«Nos resultaría menos lesivo si permitieran los desplazamientos en un radio de cien kilómetros»
Ana Pontijas, empresaria de turismo rural: «Parece que los políticos no son conscientes de que nosotros vivimos de los clientes procedentes de Madrid»
claudia carrascal
Segovia
Domingo, 29 de noviembre 2020, 21:13
El turismo rural también es la actividad principal para Ana Pontijas, propietaria de Las Casas del Palomar, en Ortigosa del Monte, para quien el cierre ... perimetral «está resultando catastrófico». En su opinión, el turismo rural está cayendo en el olvido, ya que «las decisiones políticas no están teniendo en cuenta las características especiales de estos negocios». Para no hundir más al sector, Pontijas subraya que las limitaciones de movilidad se podrían haber realizando tomando ejemplo de otros países europeos donde no se establecen por comunidades autónomas si no que están definidas por distancias. «Si permitieran los desplazamientos en un radio de cien kilómetros sería menos lesivo para nosotros», dice.
En este sentido, ve injusto que en estos momentos los alojamientos de la vertiente madrileña de la sierra de Guadarrama estén funcionado muy bien y a pocos kilómetros de distancia, en Segovia, no tengan opción de trabajar: «Parece que los políticos no son conscientes de que en nosotros vivimos de los clientes procedentes de Madrid».
Esta tendencia se debe, tal y como pone de manifiesto, a que todas las provincias de Castilla y León tienen el entorno rural «muy presente y próximo», por lo que si sus ciudadanos optan por este tipo de espacios lo hacen en excursiones de día, sin necesidad de pernoctar. Otro de los motivos es que «las personas que viven en las grandes urbes suelen necesitar con más frecuencia estas escapadas debido al mayor nivel de estrés y a las aglomeraciones cotidianas».
Por otra parte, defiende que el rural es uno de los turismos «más seguros y sanadores» que existen en estos momentos de pandemia porque «la mayoría de las casas están aisladas o en núcleos con poca población. Además, tienes tu propia cocina y puedes caminar kilómetros sin necesidad de cruzarte con nadie».
Para este año, estima unas pérdidas de entre el 60 y el 70%, debido a que las dos épocas fuertes para ellos, la primavera y el otoño, no han tenido prácticamente ningún ingreso. Asimismo, cuenta que han modificado la política de cancelaciones porque en esta situación «hay que ser mucho más flexibles o no se pide un pago por adelantado o en caso de no poder realizar el viaje hay que devolver el importe íntegro. No se trata de un capricho, sino de una cuestión de fuerza mayor que se escapa de la capacidad de decisión de los clientes», sentencia.
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