro es la causa principal de la rebaja en la tasa de desfibriladores semiautomáticos por residente.
De este modo, mientras que en la ciudad se calcula un dispositivo por aproximadamente 700 empadronados, hay localidades que disponen de un aparato para apenas 25 vecinos. Por encima del milllar de personas por cada desfibrilador están Ávila, León, Palencia y Valladolid.
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