Obras realiza controles de ratas y de cucarachas y trata de reducir los malos olores en el socavón de San Millán

El concejal de Obras, Miguel Merino, comenta que, como es lógico, hay ratas en el colector del Clamores, y también cucarachas, si bien es algo mayor la presencia de los insectos, «pero tampoco de forma excesiva». La proliferación de estos devoradores de detritos en las canalizaciones subterráneas puede haberse visto favorecida por la ausencia de lluvias y las elevadas temperaturas, pero hoy por hoy no representan un problema.

Otra cuestión que tratan de combatir los técnicos son los malos olores que se producen en el entorno del socavón de la plaza Aurelio Hernández, donde la bóveda está todavía al descubierto. La intensidad del olor, explica Merino, «va y viene en el barrio» y han tratado de aminorarlo con más o menos éxito. Uno de los intentos ha sido con la colocación de placas de pladur para tapar la bóveda, pero no ha funcionado bien porque, en cuanto se moja la escayola, el pladur se deshace y no da el resultado que se esperaba.

Ahora está en prueba un nuevo procedimiento, que consiste en poner encima del pladur una lona de plástico, y por el momento parece que funciona y reduce la intensidad de los olores. Pero, precisa el concejal, «todavía tenemos que valorar si mejora la situación».