Segovia lidera el exceso de muertes en España pese a una segunda ola menos luctuosa

Este aumento de decesos con respecto a un año normal –en el que el virus no hubiera influido en las estadísticas de mortalidad– es especialmente significativo durante esta segunda ola en la comunidad de Aragón, con Zaragoza (45,12%) y Huesca (43,5%) como provincias más damnificadas. Le siguen, por este orden, Toledo, La Rioja, Teruel, León, Valladolid y Melilla. Hay que bajar hasta el puesto 41 del 'ranking' nacional de 52 provincias para encontrar a Segovia, que a pesar de vivir una segunda ola menos agresiva y mortal, se mantiene a la cabeza nacional en lo que respecta al exceso de muertes en lo que va de año, con un incremento acumulado hasta principios de este mes de noviembre que supera el 51%.

Ese triste y fatal honor es la consecuencia de una primera andanada de la pandemia del coronavirus que resultó especialmente trágica en tierras segovianas, donde los fallecimientos lamentados rebasaron en un 131% la cifra de defunciones considerada como habitual entre marzo y mediados de junio. En esa primera ola, Segovia lloró la pérdida de 1.228 vidas frente a las 541 del curso anterior. Es decir, 687 fallecimientos más. Y en esa elevadísima mortalidad y en ese aumento tan abultado mucho tuvo que ver el azote del coronavirus. De hecho, el INE confirma en sus estadísticas que fue la provincia de España donde más creció el exceso de muertes, circunstancia que se mantiene pese a la mejoría en los datos publicados ayer por el instituto.

Así pues, el aumento de las muertes en esta segunda ola, pese a ser alto, está aún muy lejos de los registros sufridos entre marzo y el 21 de junio. En este segundo periodo, el impacto ha sido menor en el número de muertes.

Desde el inicio de año y hasta el 8 de noviembre han fallecido en la provincia segoviana 2.223 personas. En un año normal, sin pandemia, en ese mismo periodo de tiempo se contabilizan en torno a 1.496 decesos, que es la media de defunciones entre los años 2017 y 2019. Este curso 2020, con el impacto brutal de la covid en los datos de fallecidos, esa cifra habitual para todo un año se alcanzó la primera semana del mes de junio.

Los datos aportados ayer por el INE llegan hasta el domingo 8 de noviembre. Faltan por sumar los de la semana pasada y los que se puedan desencadenar durante las próximas fechas, ya que la pandemia aún no está controlada. Las cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística completan la radiografía sobre mortalidad por covid que actualiza a diario la Junta de Castilla y León, donde se apunta que el número total de fallecimientos en la provincia, desde el 1 de marzo hasta ayer mismo, se sitúa en 4.667 personas. De ellos, 1.139 son atribuibles al coronavirus.

El demoledor paisaje se completa con los datos del Centro Nacional de Epidemiología, que en su monitor de vigilancia de la mortalidad diaria confirma que Castilla y León ha vivido tres grandes periodos con exceso de mortalidad a lo largo de este año. El más importante se produjo del 15 de marzo al 9 de mayo, en los momentos más duros de la pandemia durante la primera ola, cuando la región tuvo 3.678 muertes por encima de lo habitual en los últimos años (el 106% más). El segundo periodo fue muy corto, del 26 al 29 de agosto, con 63 fallecidos más de los normal (el 27,3%). Ahora estamos inmersos en el tercer periodo.