Las parejas de Castilla y León son las que peor puntúan su relación
Las mujeres son más exigentes, ya que solo el 65% valora positivamente su vínculo, frente al 71% de los hombres
En España hay más de 11 millones de parejas, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística. 'Radiografía de la intimidad de las parejas ... españolas, un estudio del fabricante de colchones Pikolin a través de encuestas realizadas a 1.000 personas de entre 25 y 65 años que viven en pareja revela que la mayoría de los castellanos y leoneses –nueve de cada diez– enfrentan obstáculos para disfrutar de la intimidad en pareja. La rutina del día a día y el cansancio en general es, para el 72%, el mayor freno para su intimidad. Además, el 44% confiesa mirar el móvil casi siempre en la cama y el 28% lee un libro o ve la televisión. Quizá por eso, el 64% de los encuestados de la región considera que reducir estas distracciones mejoraría su relación.
El estudio, que segmenta sus datos a través de comunidades autónomas y no cuenta con una distribución provincial, revela que las parejas de Castilla y León puntúan su relación con un 7,4, la cifra más baja del país, y el 12% de ellas opta por dormir en habitaciones separadas. De hecho, los datos arrojan que las parejas más felices suelen integrar, con mayor frecuencia, prácticas que favorecen su vínculo emocional como irse a la cama a la vez, hablar en la cama sobre sus rutinas o compartir, en ese mismo lugar, confidencias, risas y momentos divertidos. A pesar de ser importante, el contacto físico no siempre se prioriza: solo tres de cada diez encuestados se dan un abrazo con su pareja al acostarse.
Dos de cada tres vecinos de la comunidad cree que reducir las distracciones antes de dormir mejoraría su relación
El sexólogo Carlos Hernández, que dirige una consulta en Segovia, no ve un problema en dormir en camas separadas. «Muchos lo hacen porque uno ronca o el otro pega patadas». Así que compartir cama genera a veces más problemas. «Cuando no hay descanso, se resiente mucho el carácter, los estados de ánimo, la producción laboral. Hay personas que tienen vidas eróticas muy chulas y cada uno tiene su habitación». Incluso parejas que evitan ese desgaste de la convivencia evitándola: cada uno en su nido. Porque la convivencia fue históricamente una respuesta a la necesidad de crianza, no de placer. «Yo no necesitó dormir con este porque ronca como un búfalo y no me pone. Cada uno en su casa y cuando tengamos ganas…»
Sin hijos, más satisfechos
El estudio no sólo busca entender los frenos de la intimidad, sino también explorar cómo cambia la misma a lo largo del tiempo en una relación. Una evolución de la que se extraen una serie de fases por las que pasan la mayoría de las parejas. Los datos demuestran que no está todo perdido: las parejas de la región se auto-perciben en buena forma. El 66% creen que su pareja está en una fase positiva ('pasión e intensidad', 'ternura y cuidado' o 'reconexión y reencuentro') frente al 34% que lo percibe de manera negativa ('distanciamiento emocional', 'monotonía o rutina', 'infidelidad' o 'ruptura inminente').
Noticia relacionada
Cada vez más parejas segovianas tratan en consulta sus problemas sexuales
A medida que las personas envejecen, tienden a ser más críticas con su relación. Y, además, también con el tiempo, el contacto físico en las parejas se reduce en un 12%, especialmente influenciado por la llegada de los hijos. De hecho, las parejas sin hijos tienden a sentirse más satisfechas, con una calificación de su relación de un 8,2, frente al 7,4 de las parejas con hijos. En cuanto al género, las mujeres son más exigentes, ya que solo el 65% valora positivamente su vínculo, frente al 71% de los hombres.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión