Segovia pierde hasta un 8% de la población ucraniana censada en el último año
Bernuy de Porreros, Riaza y Segovia capital experimentan un destacado repunte de vecinos refugiados por el conflicto
Han pasado tres años desde el estallido del conflicto ucraniano, un suceso que supuso el exilio de miles de ciudadanos. Segovia fue testigo de este ... hecho, pues se convirtió en refugio de decenas de familias. El número de nuevos residentes en la provincia originarios de Ucrania se cuadruplicó en tan solo un año, hasta superar el medio millar, una cifra nunca vista hasta entonces. Sin embargo, a lo largo de 2024 son muchas personas las que decidieron regresar a su lugar natal o mudarse a otros territorios. Es por ello que la cifra de refugiados censados ha caído un 8% en los últimos meses.
El horror de la guerra en Ucrania sacudió Segovia. Ya en los primeros días desde el inicio del conflicto con Rusia se dispararon las solicitudes de protección temporal. A principios del pasado año, se notificaron casi 600. El grueso de las llegadas de población ucraniana -sobre todo de mujeres jóvenes y niños- se produjo en las semanas inmediatamente posteriores al 24 de febrero de 2022. Las peticiones de asilo con destino Segovia aumentaron un 80% en tan solo ocho días a finales de marzo de ese mismo año.
La capital segoviana concentra el 43% del total de vecinos ucranianos residentes en la provincia
El Instituto Nacional de Estadística (INE) contabilizaba 115 ciudadanos ucranianos en el preciso instante del comienzo de la guerra. Tan solo doce meses después, esta cifra se disparó hasta los 484. Así lo refleja el censo de población, cuyos datos actualizados se extraen de la Agencia Tributaria, fuentes relativas al mercado laboral y el registro central de extranjeros, que recopila los permisos de residencia.
Los segovianos se volcaron con los refugiados desde el primer minuto. Algunos pueblos fletaron autobuses y furgonetas para trasladar material básico necesario a Ucrania, así como para ayudar a los afectados en su huida del país en guerra. Accem, Cruz Roja o Cáritas se pusieron en primera línea en la batalla humanitaria, ya que fueron las encargadas de buscar alojamiento para los recién llegados. Son muchos los particulares que ofrecieron sus segundas residencias y casas deshabitadas, lo que permitió a muchas personas poner en marcha un nuevo proyecto de vida en Segovia.
Despedidas
Con el avance del tiempo y la prolongación de esta situación, son muchos los que han decidido regresar a Ucrania. A día de hoy, viven en la provincia 36 personas procedentes de este país menos respecto al año anterior. Hasta 448 ucranianos se reparten por 39 municipios diferentes, entre los que sobresale Segovia capital, que alberga a 195 refugiados, lo que supone un 43% del total. La población ucraniana que reside en la ciudad se incrementó un 10% respecto a 2023.
Son varios los pueblos que han dicho adiós a varias familias en los últimos meses. Las comparativa entre periodos resulta en números rojos para localidades como Cuéllar, que pierde ocho vecinos ucranianos; el Real Sitio de San Ildefonso, que se despide de cinco personas; y San Cristóbal, con dos. Es destacable la disminución de población refugiada en La Lastrilla, que pasó de contar con 85 residentes originarios de Ucrania en 2023 a apenas 38 en 2024.
No sucede lo mismo en Bernuy de Porreros, cuyo censo ha sumado ocho ciudadanos ucranianos; Valverde del Majano, que añade tres; o El Espinar, que alcanza los 58 tras inscribirse dos vecinos más, de acuerdo con el instituto estadístico. El municipio espinariego es precisamente el que más refugiados ha acogido estos meses después de Segovia capital, lo que se explica por la existencia previa de al menos una decena de familias ucranianas asentadas en el pueblo.
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