El PSOE insiste en hacer otra estación de buses ante la «alta complejidad» de ampliar la actual

El primero, el compromiso de los grupos de elaborar un estudio de viabilidad que justifique con rotundidad y con todos los argumentos posibles la ubicación de las instalaciones. Dicho informe deberá «incluir todos los aspectos y evaluar las necesidades que justifiquen la nueva estación de autobús, siempre con criterios técnicos y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, la Agenda Urbana 2030 y el Plan Estratégico de Segovia como ejes de referencia», indican fuentes del Ayuntamiento.

La concejala de Urbanismo y Patrimonio, Clara Martín, incide en que se ha pedido a todas siglas políticas de la corporación que aporten lo antes posible «los criterios que creen que ha de recoger el estudio, como la demografía, la movilidad, el medio ambiente, el tráfico...». La edil apremia a las formaciones para que faciliten esas características técnicas «de inmediato para poder avanzar». Así que los representantes de los grupos salieron de la reunión de ayer con deberes por realizar.

El PSOE traspasa y reparte entre el resto de grupos municipales el debate sobre la futura estación de autobuses después de quedarse solo hace dos semanas en la votación, no vinculante, que desestimó la idea de crear una segunda terminal en los terrenos de la antigua Renfe, todavía activos por la circulación de trenes regionales, además de los turísticos e históricos, como recordó en la defensa de su moción el portavoz del Partido Popular, Pablo Pérez, al rebatir las declaraciones de la alcaldesa, Clara Luquero, en las que aseguraba que el fondo de saco donde se pretende ubicar la nueva estación de autobuses es inservible.

Con la propuesta de un estudio de viabilidad en el que participen en resto de formaciones en el Ayuntamiento de la capital, los socialistas también quieren que se difuminen las acusaciones que parte de la oposición vertió al reprocharles el haber actuado en este asunto de manera unilateral, en referencia a las negociaciones que ha venido teniendo el equipo de gobierno con la Junta para que financie la nueva estación, algo que el consejero de Fomento ha insistido que hará la Administración regional, y con el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) para acordar la operación que conlleva la cesión de suelo para levantar la nueva estación a cambio de un aprovechamiento urbanístico para el operador en un sector colindante al de la estación de Renfe y que se extiende al otro lado de los andenes hacia el sur de la ciudad.

Este acuerdo es uno de los argumentos que esgrime el PSOE en su defensa de cambiar la ubicación principal y trasladar la actividad de las instalaciones de Ezequiel González a una estación más moderna y acorde con las exigencias en materia de transporte de viajeros por carretera que ha de cumplir una ciudad Patrimonio de la Humanidad. Para la concejala , la iniciativa de ampliar la actual estación de buses entraña «una alta complejidad», mientras que la edificación de una nueva tiene el camino urbanístico más allanado por ese acuerdo avanzado entre el Ayuntamiento y Adif, aunque no hay nada firmado.

Clara Martín explicó en qué consiste la dificultad de emprender la ampliación de la actual, que entre otras tramitaciones supondría afrontar procesos de expropiaciones y encarar la ordenación urbanística del sector del Velódromo. La edil reiteró que la gestión del suelo urbano no consolidado de esta zona es altamente complicada porque «el proyecto de reparcelación está anulado por una sentencia judicial». «La depuración jurídica de estos terrenos es complicada», hizo hincapié Martín.

El Ayuntamiento, además, desconoce hasta dónde alcanza la deuda asumida por el Sareb en este enclave de titularidad privada donde estaba prevista una promoción de 350 viviendas que al final no se edificó. Este suelo está destinado a equipamientos públicos que el Consistorio obtendrá cuando la junta de compensación haga la reparcelación, ahora anulada. Hasta que esto no suceda, el Ayuntamiento de la capital no puede ejecutar ningún tipo de obras ni adecuaciones. Planteado este problema, la edil expuso al resto de los grupos, sin convencerles, que lo mejor y más sencillo es materializar el acuerdo inicial con Adif y con la Junta de Castilla y León.

El otro movimiento de ficha, sin apearse de su opinión de que la mejor localización es la actual, lo hizo el portavoz de Podemos-Equo. Guillermo San Juan puso encima de la mesa una propuesta con dos vertientes. Por un lado, ampliar la actual terminal. El edil admitió ser consciente de que «usar y recuperar los 4.000 metros cuadrados totales y ponerlos a disposición de la mejora de accesos y ampliación de la estación actual es complejo, pero es una decisión sumamente importante para la ciudad que no se puede dejar de tomar porque sea más o menos difícil de gestionar».

También propuso hacer en la vieja Renfe «una plataforma de no más de 1.000 metros cuadrados con al menos dos dársenas, conectada con el tren de media distancia, que permita el intercambio de viajeros entre la línea regular de autobús a Madrid, las metropolitanas de San Cristóbal y Palazuelos y la 11 al Ave, además de garantizar parada de taxis, aparcabicis y desarrollando urbanísticamente este sector».