Segovia

Preocupación vecinal en Hontoria tras una okupación y varios intentos fallidos

Todo comenzó cuando a principios del mes de julio una casa, que lleva muchos años deshabitada pero ha sido comprada recientemente para ser utilizada como segunda residencia, fue okupada. Según relatan vecinos, una organización se encargó de entrar en el domicilio, en pleno centro del barrio incorporado, y cambiar la cerradura. A las pocas horas ya había una familia residiendo de manera ilegal en su interior. «Esto lo hacen organizaciones que se dedican a entrar y a vender las llaves. El que las compra es el que se queda», asegura uno de los residentes en Hontoria. Además, en las semanas siguientes han sido habituales los comportamientos 'molestos' de los okupas, como suciedad del entorno, coches aparcados de cualquier manera en la calle o exceso de velocidad por el barrio incorporado.

No fue un hecho aislado. Tras esta primera okupación, confirmada por la Subdelegación del Gobierno, se han producido otros tres intentos diferentes en el barrio. Aunque el modus operandi es similar, los vecinos no se atreven a confirmar que se trate de la misma organización que okupó la primera casa. En los tres intentonas posteriores, la intervención vecinal y de la Policía Nacional evitó que entraran ilegalmente en los domicilios.

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Los vecinos ya han transmitido su preocupación tanto al Ayuntamiento de Segovia como a la Policía Nacional. El Consistorio poco puede hacer, ya que tan solo dispone en Hontoria de una vivienda pública destinada a alquiler social. Pero la sospecha en el pueblo es que sus inquilinos facilitan información sobre casas vacías a organizaciones que se dedican a okupar viviendas. En Hontoria, pese a ser verano, hay bastantes casas vacías.

La Policía Nacional, por su parte, ha intensificado la vigilancia y ha recordado a los vecinos las pautas a seguir si presencian un intento de okupación, entre las que destaca avisar rápidamente al 091 y demostrar con rapidez que la vivienda okupada es utilizada habitualmente para residir.