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Ángel García Rivilla y Emilio Montero muestran el cartel de la procesión. Antonio Tanarro
La procesión del Corpus cambia de recorrido para reivindicar la figura del sacerdote

La procesión del Corpus cambia de recorrido para reivindicar la figura del sacerdote

El nuevo itinerario aprobado por el Obispado llegará el domingo al Seminario y contará con un cortejo de 600 personas

Luis Javier González

Segovia

Viernes, 21 de junio 2019, 08:38

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El Corpus Christi, la celebración del cuerpo y sangre de Cristo, reivindicará el domingo la figura del sacerdote, un colectivo envejecido y con dificultad para incorporar a generaciones de recambio. En la actualidad, alrededor del 20% de los párrocos de Segovia tiene más de 75 años. La fecha, que también conmemora la institución del sacerdocio, apuesta por un recorrido «más acogedor, vistoso y con un mayor significado» para una procesión que partirá de la Catedral y llegará este año hasta el Seminario, «el corazón de la Diócesis», donde reside el obispo, se forman los seminaristas y viven muchos sacerdotes retirados. «Sin sacerdotes no hay eucaristía», subrayan los organizadores. La cantera segoviana tiene a cuatro alumnos en el Seminario Menor y dos en el Mayor, al que está previsto que se incorporen otros dos.

El Cabildo invita a los vecinos del casco histórico para que engalanen sus balcones

El deán de la Catedral, Ángel García Rivilla, subrayó que la fiesta está «inseparablemente unida» a la labor de Cáritas. La celebración, establecida por el papa Urbano IV en 1264, ha tenido un peso «grandísimo» en la Iglesia católica. «Queremos manifestar que nuestra fe en Cristo Eucaristía también merece un homenaje desde la sencillez, la alabanza, la adulación y la gratitud». Subrayó que el evento no persigue la ostentación. «Somos una sociedad religiosa y queremos expresar nuestra gratitud con estos símbolos. Es una invitación muy sincera. Aunque no sea en jueves [fecha tradicional], que sea uno de los domingos que relumbren más que el sol».

Restauración de la custodia, de 1656, y del carro triunfal

La custodia del Cristo, obra del orfebre madrileño Rafael González Sobera –la labró en plata y procesiona desde 1656– y el carro triunfal que la porta -obra de Pedro de Riezgo hacia 1740- serán restaurados «en un corto plazo de tiempo», informan las autoridades catedralicias. Los trabajos se centrarán en el carro para subsanar las alteraciones provocadas por su uso durante el recorrido del Corpus Christi año tras año. En general, se tenderá a la consolidación mecánica del soporte y ruedas, reintegración volumétrica y cromática de todo el conjunto, incluidos los cuatro evangelistas, simbolizados por su Tetramorfos, que representan guiar el carro. La custodia de plata también será revisada y limpiada.

Emilio Montero, miembro de una comisión formada para la promoción del Corpus junto con David García y David Santamera, pone en valor «la gran devoción» de la sociedad segoviana con la celebración del Corpus, que se conmemora «con gran esplendor» desde, al menos, el siglo XVI. Los actos comenzarán el domingo a las 11:00 horas con una misa solemne en la Catedral, presidida por el obispo de Segovia, César Franco. La procesión dará comienzo en torno a las 12:15 horas y regresará después al templo para recibir la bendición oficial del prelado, aproximadamente a las 13:30 horas.

«Es una de las procesiones más importantes de toda la Iglesia universal. Jesús sacramentado abandona la intimidad del templo para sacramentarse por las calles de las ciudades y pueblos», subraya Montero. La primera procesión tuvo lugar en Roma en 1447. El cortejo, con unas 300 personas, partirá de la Catedral hacia la Plaza Mayor, las calles Infanta Isabel, José Canalejas y plaza de los Espejos hasta el edificio del Seminario. Regresará al templo mayor por las calles Conde de Gazola, Obispo Gandásegui y la Calle Real. A las habituales paradas junto a las iglesias de San Miguel, San Martín y Corpus Christi, se unirá este año una cuarta en la iglesia del Seminario.

