Una reserva de la biosfera única en el mundo
La singularidad de sus escarpadas y graníticas cumbres de más de 2.400 metros de Peñalara y los valles cubiertos de pastos y Cañadas Reales del Campo Azálvaro hacen que la Reserva de la Biosfera de los territorios de El Espinar y del Real Sitio de San Ildefonso sea mágica
Rebeca Adalia
Martes, 20 de diciembre 2022, 00:37
España es el país del mundo con más reservas de la biosfera. Castilla y León encabeza el ranking aglutinando diez de ellas. Y en Segovia se encuentra una de las más jóvenes: La Reserva de la Biosfera de los territorios de El Espinar y del Real Sitio de San Ildefonso.
Pero, ¿qué es exactamente esta Reserva de la Biosfera y qué ha supuesto para Segovia su declaración? El 28 de mayo de 2013 marcaría un antes y un después para estas 35.414 hectáreas segovianas. Aquel día, la UNESCO declaraba como Patrimonio Mundial la Reserva de la Biosfera Real Sitio de San Ildefonso y El Espinar. Esta distinción supuso un reconocimiento al modelo de gestión y la protección de la riqueza natural de la zona, además de la oportunidad de desarrollar acciones encaminadas a la sostenibilidad de estos municipios.
Esta reserva ocupa, en la zona del municipio del Real Sitio, una gran depresión en forma de circo, que se abre hacia el norte sobre las llanuras segovianas, y que queda abrazada, por sus flancos oriental y meridional, por las cotas más elevadas de la sierra de Guadarrama. En el término de El Espinar se extienden hacia el oeste, bordeando la Sierra de la Mujer Muerta y limitando con la cordal de la Sierra de Guadarrama al sur hasta la llanura de la meseta castellana.
Una de las singularidades de esta Reserva de la Biosfera es el régimen pluviométrico. En esta zona es mayor que en los territorios contiguos y este hecho da lugar a la aparición de un gran número de cursos de agua que recorren la reserva y que conforman los principales ríos de la provincia de Segovia.
En la zona se dan los rasgos climáticos típicos del Sistema Central, con un clima mediterráneo de montaña sometido a las condiciones generales de continentalidad que, por su alejamiento del mar y su elevada altitud media, asume grandes oscilaciones térmicas, destacando el intenso frío que se suele dar en invierno en estas tierras segovianas.
Los importantes valores naturales de la Reserva de Biosfera se basan en todos estos aspectos, así como en la presencia de una gradación altitudinal completa de la vegetación en óptimo estado de conservación y la gran extensión de la superficie forestal.
En las 35.414 hectáreas que conforman el territorio están óptimamente representadas todas las formaciones vegetales de la Sierra de Guadarrama, dispuestas según las condiciones térmicas y pluviométricas. Desde las superficies de cumbres con prados de pastos duros y formaciones de matorral rastrero adaptados a condiciones climáticas extremas, hasta las zonas aluviales con pastizales óptimos para el aprovechamiento ganadero aparecen representadas. En las partes bajas de esta cadena se localizan las formaciones de roble y encina que hay en el territorio.
Esta Reserva de la Biosfera acoge al águila imperial ibérica, la cigüeña negra y el buitre negro, la nutria, algunas especies de murciélagos y la posible existencia de pequeñas poblaciones de desmán del Pirineo. El grupo más numeroso es el de los insectos, entre los que destacan lepidópteros como la mariposa Isabelina y la mariposa de Apolo.
La reserva, en cifras
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Declaración Mayo de 2013.
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Superficie 35.414 hectáreas. (Zona núcleo: 5.296 hectáreas; zona tampón:13.559 hectáreas; zona de transición: 16.557 hectáreas).
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Población 15.318 habitantes.
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Ubicación Segovia. Real Sitio de San Ildefonso y El Espinar.
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Contacto El Espinar 921 181 700 - Real Sitio de San Ildefonso 921 470 018 - alcaldía@lagranaja-valsain.com - alcaldía@aytoelespinar.com
Un rincón privilegiado para las mariposas
La Reserva de la Biosfera de San Ildefonso y El Espinar es un lugar único, mágico y privilegiado por el número de especies de mariposas que podemos encontrar en sus campos. Para Segovia las mariposas son pasado pero también futuro. La presencia de estos pequeños seres es sinónimo de prosperidad para el turismo y el crecimiento económico de la zona. Aquí se encuentran al menos el 50% de las especies tanto nocturnas como diurnas de toda la Península Ibérica. Es por ello, que las 35.414 hectáreas cobran mayor relevancia puesto que albergan algunas especies realmente raras o que están al borde de la extinción en el resto de España y de Europa.
Entre esta diversidad biológica destacan los lepidópteros como la mariposa de Apolo y la mariposa Isabelina. Esta última especie es endémica y además se ha convertido en la imagen de la reserva en los últimos años. Hay que remontarse al año 1948; el naturalista español, Mariano de la Paz Graells, descubrió en la Sierra de Guadarrama esta mariposa. Al parecer y según cuenta la historia, Graells bautizó este magnífico lepidóptero como Saturnia Isabelae, en honor a la Reina Isabel II de Borbón, quien, maravillada por la belleza de la mariposa, lució un ejemplar en un vestido en un acto oficial de Palacio. Más tarde, tomó también el nombre del naturalista pasándose a llamar Graellsia Isabelae. Y es que sorprende que a pesar de su imagen tropical, es una especie de alta montaña que se desarrolla entre los 1.000 y 18.000 metros de altitud. Se trata de una de las mariposas más grandes de Europa. Llega a medir hasta nueve centímetros. Sus alas son de un tono verde-azulado y están ribeteadas en colores marrón u ocre. Aunque es una mariposa nocturna, no es complicado disfrutar de ellas a la luz del día en las tardes de verano. Si los habitantes de la zona y visitantes quieren vislumbrarlas deberán buscarlas en cortezas de pinos.
Visto que las mariposas son uno de los principales valores naturales de esta reserva segoviana es vital su conservación e investigación de cara al futuro. Por este motivo, Alfonso Robledo en su libro 'Mariposas diurnas y nocturnas de la Reserva de la Biosfera de San Ildefonso-El Espinar' presenta una obra que recoge las 123 especies de mariposas diurnas, las 16 de zigenas y las 728 especies nocturnas que pueden encontrarse hoy día en la reserva castellano y leonesa. Robledo decidió publicar este ejemplar para demostrar que en pocos sitios del mundo hay tanta diversidad biológica como en estas sierras segovianas.
Otro impulso que se ha dado para que convivan desde el respeto el hombre y la conservación de estas pequeñas y frágiles especies como las mariposas ha venido en forma de arte urbano. El término municipal de El Espinar alberga un vistoso mural en la fachada del Teatro Auditorio Gonzalo Menéndez Pidal que recuerda la relevancia de estos seres que conviven con los segovianos. Dentro del programa 'Presume de Pueblo' del Ayuntamiento de El Espinar, el artista Sergio Martín Muñoz pintó en esta pared ayudado por su aerógrafo la imagen de una mariposa isabelina y una mano basándose en una fotografía de Nacho Calvo en la que se capta la convivencia pacífica del ser humano con los animales.