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Aspecto de la inundación en la calle Teniente Ochoa, al lado del pozo de la plaza Doctor Gila. Q. Y.
Riada de aguas fecales en la plaza del Doctor Gila por una rotura en la bóveda del Clamores

Riada de aguas fecales en la plaza del Doctor Gila por una rotura en la bóveda del Clamores

La intervención rápida de los bomberos consiguió solucionar el incidente, producido en el pozo de la galería, en menos de una hora

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Sábado, 9 de noviembre 2019, 21:45

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Los bomberos de Segovia y los trabajadores de FCC tuvieron que emplearse a fondo este domingo para limpiar la calzada y los coches estacionados en la calle Teniente Ochoa y la plaza Doctor Gila, inundadas con aguas fecales por la rotura de una tubería en el pozo de la bóveda del Clamores situado en la esquina, donde trabajaban varios operarios de Segesa, la empresa contratada para el arreglo del colector y del socavón de la plaza Aurelio Hernández. El suceso ocurrió unos minutos después de las tres y media de la tarde y quedó solucionado en menos de una hora «gracias a la rápida intervención de los bomberos», según dijo el concejal de Obras, Miguel Merino.

A las 16:29 volvieron los bomberos al parque del Servicio de Extinción de Incendios de Segovia, comentó Merino. El concejal calificó de «verdadera mala suerte» el incidente, causado «al saltar una de las uniones de la tubería situada en el pozo» cuando los ocho empleados de Segesa dejaron los equipos de extracción bombeando agua y se fueron a comer. El jueves ya advirtió el edil del riesgo que supone trabajar en la bóveda del Clamores, donde han sido detectados varios hastiales con deterioros que tienen que ser reparados.

Los trabajadores de Segesa, que realizan turnos los sábados, estaban aplicando hormigón en las paredes de la galería y reparando los paños de los hastiales en la parte cercana a este pozo de la plaza Doctor Gila, que además de estar previsto para evacuar el exceso de agua también está previsto como salida de emergencia. Conectaron las bombas de achique cuando notaron que comenzaba a llover con más intensidad y se marcharon a comer. Según Merino, fue entonces cuando «saltó una de las uniones de la tubería» y comenzó a verter todo el caudal del pozo hacia la calle Teniente Ochoa, que en pocos minutos se llenó con una mezcla de varios centímetros de aguas fecales y de lluvia. La inundación llegó a la primera parte de la plaza Doctor Gila y la suciedad superó las aceras y rodeó los turismos aparcados.

Miguel Merino explicó que la causa del accidente fue que la bomba continuó funcionando y provocó que reventara la tubería (con un diámetro de más de diez centímetros), que salió con fuerza del pozo de trabajo y continuó echando el agua en la calle. «Los operarios habían aprovechado toda la jornada del sábado para trabajar en las reparaciones y dejaron conectada la bomba, y en el rato que fueron a comer se produjo la rotura de la tubería», comentó.

Fue «un incidente menor», pero «aparatoso por el volumen de agua» y porque eran aguas sucias, señaló Merino. Los bomberos y los trabajadores de Segesa lo solucionaron «en menos de una hora», pero luego invirtieron más tiempo, junto a operarios de FCC, en limpiar los coches y la calzada y en inspeccionar los sótanos de los locales de la zona para comprobar que no se habían inundado.

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