300 niños

«Cientos de fieles se unirán al Señor en esta procesión por el centro de la ciudad. Entre ellos muchos niños, de manera especial los que han recibido este año el sacramento de la primera comunión», señaló el organizador, quien animó a los segovianos a participar «activamente» en ella e invitó a los vecinos del centro histórico a que engalanen sus balcones con flores, reposteros, colgaduras, montones de manila o banderas de España. Cáritas esparcirá por las calles el tradicional cantueso.

El grupo a caballo de la Junta de Cofradías de Semana Santa volverá a abrir el desfile junto con la banda penitencial de la Hermandad de la Soledad Dolorosa. Participarán unos 300 niños de las parroquias y colegios y habrá representación de la Hermandad de la Virgen del Rocío, de la Real Cofradía de la Virgen de la Fuencisla, Cáritas Diocesana, cofradías de la Adoración Nocturna y de la Minerva, Junta de Nobles Linajes de Segovia, Hermandad de Illesa, seminaristas de la Diócesis, autoridades civiles y militares, la Unidad de Honores de la Academia de Artillería y, cerrando el desfile, la Unión Musical Segoviana. «Cantemos al amor de los amores, Dios está aquí», se despidió el deán.

Desde 1577

La primera referencia a la celebración del Corpus Christi en España nos lleva hasta Toledo en el año 1280 tras ser instituida esta fiesta por el papa Urbano IV en 1264 y confirmada por Clemente V en 1311. El Corpus Christi tiene su origen en la controversia surgida entre detractores y defensores del dogma de la presencia del Cuerpo y la Sangre de Cristo en el pan y el vino. Finalmente, esta doctrina se extendió por el mundo católico y fue en el año 1545 cuando oficialmente, el Concilio de Trento, declaró solemnemente la presencia real de Cristo en la eucaristía. En este periodo se populariza en toda Castilla la fiesta eucarística. En Segovia, la primera mención a su celebración data del año 1577.

El Corpus Christi de esta ciudad siempre contó con gran afluencia de público, y durante los siglos XVI y XVII alcanzó las mayores cotas de ostentación y esplendor. Los segovianos engalanaban los balcones con colgaduras a base de tapices y telas de calidad, al igual que el Ayuntamiento y edificios oficiales que adornaban sus inmuebles.

El recorrido de la procesión del Corpus en la ciudad discurría por el área donde vivían las familias más acomodadas, y en sus calles se instalaban altares decorados con todo tipo de ornamentos. Respecto al cortejo de la procesión, que tenía como punto principal la custodia, la presencia de aspectos folclóricos y música popular eran algunas de las peculiaridades de esta festividad religiosa que se convertía en una manifestación de fe y reflejo del orden social. Entre las tradiciones del Corpus segoviano, destacaba la representación de tarascas, dragones-serpientes que abrían la procesión y se movían al ritmo de la banda de música. Los primeros indicios de estos elementos folclóricos datan de 1607 y su presencia simbolizaba el mal vencido por el Santísimo Sacramento.

Otra tradición popular eran los gigantes y cabezudos, las danzas de 'sarao' y de 'cascabel', que acompañaban al cortejo, y las botargas. Estas últimas eran máscaras grotescas que normalmente se posicionaban alrededor de la tarasca y fustigaban a los asistentes desprevenidos. Sin embargo, lo más importante del Corpus Christi de Segovia era y es el pan eucarístico portado en la custodia de asiento. Desde los orígenes de esta festividad, el Cabildo aunaba esfuerzos para tener una custodia a la altura de ciudades como Toledo o Sevilla. Tras muchos problemas económicos, el maestro orfebre Rafael González entregó la custodia de plata a la Catedral en 1656. Esto fue motivo para que ese año las calles se cubrieran de flores y se celebraran toros en la Plaza Mayor y un auto sacramental.

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