El plan director de arbolado aconseja incrementar la masa arbórea de la ciudad
Segovia tiene 8.033 ejemplares de 121 especies de titularidad municipal
El plan director del arbolado del paraje pintoresco y el casco urbano de Segovia establece distintas estrategias y líneas de acción, entre ellas superar el 30% de cobertura arbórea, alcanzar una estructura deseable de la población arbolada (para limitar las especies que superan el umbral del 10% de representatividad recomendado), aplicar criterios de adaptación al cambio climático (limitando la presencia de las especies más vulnerables e introduciendo otras mejor adaptadas) o llevar a cabo medidas en beneficio de la biodiversidad.
El documento incluye un plan de plantaciones en espacios de la ciudad en los que se podría establecer nuevo arbolado, como Nueva Segovia o La Albuera, así como espacios en los que crear nuevos nodos de malla verde (como el situado entre el Camino de la Presa y el cementerio, o los que son anexos a las calles Vicente Aleixandre y Gerardo Diego). Por otro lado, se ve el plan de Prado del Hoyo como una oportunidad para incorporar arbolado en un área de carácter industria. En cuanto a espacios arbolados ya consolidados, se enumeran algunos en los que se pueden introducir nuevos ejemplares, como los jardines de La Merced, la plaza de la Morería o el Jardín de los Poetas.
El documento, que el concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Segovia, Ángel Galindo, ha presentado, identifica 44 especies mal adaptadas al cambio climático (un 36% del total), entre ellas el propio castaño de indias. La mayoría del arbolado viario tiene una adecuación buena o aceptable al espacio disponible, a excepción de un 16% de árboles de porte grande, un 8% de porte medio y un 1% de porte pequeño. El nivel de seguridad es elevado, y tan solo se han identificado 329 ejemplares (el 4% del total) que precisan un seguimiento de sus defectos estructurales. Solo en tres se ha evaluado el riesgo como alto.
Concienciación
El objetivo del plan es desarrollar y proteger el bosque urbano para maximizar sus beneficios medioambientales y sobre la salud de las personas, consolidar el papel del arbolado como elemento mitigador frente al cambio climático y favorecer su funcionalidad mediante una gestión sostenible y de calidad. También busca incrementar la biodiversidad y reforzar la concienciación y el compromiso activo.